“Acá somos religiosamente bilardistas, cuando estamos por tomar una decisión decimos: '¿Qué haría Bilardo?'”, la frase del dueño de un local sobre la calle 12, saca una sonrisa. La Plata es la capital bonaerense y también la cuna de lo que se llama “bilardismo”. Sus seguidores hablan de glorias pasadas y cercanas que nacieron primero en el club Estudiantes de La Plata y que, con la llegada de Bilardo a la selección en 1983, se hicieron nacionales. Pero van mucho más allá de una discusión de gustos futbolísticos, sino como una forma de vida, aseguran.
Como pasa con todas las pasiones argentinas, tiene defensores y retractores fundamentalistas. En La Plata pasa y pasa también a nivel nacional. Personas que se paran desde Bilardo para explicar todos los males y todo lo bueno de este mundo y otros que no lo consideran así. Según sus seguidores hay un hombre que, puso como bandera el trabajo, para llegar a la cúspide de lo que soñaba, haciendo algo quizá más meritorio en sí, que es inspirar a otros.
Ex futbolistas, técnicos, actores y periodistas cuentan qué hay detrás de esa figura gesticular y narigona, que comandó a un grupo de jugadores a darle una de las mayores alegrías al pueblo argentino en el siglo 20: El mundial 86.
El actor y Pincha Federico D’Elia, productor ejecutivo de Bilardo: “El doctor del Fútbol” que se estrenó el 24 de febrero por la plataforma HBO Max y consta de cuatro capítulos en los que se repasa los hitos más importantes en la carrera del entrenador, cuenta para elDiarioAR, cuáles fueron sus objetivos al momento de encarar el proyecto.
“Hablar de Carlos Bilardo y hacer un documental para una plataforma importante como HBOMax, permite meterme no en la anécdota, si no en el mundo de Bilardo. Tratar de entender por qué es como es. No juzgarlo, contar todo. Y para mí es apasionante. Me pone en el lugar del hincha y del laburo que se mezclan y es muy lindo”, cuenta.
Cuando se le pregunta por las pasiones que Bilardo despierta hace 40 años, el actor de Los Simuladores prefiere pensarlo como un hombre normal con luces y sombras. “Es una persona como todos. Que tiene todas las caras que tenemos. Sin dudas es muy especial, en cuanto a su disciplina y su obsesión por el trabajo y eso lo quiso trasladar a otros aspectos, pero el futbol fue lo suyo, su gran pasión”.
Y rememora: “Tuvo que enfrentarse mucho al poder. Cuando Alfonsín lo quiso sacar por los malos resultados o su pelea con Clarín. No fue fácil. Este laburo me hizo descubrir las cosas por las que pasó, que a la hija no le digan Bilardo en el colegio, o que la chiflaran cuando un docente decía su apellido”.
“Ante esto, el tipo eligió pelearla laburando. Laburo, laburo y laburo. Después para algunos puede ser conservador o no. Yo por suerte al ser hincha de Estudiantes lo vi con equipo nada conservadores. Es un tipo muy especial y un personaje muy interesante”.
Proyectar y trabajar
Ante la consulta por una imagen que resuma lo que para él es el bilardismo, dice: “Si hay algo que me resume a Bilardo, es un material que encontramos, de él buscando el predio que después iba a ser de AFA. Está con la cámara en lo que parece una selva, donde se imagina canchas y después lo ves con una carretilla y cuatro obreros, empezando a laburar. Y no lo está haciéndolo para la foto. Lo está haciendo de verdad y el tipo ya era campeón del mundo”.
“A mí lo que me representa de Bilardo es la cultura del trabajo y ponerle el cuerpo. No decir ‘che, trabajen’, sino ‘trabajemos, yo soy una más, yo me arremango, agarró esta carretilla, y empiezo a laburar con ustedes’. Eso es Bilardo. Eso lo trasladó al fútbol y a la vida. A pesar de todo, soñar con que algo se puede lograr. Hoy el predio de AFA es un predio hermoso y como dice Ruggeri debería llamarse Carlos Salvador Bilardo”, insiste.
Claudio Gugnali es un ex futbolista y actual DT que acompaño a Bilardo y a Sabella en varias de sus epopeyas y define al bilardismo con tres pilares: “Sentido de pertenencia, trabajo y solidaridad”. Por eso sentencia: “no es casualidad que las últimas tres finales mundiales argentinas sean con técnicos del club: dos con Bilardo y una con Sabella, creo, y lo digo con mucho respeto, que la esencia del futbol argentino está en La Plata”.
Gugnali, dos veces campeón como jugador, señala que Estudiantes “Es una forma de vida” y que ese “culto a la seriedad y al trabajo”, fue fundamental para “incomodar a los grandes y lograr objetivos”.
Cuando se le pregunta por el famoso “sentido de Pertenencia” Gugnali lo define como “respetar la historia, de los que hicieron grande al club y cultivaron la responsabilidad y la seriedad”. “Lo ves en los chicos, que saben quienes fueron, lo saludan por la calle, le agradecen, eso solo pasa acá”, dice.
“Venir de afuera” y hacerse propio
“Estudiantes me completó como futbolista y me entregué a la cultura bilardista”, el que hace esta afirmación es Gastón Fernández. Ex futbolista y autor de uno de los dos goles que le permitió al equipo de Sabella ganar la Copa Libertadores del 09.
“Yo venía de otra idea futbolística, no entendía porque me pedían que me involucrara en el aspecto defensivo o sea más combativo, pero al pasar el tiempo entendí la identidad del club y me vi representado en mi historia, en el respeto, en la solidaridad. Me encontré con valores de familia que me hicieron crecer”, señala ex River y San Lorenzo.
“La Gata” define el bilardismo como el “no entregarse nunca y competir siempre al límite”. “No tiene nada que ver con los que creen que es jugar mal o sucio. Los grandes equipos de Estudiantes siempre jugaron muy bien al fútbol, pero el bilardismo te hace dar siempre un poco más y eso es una enseñanza que va mucho más allá del futbol”, asevera.
Para la periodista platense Narella Senra (DirecTv Sport, Canal 13, Torneos), el bilardismo nace de una persona que ama como nadie al fútbol y que lo trasciende, pero es mucho más. No es un estilo de juego, es una filosofía de vida que enarbola el trabajo, el esfuerzo, la humildad y por sobre todo el `dar la vida por el otro` en el sentido más literal de la palabra“.
“Cuando hablamos de Bilardo -explica- hablamos de alguien que luchó contra todos. Con medios masivos que le decían tramposo o antifútbol. Carlos les pedía a los taxistas que hablen bien de él, porque encontraba en eso la única manera de difundir su mensaje, esto dicho por el propio narigón”.
Narella emula una vieja máxima política “¿Viste como hay gente que dice que todos somos peronistas, solo que hay gente que todavía no se dio cuenta?, creo que eso pasa con el bilardismo: bilardistas somos todos, solo que algunos todavía no se dieron cuenta”.
GD