En un clima de tensión en el Senado, Villarruel calibra cómo contestar los golpes de Milei
La puerta de su despacho cerrada y el pasillo de ingreso totalmente vacío. El primer piso del Senado acusa de algún modo la frialdad que Javier Milei le hizo sentir a Victoria Villarruel anoche en el prime time de la televisión: la acusó de estar “cerca de la casta” y afirmó que “no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones”. La vice vio en vivo por la pantalla de LN+ cómo el mandatario descargaba su furia y por estas horas está calibrando con su círculo íntimo en su oficina de la Presidencia de la Cámara alta cómo responderle.
La primera reacción de Villarruel fue salir extraoficialmente a bajar el tono. Sus voceros evitaron caer en la trampa tendida por Milei y descartaron cualquier tipo de paso al costado en el poder libertario. “Nada demasiado desestabilizador”, apuntó a elDiarioAR un colaborador de confianza de la vice. La misma fuente adelantó algunas pistas de cómo devolverá la agresión presidencial: “Por lo pronto podríamos aclarar algunas cuestiones, pero vamos a ver”.
Villarruel ordenó a su equipo seguir minuto a minuto cómo escalaba mediáticamente la tensión con la Casa Rosada. Le sorprendió que ya durante la mañana de este jueves su nombre llegó rápido a ser primera tendencia en la red social X, la preferida del mileísmo, desde el jefe de Estado a sus troll.
Ese justamente es un terreno donde desde el oficialismo varias veces han atacado a la vice. La más reciente fue el jueves pasado, cuando la diputada Lilia Lemoine la llamó “vichacruel” y denunció –sin pruebas para llevar el caso a la Justicia– que utiliza fondos del Senado para pagar sus propios ejército de tuiteros.
Si la legisladora lanzaba sus diatribas con el amparo del Gobierno, ahora fue el propio Presidente el que recogió su guión. Pero si a Lemoine la vice nunca eligió responderle –en su entorno consideran que sería como “rebajarse”–, desde anoche sí medita qué responder públicamente a quien fue su compañero de fórmula. Curioso es que hace apenas tres días recordó el momento en que ella y Milei ganaron las elecciones en el balotaje del 18 de noviembre del año pasado.
“Hace un año los argentinos depositaban sus esperanzas eligiendo con su voto la fórmula Milei-Villarruel para gobernar Argentina hasta el 2027. Con @javiermilei desde julio de 2021 peleamos como David contra Goliath en lo que fue una proeza de esfuerzo y cambio de paradigmas que nos puso en la posición más alta a la que pueden llegar 2 ciudadanos. Hoy quiero agradecer al presidente por haberme elegido como su compañera de fórmula y a los argentinos por decidir terminar con el oprobio del kirchnerismo. ¡Gracias argentinos por confiar en nosotros!”, escribió en su cuenta de Instagram.
Villarruel habló de un “nosotros” del que ahora Milei la corrió notablemente. Cerca suyo señalan que el Presidente “no la echó”, pese a que las frases del mandatario dejan poco lugar a duda de que al menos la corrió en los hechos del gobierno de La Libertad Avanza. Milei dijo que no solo no toma decisiones de gestión, sino que tampoco va a las reuniones de Gabinete.
Encima la vice mostró un perfil filo-opositor en los últimos meses. Le bajó el pulgar notablemente a la candidatura de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia. Y abrió diálogo con todos los bloques del Senado –incluido el kirchnerismo– y con gobernadores de los cuatro puntos cardinales del país. Llegó hasta fotografiarse con Isabelita en Madrid por el Día de la Lealtad peronista. En el oficialismo aún está muy vivo el recuerdo de su visita a Mauricio Macri en Villa La Angostura en el verano pasado. Al menos los ataques de Lemoine habrían nacido a partir de que mantuvo su buena imagen pese al costo político del ajuste. “Ella nunca lo pagó: ni siquiera salió a defender las medidas de Milei”, indicaron al lado de la diputada.
No hay miras de que Villarruel renuncie a su cargo, porque está convencida de que al menos entre un 10 o 15 por ciento del electorado que eligió la boleta de La Libertad Avanza en 2023 lo hizo porque estaba. La vice aportó a la fórmula de LLA ciertos valores ultranacionalistas y de la familia militar que no tenía el Presidente –y sigue sin tener–.
Esos eran de hecho pergaminos por los que supuestamente Villarruel iba a recibir el mandato de conducir con su gente los ministerios de Defensa y de Seguridad. Al final estos “ravioles” en el Estado quedaron para Patricia Bullrich y Luis Petri. El primer gran golpe. Este jueves desde la Casa Rosada parecen haber dado otra señal en su contra: echaron al jefe de la Fuerza Aérea Brigadier Fernando Meng.
La tensa calma en la cúpula del Senado se traduce en otros despachos en una expectativa sobre qué pasará finalmente. “Un disparate”, calificó las críticas de Milei un senador que tiene mucha simpatía por los ideales libertarios y conoce de cerca a Villarruel. Cuanto este medio preguntó qué ve detrás de la descarga del Presidente contra la vice, teorizó con que los libertarios buscan así bajarla de cualquier posibilidad electoral y subir al ring a Cristina Kirchner: “Milei veía que Villarruel lo podía opacar, así que compró la idea de eliminar todo lo que asoma y polarizar con Cristina Kirchner”.
MC/JJD
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