Miguel Angel Russo se acercó este martes al predio de Boca Juniors, en Ezeiza, para despedirse del plantel tras haber sido despedido a causa de los malos resultados y su sucesor, Sebastián Battaglia, llegó a la práctica temprano para comenzar su tarea que en principio será hasta diciembre.
En ese contexto, Battaglia, entrenador de la división Reserva y futbolista con más títulos de Boca en la historia, con 17 trofeos, llegó en su auto a las 7.15 al predio para desayunar y comenzar a diagramar la práctica del plantel que comenzó a las 9.30.
Más tarde arribó Russo, quien fue despedido por el Consejo de Fútbol del club la noche del lunes debido a la mala campaña del equipo en la Liga Profesional, con apenas cuatro puntos sobre 18 posibles, sin ningún triunfo y sumido en una crisis de juego.
Russo, de 65 años, protagonizó dos ciclos en Boca, el primero entre 2006 y 2007, y el segundo desde enero de 2020 hasta hace 24 horas.
El entrenador dirigió a Boca en sus dos ciclos un total de 115 partidos, con 57 victorias, 33 empates y 25 derrotas, y conquistó la Copa Libertadores de 2007, la Superliga 2019/2020 y la Copa Diego Maradona 2020.
Battaglia, por su parte, de 40 años, tiene un exitoso pasado como futbolista y se hará cargo del plantel xeneize al menos hasta diciembre, para jugar lo que resta de la Liga Profesional y la Copa Argentina, en la que el equipo está clasificado para los cuartos de final tras haber eliminado a River y su próximo rival será Patronato, aún sin fecha definida.
El debut de Battaglia será el sábado próximo en “La Bombonera” ante Patronato por la séptima fecha y podrá contar con una de las figuras del equipo, el colombiano Edwin Cardona, quien cumplió un partido de suspensión el domingo último en La Plata en la derrota ante Estudiantes (1-0) que acabó con el ciclo de Russo.
La racha negativa de Boca
Boca Juniors perdió el domingo con Estudiantes de La Plata (0-1) e igualó así su peor racha histórica en el profesionalismo, llevando ahora 10 encuentros sin conocer la victoria.
Este equipo que dirigió hasta este lunes Miguel Ángel Russo equilibró una serie negativa que se había producido, allá lejos en el tiempo, en la temporada 1957, cuando el elenco xeneize también pasó 10 cotejos sin festejar.
En aquella ocasión, la serie negativa se inició el 16 de junio con un tropiezo en Boedo ante San Lorenzo (2-3) y se extendió hasta el 25 de agosto con otra derrota frente a Estudiantes de La Plata (1-3). En ese ínterin, el elenco de la Ribera acumuló, entre la séptima y decimosexta jornada, seis empates y cuatro caídas.
La racha se cortó el 1 de septiembre de aquel año, también en La Plata, con un 3-1 sobre Gimnasia, con los goles de Eduardo Senés (2) y Pedro Mansilla.
Esta seguidilla negativa, en la que solamente marcó tres tantos, se inició el pasado 8 de mayo, con una derrota 0-1 con Patronato, en Paraná, por la última fecha de la etapa clasificatoria de la pasada Copa de la LPF que ganó Colón de Santa Fe.
Luego, el equipo de Russo empató 1-1 con River Plate el clásico (gol de Carlos Tevez) y se impuso en la tanda de los penales, por la llave de cuartos de final. En la serie semifinal igualó sin goles con Racing en San Juan, pero quedó eliminado al perder en la definición con tiros desde el punto penal.
Ya en este certamen, Boca hilvanó un 1-1 con Unión de Santa Fe (gol de Agustín Obando). Y luego empató, bajo la conducción técnica de Sebastián Battaglia (Russo y el primer plantel estaban aislados después de su polémica visita a Atlético Mineiro en Brasil, cuando el conjunto argentino quedó eliminado de la Copa Libertadores), sin goles con Banfield, en el Florencio Sola.
También con la Reserva y bajo la tutela de Battaglia, el elenco xeneize perdió el clásico con San Lorenzo (0-2), pero luego igualó con Talleres de Córdoba (0-0), nuevamente con Russo sentado en el banco de suplentes.
Durante la semana pasada, bajo una lluvia torrencial, Boca igualó 1-1 con Argentinos Juniors (gol en contra de Miguel Torrén) y en la última fecha, perdió en La Plata frente a Estudiantes (0-1).
En el medio estuvo el encuentro de octavos de final de Copa Argentina con River Plate, también en La Plata, que el conjunto azul y oro terminó llevándose en la serie de penales (4-1), después de que los 90 minutos finalizaran empatados sin tantos.
Desde el comienzo de un torneo, Boca nunca estuvo seis encuentros sin ganar. En el Metropolitano 1980, cuando quedó en la última colocación de la tabla, con apenas 2 unidades, el equipo que en ese entonces conducía Antonio Ubaldo Rattín sumó 5 caídas en las primeras 6 presentaciones: 0-2 con Unión de Santa Fe (V); 2-5 con Newell’s (V); 2-5 con River Plate (L); 0-2 con Tigre (V) y 2-5 con Independiente (L).
El único triunfo en esa racha nefasta se dio en la Bombonera, en un 2-1 agónico sobre Quilmes, con goles de Hugo Perotti (Pt. 5m.) y Alfredo Letanú (St. 41m.), en un domingo 17 de febrero.
Con información de agencias.
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