El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, anunciaron este viernes, tras la aprobación de la ley Bases y el paquete fiscal, una segunda etapa en su plan de estabilización de precios. La primera implicó terminar con la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal. Para ello se aplicó un ajuste del 7% del PBI en las cuentas públicas, el mayor de la historia humana, según el presidente Javier Milei. Ahora llega la fase en que el Central deje de emitir moneda para remunerar a los bancos que toman su deuda, ahora llamada pases (en el pasado fueron las Letras de Liquidez, Leliq). Los pasivos remunerados de la autoridad monetaria se habían reducido del 10% al 8% del PBI en la era Milei y ahora se calcula que el 2% restante será transferido al Tesoro, en una operación voluntaria que se negociará con los bancos a partir de este lunes. Las entidades financieras le prestan al Central y al Tesoro con los fondos de los ahorristas.
La movida implicará la necesidad de que Caputo profundice la motosierra para recortar los gastos o intente elevar la recaudación tributaria, ahora que se aprobó la reforma tributaria. Fuentes oficiales calculan que se necesitaría un 0,3% de ahorro fiscal adicional.
Pese al atraso cambiario del que alertan diversos economistas y empresarios, Caputo ratificó que el dólar oficial seguirá subiendo sólo 2% mensual y continuará el dólar blend para los exportadores, que liquidan el 80% al tipo de cambio regulado y el 20% al paralelo. “No hay proyecto de devaluación ni es cierto que el FMI (Fondo Monetario Internacional) pida eso. No tiene ningún sentido devaluar, sólo genera mayor inflación, pobreza e incertidumbre para la gente. La mejor manera de ganar competitividad es bajando impuestos, para eso hay que lograr mayor superávit fiscal. Primero el impuesto PAÍS, después otros.”
El ministro explicó por qué se posterga otra vez el ajuste de subsidios, esta vez en julio: “Las tarifas las decidimos mes a mes porque es una sintonía entre la necesidad fiscal y el bolsillo de la gente. No precisó cuándo liberará el cepo cambiario, en una tercera etapa de su plan, ni cuántos dólares le pedirá al FMI para ello. Pero negó una disputa interna con Federico Sturzenegger, futuro ministro de Milei en el área desregulación de la economía: ”Con respecto a Federico, hace un trabajo fenomenal que nosotros en el equipo económico no hacemos, es fundamental porque Argentina es una maraña de trabas“.
AR