Paisajes a pincelazos, historias críticas, música entrañable. Las películas de Studio Ghibli se destacan por primero cautivar la retina, luego endulzar los oídos y tercero la inevitable reflexión. El director de cine japonés Hayao Miyazaki lo logra y no por poco es una de las figuras más importantes de la animación oriental. Con relatos de fantasía que lo caracterizan, con fuertes personajes femeninos y una decisión irrevocable de la defensa del medioambiente, sus películas se han vuelto las favoritas de adultos y chicos a lo largo de las décadas. Y ahora pueden disfrutarse en Netflix, una de las plataformas favoritas en formato streaming.
“El viaje de Chihiro” es quizás el largometraje más popularizado de Miyazaky, por la complejidad de la historia y la claridad de la crítica que realiza el director al sistema capitalista. Sin embargo, en la plataforma hay disponible un catálogo de películas con todas las características que fascinan de este mundo oriental del séptimo arte.
El increíble castillo vagabundo
Un castillo con pies, portales mágicos y escenas de cocina extrañamente satisfactorias. Sophie es una adolescente cansada de trabajar en el aburrido negocio de sombreros de su pueblo. Escucha las historias de Howl, un mago que deambula pero que nunca se lo identifica. Pero su vida cambia cuando una bruja la transforma en una anciana y, avergonzada, se va hacia la búsqueda de Howl, con la esperanza de que logre romper su hechizo.
Estrenada en 2004 el propio Miyazaki calificó a Howl no Ugoku Shiro, como su creación favorita y aseguró que contiene mucha “rabia” contra la guerra de Irak del 2003. Los fanáticos del director japonés también la eligen como una de sus preferidas. Muchos cuestionan las diferencias entre el libro y la película: mientras que la novela busca desafiar las normas sociales y de género, la película se centra en el amor. Sin embargo, es claro el mensaje pacifista y el de un respeto a la vejez y su sabiduría.
Mi vecino Totoro
Uno de los films más infantiles de Miyazaki. En los años 50, una familia japonesa se traslada al campo. Las dos hijas, Satsuki y Mei, entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas relatándoles fábulas e historias mágicas sobre duendes, fantasmas y espíritus protectores de los hogares, mientras la madre se encuentra enferma en el hospital.
Era la película favorita de John Lasseter, el fundador de Píxar y un devoto del director japonés que dejó su puesto tras las denuncias por acoso. Incluso en Toy Story 3, Lasseter le rindió homenaje a Totoro, con un cameo entre los juguetes de Molly, la nueva dueña de los juguetes de Andy.
Ponyo y el secreto de la sirenita
Sosuke, un niño de 5 años, forja una amistad con una princesita pez a quien bautiza Ponyo, quien quiere desesperadamente ser humana. En esta obra, Miyazaki reescribe la tradicional “Sirenita” de Hans Christian Andersen que Disney popularizó y la transforma en una oda ecologista, un abrazo a la infancia y el respeto a la inocencia.