El Banco de Inglaterra (BoE) elevó este jueves la tasa de interés del 2,25% al 3%, el mayor aumento en 33 años, en un intento por controlar la inflación, en un contexto de recesión que podría prolongarse hasta 2024, según advirtió la entidad.
La decisión del Banco de Inglaterra, tomada por miembros del Comité de Política Monetaria, es el mayor aumento en las tasas de interés desde 1989.
Según los analistas, si se cumplen las predicciones de la entidad, el Reino Unido podría estar enfrentando el período de recesión más largo desde que comenzaron los registros confiables.
El Banco estimó que el Reino Unido entró en recesión en el tercer trimestre de este año, ya que los ingresos de los hogares se vieron reducidos por el aumento de los precios mundiales de la energía y los bienes y predijo que durará hasta mediados de 2024.
El alza de este jueves es la octava suba consecutiva de tasas de interés y la primera desde el plan económico presentado de la exprimera ministra Liz Truss y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, que provocó turbulencias en los mercados financieros y un aumento vertiginoso de las tasas hipotecarias, además del desplome de la libra.
Kwarteng fue despedido el 14 de octubre y reemplazado por Jeremy Hunt y pocos días después Truss, también abandonó el cargo batiendo el récord de un primer ministro en servicios al estar solo 45 días en funciones.
Se estima que el aumento de las tasas de interés afecte aún más a los titulares de los créditos hipotecarios, las cuentas de ahorro y las tasas de interés cobradas en tarjetas de crédito, préstamos bancarios y para automóviles.
Antes del anuncio, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que las “presiones inflacionarias” significaban que podría ser necesaria una “respuesta más fuerte” de lo que se había previsto en agosto.
La guerra en Ucrania y la larga recuperación de la pandemia también están contribuyendo al aumento de los costos de energía y alimentos.
En septiembre la tasa de inflación del Reino Unido, medida por el índice de precios al consumidor (IPC), fue del 10,1%.
Según los analistas, a largo plazo, la economía se beneficiará si se tiene éxito en bajar la inflación.
Pero a los británicos les queda transitar todavía por más incertidumbre, dado que tras la renuncia de Truss, si bien el primer ministro Rishi Sunak, logró calmar los mercados y estabilizar la libra, prometió un nuevo plan para reparar las finanzas a fines de este mes que incluirá mayores aumentos de impuestos y recortes de gastos en el sector público.
La semana pasada, el primer ministro advirtió que el país se enfrentaba a una “profunda crisis económica” y dejó claro que la economía es su principal enfoque.
El costo de vida creció en 2022 a su ritmo más rápido durante 40 años, con el aumento de los precios de los alimentos y la energía como las principales causas.
El precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas aumentó un 14,6% en el año hasta septiembre.
Según consignó la BBC, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer le dijo a Times Radio que el aumento en las tasas de interés hará que la situación financiera de las personas sea “mucho, mucho más difícil”.
En ese sentido, la ministra en la sombra del Partido Laborista, Rachel Reeves, sostuvo que ahora le corresponde a Rishi Sunak “hacer frente a sus errores”.
“La advertencia de recesión de hoy pone al descubierto cómo 12 años de gobierno tory han debilitado los cimientos de nuestra economía”, agregó Reeves.
Con información de agencias.
IG