En una cartelera teatral tan frondosa como la que ofrece la Ciudad de Buenos Aires coinciden por estos días tres potentes obras teatrales que, más allá de sus paisajes particulares y de sus estilos diversos, tienen algo en común en su propuesta: las tres ofrecen historias breves e impactantes, de menos de una hora de duración, y en las tres hay una sola persona en escena.
A continuación, un repaso por estos unipersonales y las coordenadas para verlos.
Me encantaría que gustes de mí
La Compañía Trueno presenta Me encantaría que gustes de mí, una propuesta teatral que surge a partir de la literatura de la escritora Fernanda Laguna, con la destacada actuación de Sol Fernández López y la dirección de Luciana Mastromauro.
En Me encantaría que gustes de mí, Fernanda Rosetti es una profesora de literatura de un colegio secundario que busca el amor desde su soledad más absoluta. Vive intensamente entre lo cotidiano y su imaginación, llena de amores que parecen ocuparlo todo. Fernanda intenta escribir un texto breve sobre su compulsión a amar y la búsqueda de sí misma.
La Compañía Trueno, un colectivo de artistas mujeres, surgió en el 2019 a partir de su primer montaje, Con los ojos de mi soledad absoluta. La intérprete y la directora ya vienen compartiendo proyectos juntas desde hace más de una década como actrices del Colectivo Escalada, dirigido por Alberto Ajaka.
Cuándo y dónde: Sábados a las 21, en Beckett (Guardia Vieja 3556, CABA).
Los pájaros
Esta obra, con actuación de Marcelo Subiotto, dramaturgia de Juan Ignacio González e Ignacio Torres y dirección de Juan Ignacio González, acaba de volver a escena. Una puesta en apariencia sencilla que, con el correr de los minutos, se va haciendo cada vez más inquietante.
La narración se construye a partir de los pensamientos de Aldo, un tipo grande que pareciera estar de vuelta, alguien que recorre una ruta en moto y de pronto se detiene. Sus pensamientos se ligan justamente con el camino que lo rodea y con el trayecto migratorio de los pájaros que dan nombre a la obra. Esa pausa es la excusa para la revelación: la de su mundo interior, la de los dolores que lo atraviesan, la de un abismo que lo desborda.
“Nos reunimos para investigar y crear sobre ciertas temáticas que nos convocan, nos generan preguntas y desafíos. Nos interesa revelar, poner en discusión, dar a conocer ciertos comportamientos que emergen en las prácticas escénicas. La obra pretende pensar en la subjetividad, la construcción de la identidad y en la otredad. Nos proponemos abordar ciertos paisajes, como parajes únicos que generan un universo simbólico y una geografía particular, que llenan de significado a las personas que las habitan y recorren, conformando un ser o una narrativa particular”, señala el director de Los pájaros.
Cuándo y dónde: Los sábados a las 20.30 en Timbre 4 (Boedo 640, CABA).
La mujer puerca
“La mujer puerca es la historia de una huérfana. Como esos relatos de Dickens devorados en la niñez. Está dedicado a la tristeza de los huerfanitos en su periplo errante buscando un lugar de origen. Algún lugar que contenga. La mujer puerca es una especie de fenómeno, ridícula y tierna, posee melodrama y humor. También algunos pensamientos sobre el amor. El amor no correspondido por Dios hacia esta pequeña mujer herida. La mujer puerca es la travesía de un cuerpo partido y repartido. La necesidad y la necedad de amar cuando alrededor hay silencio”, señalan los productores de esta notable obra que regresó por estos días a cartelera.
Con una actuación descollante de Valeria Lois, texto de Santiago Loza y dirección de Lisandro Rodríguez, las funciones se realizan en una terraza, en un espacio al aire libre.
Cuándo y dónde: Los sábados a las 20 y 21.30, en Estudio Los vidrios (Donado 2348, CABA).
AL