Polémica en los Juegos de París

Guerra ideológica en las redes: ¿qué pasó realmente con la boxeadora argelina que desató la furia de Milei?

elDiarioAR

1 de agosto de 2024 16:26 h

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El Comité Olímpico Argelino emitió hace pocas horas un comunicado en el que rechazó de manera categórica las “mentiras” y “difamaciones” dirigidas hacia la boxeadora Imane Khelif. La atleta ha sido objeto de ataques en diversos medios de comunicación y cuentas de redes sociales, tras su reciente actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Khelif se vio envuelta en una polémica cuando su oponente italiana, Angela Carini, se retiró del combate después de solo 46 segundos, tras recibir un único golpe en el rostro, que definió como “el más fuerte que recibí en mi vida”. Las imágenes del retiro de Carini, quien fue captada llorando, fueron narradadas en redes sociales como que Carini protestaba por que su oponente era, en realidad, un hombre.

Pese a que en las redes se afirmó que la italiana se quejó por que “no había igualdad de condiciones”, su comparecencia tras el combate no muestra en ningun momento que se refiriera a su rival en esos términos. La italiana explicó que su retiro fue una decisión tomada debido a un fuerte dolor en la nariz, indicando que no deseaba continuar el combate bajo esas condiciones. “Sentí un fuerte dolor en la nariz y, con la madurez de un boxeador, decidí parar porque no quería, ni podía, terminar el combate”.

Tras el combate, la polémica creció con una velocidad sorprendente, incluso para los cánones habituales de internet, con miles de publicaciones en redes sociales que daban por absolutamente cierto que Imane Khelif era un boxeador hombre compitiendo contra mujeres y presentando a Carini como una “víctima” del progresismo y la cultura “woke”.

Figuras de la talla de la presidenta italiana Giorgia Meloni, la escritora J.K. Rowling, el magnate Elon Musk y el presidente Javier Milei se hicieron eco de las acusaciones contra la boxeadora argelina, así como usuarios e influencers de todo el mundo, en su mayoría relacionados con la derecha y la ultraderecha.

Lo que critican es que el Comité Olímpico Internacional (COI) deje competir en la categoría femenina tanto a Khelif como a la taiwanesa Lin Yu-ting –que peleará este viernes en peso pluma– después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, en inglés) las expulsara del Mundial de 2023 por no superar sus pruebas de elegibilidad de sexo.

Sin embargo, Khelif no es trans. El propio COI critió hoy en un comunicado que “se están publicando informaciones engañosas” sobre “ambas deportistas mujeres” que compiten “desde hace muchos años en la categoría femenina”. La cuenta de noticias Algérie Football Média, declara que la boxeadora sufre de hiperandrogenismo, una condición que implica tener niveles de testosterona naturales superiores a la media. Esto “la llevó a ser descalificada” en el Mundial, pero desde entonces la deportista “está en tratamiento”, publicó la cuenta en X (antes Twitter) acompañando el comentario de una foto de ella cuando era pequeña.

En su comunicado, el Comité Olímpico Argelino explicó que Khelif ya había competido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sin enfrentar el mismo escrutinio en redes sociales que en esta ocasión. Y señaló como “completamente infundadas” las acusaciones en su contra, que la identifican erróneamente como una atleta transgénero. La boxeadora argelina se identifica como mujer cisgénero, es decir, alguien cuyo género al nacer coincide con el género con el que se identifica.

El antecedente del caso Semenya

En los últimos años hubo un caso similar, que involucró a la atleta sudafricana Casper Semenya. A lo largo de su carrera, Semenya se quedó con la medalla de oro en los 800 metros en Londres 2012 y Río 2016 y fue campeona mundial en Berlín 2009, Daegu 2011 y Londres 2017.

Antes de que cumpliera los 20 años se empezó a poner en duda su género. Incluso quisieron realizarle un ultrasonido vaginal al que se negó, pero en agosto de 2009 el diario británico The Daily Telegraph publicó resultados de unas pruebas médicas realizadas por la IAAF en las que se confirmaba que era una persona intersexual.

Esto significa que tiene cromosomas XY al igual que Khelif y niveles naturalmente elevados de testosterona por una deficiencia de la enzima 5ª-reductasa 2, que se manifiesta solamente en varones.

El caso de Semenya no tuvo un final feliz para ella, ya que en 2019, con las nuevas normas de la IAAF, se le prohibió a mujeres con sus características participar en eventos de 400, 800 y 1.500 metros hasta que tomaran una medicación para bajar sus niveles de testosterona.

DM