“La energía masculina creo que es buena, pero la cultura corporativa viró hacia una cosa más castrada”, afirmó Mark Zuckerberg, CEO de Meta, a principios de este año en una entrevista de tres horas en el podcast The Joe Rogan Experiencie. “Es bueno que una cultura celebre un poco más la agresividad”, remató. Meta, Disney, Walmart y McDonald's son algunos de los nombres más conocidos entre las empresas estadounidenses que –en sintonía con el clima político tras la victoria de Donald Trump– se posicionaron públicamente contra la agenda de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Lo hicieron a través de la publicación de memos anunciando que desarman programas, un “rebranding” del lenguaje corporativo, e incluso hasta desplazando a algunos de los empleados que las mismas firmas habían contratado para incorporar la agenda en sintonía con otro clima político, el del 2020, al calor del Me Too y las protestas por el asesinato de George Floyd.
Si bien aún no existen cifras directas de desinversión en programas de género y diversidad, sí aparecen algunos indicios, como la caída del 63% en las ofertas de trabajo para estos roles en el portal de empleo ZipRecruiter durante 2023; o la merma del 9% en la cantidad de organizaciones con estrategias DEI que publicó la consultora con enfoque de género Paradigm para ese mismo año.
En Argentina, ninguna firma tomó posición pública aún. Consultadas por elDiarioAR, las empresas prefieren hablar en off sobre sus programas –que siguen en pie–, pero no emitir opinión. “Esto se ha politizado mucho y no nos queremos meter en política”, confiesa una alimenticia en diálogo con este medio. En tanto, algunos consultores especializados en estos temas confesaron haber comenzado a recibir consultas para “suavizar” el vocabulario utilizado en algunos comunicados, o el retiro de dinero para determinadas campañas. “Hay que ver qué sucede el 8M o el Día del Orgullo, en el que muchas empresas postean en LinkedIN la bandera, o hacen alguna acción al respecto”, se arriesga el socio del observatorio de Recursos Humanos español Future for Work Institute Rafa Díaz. “No creo que vaya a haber tanta exposición, las empresas se van a desmarcar de esta politización”.
El derrotero de la agenda DEI en Estados Unidos
“Yo no creo que la decisión sea económica, es estrategia política, de dónde les conviene ubicarse y hay un factor fundamental que tiene que ver con el temor a represalias, por la magnitud de la dureza de las medidas que toma Trump en relación a esto”, reflexiona sobre el caso estadounidense Georgina Sticco, Directora y Cofundadora de la consultora Grow, género y trabajo, que asesora hace 14 años a empresas del país a visibilizar violencias y desigualdades laborales, entre otras cosas, en la cultura organizacional.
Rafa Díaz también menciona el “temor” a represalias y ambos como punto de inflexión junio de 2023, cuando la Corte Suprema estadounidense falló a favor de la organización Estudiantes por Admisiones Justas contra Harvard, al declarar inconstitucional el uso de la discriminación positiva basados en la raza en los procesos de admisiones universitarias. “Fue un fallo en contra de Harvard y la Universidad de Carolina, pero un mensaje para todas las organizaciones que empezaron a mirar si las políticas implementadas en el marco de la agenda DEI no les iban a causar problemas legales”, explica Díaz.
Le pasó a Disney, que en diciembre de 2024 dio a conocer que iba a eliminar la trama transgénero su nueva serie, Win or Lose. Su CEO Bob Iger, que hasta hace menos de dos años entró en disputa con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, por criticar la ley que restringía la enseñanza sobre identidad de género y orientación sexual en las escuelas primarias, dijo que la empresa ya no hará “activismo político” y comunicó en su último informe a los accionistas que sus negocios “dependen sustancialmente de los gustos y preferencias de los consumidores, que cambian de manera a menudo impredecible”.
En el medio, DeSantis revocó privilegios especiales de autogobierno en Disney World, perjudicando mucho a la empresa ícono estadounidense.
Este hecho, acompañado del movimiento antiwoke de EEUU con influencers señalando a empresas con posiciones progresistas en redes sociales y luego la victoria de Trump, generaron un caldo de cultivo que termina en los memos internos y comunicados a la bolsa de estas firmas “sobreactuando” una posición anti progresista.
La empresa matriz de Facebook e Instagram, Meta, es uno de los casos más extremos. En un memo interno publicado por medios estadounidenses, anunció la disolución de su equipo dedicado a DEI , con la cabeza del equipo Maxine Williams reasignada a un rol en accesibilidad y finalizó programas de equidad e inclusión, incluyendo su enfoque de “diversa selección” en contrataciones. En el segundo párrafo del mismo menciona la decisión de la Corte Suprema con respecto a Harvard, para demostrar que el panorama legal y político en torno a DEI en Estados Unidos está cambiando.
En un comunicado publicado en su página web en enero de este año, McDonald’s anunció que, tras una auditoría de derechos civiles y el fallo de la Corte Suprema en el caso Harvard, evaluaron el impacto legal en sus políticas y comenzarán a enfocarse más en la “inclusión” que en la “diversidad”. Eliminaron objetivos específicos de diversidad en sus niveles de liderazgo sénior y un programa que alentaba a sus proveedores a realizar entrenamientos de diversidad y a aumentar la representación de grupos minoritarios en sus equipos directivos.
A fines de 2024, Walmart comunicó que no renovaría su compromiso de cinco años con un centro de equidad racial que se creó en 2020 después del asesinato de George Floyd y que deja de participar en el Índice de Igualdad Corporativa de la Human Rights Campaign. Además, la compañía decidió dejar de dar prioridad a los proveedores en función de la raza o el género.
Si bien había algunos indicios, esta catarata de memos “nos tomó a todos por sorpresa”, cuenta Sticco. “Estamos muy acostumbradas al cuestionamiento a la agenda, pero el posicionamiento público va más allá”.
“Son marcas con un patrón parecido”, relativiza Díaz, que agrega a Jack Daniels, Harley Davidson, Ford, y las de maquinaria pesada John Deere y Caterpillar a la lista: “Son marcas de hombres y tradicionales americanas que adoptan, al igual que Trump, posiciones de igualdad y meritocracia más allá de la etnia. Ese es el mensaje que al final siempre termina siendo económico”.
Viento de cola para Argentina
Analistas consultados por elDiarioAR coinciden en que el fenómeno está situado en Estados Unidos y aún no se ha expandido al resto del mundo. Sin embargo, sí comienza a haber consultas para matizar algunas palabras que se venían utilizando, o incluso menos cantidad de plata para financiar acciones que tengan que ver con la agenda.
Consultadas por este diario, muchas firmas nacionales importantes prefirieron no dar declaraciones públicas con respecto al tema. La empresa de cosméticos Natura fue la excepción, destacando su compromiso con la diversidad e inclusión como parte integral de su estrategia.
“Como compañía de cosmética, buscamos impulsar una industria de la belleza que sea inclusiva, real y optimista y eso se logra partiendo de una comunicación positiva y sin estereotipos”, aseguraron fuentes de Natura, firma brasileña que tiene un pie muy fuerte en la Argentina. Entre sus prioridades contemplan una lista de acciones vinculadas a la agenda DEI.
El debate antiwoke en el país se aventura delicado. Las empresas deberán decidir si miran al norte y adoptan posturas más conservadoras, o si continúan apostando por la inclusión.
NR/MG