La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recuperó este lunes el legado depositado por el editor, fotógrafo y escritor argentino Mario Muchnik (1931-2022), además de anunciar que recibirá la donación de su archivo personal y parte de su colección de libros de autores en español en la Biblioteca Patrimonial.
En 2017, Muchnik depositó un legado personal en la caja número 1509 de la antigua cámara acorazada del Cervantes, con previsión para abrir dentro de cinco años, en 2022, y que estaba compuesto por una flauta, una caja de música y una foto de Shirley Temple firmada por la actriz.
Dos de los objetos que guardó en la que fue la cámara acorazada del Banco Español del Río de la Plata, fueron regalos realizados por sus padres en 1937: una caja de música llegada de Londres y una fotografía de Shirley Temple adquirida en San Francisco, firmada y dedicada al escritor y editor.
Ahora, a este depósito se suma la donación de ese archivo que incluye numerosos documentos. Precisamente, una de las cartas contenidas en este legado forma parte de la correspondencia mantenida con Julio Cortázar, en la que el autor argentino rechaza una posible traducción de su obra “Rayuela”.
“Gracias por su envío y por todo el afecto y la buena voluntad que revela. Nada hubiera podido haber sido más grato para mí que confiarle la traducción parcial o total de mi libro. Con toda franqueza, eso no será posible...”, explica la carta de Cortázar.
El autor de “Cronopios y famas” prosigue señalando que la traducción que habría enviado Muchnik --no especifica a qué idioma-- era “correcta”, pero presentaba “las características típicas de toda versión hecha por alguien carente de una larga experiencia en ese duro oficio”, reza la carta.
“Supongo que en buena medida 'Rayuela' tiene la culpa de resistirse a la traducción. Un ensayo de versión inglesa que acabo de recibir me ha dejado insatisfecho. En fin, lamento que no podamos colaborar como habíamos creído posible y solo me resta agradecerle tanta buena voluntad para conmigo”, concluye Cortázar.
En cualquier caso, la amistad continuó pese a este 'rechazo', ya que entre los documentos también consta por ejemplo una felicitación de Navidad de Cortázar a Muchnik acompañada de una fotografía de ambos, sonrientes. El legado también incluye por ejemplo una carta a José Emilio Pacheco o parte de la correspondencia con Ernesto Sábato, autor de 'El túnel', entre otras obras. En una carta dirigida al búlgaro Elías Canetti, Muchnik le escribe sin vueltas: “mi carta debiera empezar, sin rodeos, diciéndole que yo quiero ser un editor en lengua castellana, editor de toda su obra”. La carta está fechada en 1973, varios años antes de que Canetti fuera distinguido con el Premio Nobel de Literatura en 1981, lo que expandió el horizonte editorial del argentino.
En otra misiva, que recoge el diario El País, Sábato le responde: “Querido Mario: agradezco muchísimo tu carta, pero opino que debemos cerrar este debate, ya que cada uno va a quedar en sus posiciones iniciales, y sólo lograremos herirnos-aunque sea fraternalmente-respondiendo argumentos”.
Nacido en Buenos Aires en 1931, Mario Muchnik se formó en Física, destacó en fotografía -registró con su cámara el Mayo Francés- y desarrolló una prestigiosa labor a los dos lados del Atlántico, motivado por el antecedente de su padre Jacobo, también editor y publicista. Muchnik participó como director editorial en Seix Barral y Ariel y fundó proyectos propios como el sello Muchnik Editores.
A lo largo de su trayectoria editó a autores como Rafael Alberti, Adolfo Bioy Casares, Ítalo Calvino, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Susan Sontag y Primo Levi, de quien también estuvo al frente de sus primeras ediciones al castellano.
Acompañada por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, la viuda del autor, Nicole Muchnik, es la encargada de recoger los tres objetos personales que el novelista depositó en la Caja de las Letras el 24 de mayo de 2017.
Además, en una mesa redonda con el escritor, crítico de arte y exdirector del Cervantes, Juan Manuel Bonet, los escritores Montero Glez y Juan Cruz, y la directora de la editorial Alfaguara, Pilar Reyes, se hablan de todas estas conexiones literarias.
Muchnik destacó en su doble faceta, como editor --fundador de la editorial El Aleph-- y como escritor, con obras como 'Mundo judío. Crónica personal', 'Albert Einstein', 'Para mis amigos libreros', 'Lo peor no son los autores', 'Editar 'Guerra y paz'' o 'Ajuste de cuentos', entre otras.
Con información de agencias.
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