La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles una subida de las tasas de interés oficial del 0,75 puntos, el sexto aumento consecutivo desde marzo, en un nuevo intento de controlar la inflación.
El banco central estadounidense cumplió con las expectativas de los economistas y la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 3,75 % y el 4 %, el nivel más alto desde 2017.
La Reserva Federal adelantó además que “serán apropiados” más “aumentos continuos” y “una política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva” para devolver la inflación a su objetivo del 2 %.
“Para determinar el ritmo de los aumentos futuros, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria” y en qué medida dicho endurecimiento “afecta a la actividad económica y la inflación” así como “a la evolución económica y financiera”, apuntó la Fed en un comunicado.
Tras una reunión de dos días, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed tomaron esta decisión, que fue justificada más detalladamente esta tarde de miércoles por el presidente de la Reserva, Jerome Powell, en una rueda de prensa. El funcionario advirtió que el techo que pueden alcanzar las tasas de interés en el país será más alto de lo esperado a la vista de los datos económicos actuales. “Los datos recibidos desde nuestra última reunión sugieren que el nivel final de los tipos de interés será más alto de lo esperado anteriormente”, apuntó ante los periodistas y reconoció que la inflación está todavía en niveles más altos de lo esperado.
Powell ya había adelantado en septiembre, cuando el regulador anunció otro aumento de tres cuartos de punto porcentuales, que lo adecuado es seguir haciendo “más aumentos de tasas de interés en el futuro”, hasta que la inflación esté controlada y que “en algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos”.
Pero a la vista del comunicado parece que el conocido como “terminal rate”, la tasa de interés máxima hasta la que se está dispuesto a llegar, está todavía lejos de alcanzarse ya que la inflación aún no ha bajado notablemente.
Según los últimos datos publicados hace dos semanas por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), la tasa de inflación interanual bajo por tercera vez consecutiva en septiembre y se situó en el 8,2 %, aunque los precios de consumo subieron cuatro décimas mensualmente.
Estos datos demuestran que, por el momento, la serie de subida de tipos que la Fed lleva implementando desde marzo todavía no está teniendo el deseado impacto en los precios.
Con información de EFE.
IG