El grupo de acreedores de Vicentin -que presentó la semana pasada una oferta de restructuración amigable a los accionistas de la cerealera para evitar su quiebra- sumará hoy el apoyo de otros 20 acreedores, según dijeron dos personas con conocimiento directo de la situación. El grupo también recibirá el apoyo institucional de la prestigiosa Bolsa de Comercio de Rosario tal como lo anunció a través de un comunicado oficial. También de la Sociedad Gremial de Acopiadores de Granos y el Centro de Corredores de Cereales de la misma ciudad sostendría la misma posición, aseguraron las mismas fuentes.
Formalmente hoy más temprano se sumarán al grupo que aceptaría capitalizar sus acreencias para rescatar a Vicentin, las corredoras de granos y acopio Tomás Hnos y Cía, Riboldi, Cía de Insumos y Granos, y Gaviglio Comercial, dijeron las fuentes que pidieron no ser identificadas porque no son voceras oficiales del grupo de acreedores.
Los acreedores que se suman al grupo de privados que aceptarían capitalizar sus créditos para que la empresa centenaria vuelva a producir tienen una condición: que los accionistas que están siendo penalmente investigados por estafa se retiren de la conducción. En total sumarían más de US$ 20 millones a los US$ 120 millones en créditos que tiene ese grupo, según estimaron las dos personas.
El grupo de acreedores granarios tendría aproximadamente el 10% del monto total de la deuda que la empresa presentó en un Concurso Preventio de Acreedores que se tramita en el juzgado quiebras de la ciudad de Reconquista, Santa Fe.
Las acopiadoras Agrotecnología y Servicios, Fedea, Desab, Landeta Cereales y la Cooperativa Agrícola Mixta de Margarita Ltda son otros de los acreedores que hoy se sumará al grupo aseguró una de las personas.
El grupo recibirá también el apoyo de tres de las más respetadas instituciones de la ciudad donde están los puertos desde los que sale el 80% de las exportaciones agroindustriales de la Argentina. El apoyo más significativo y más doloroso para los accionistas de la empresa será el de la Bolsa de Comercio, que durante años fue presidida por Alberto Padoán, quien está casado con una nieta de los fundadores de la empresa y como tal es uno de los principales accionistas. La Bolsa, presidida por Daniel Nasini, quien fuera vicepresidente en la gestión de Padoán, tomó la decisión convencida que sólo con el apoyo de los acopiadores a los que empresa les defaulteó la deuda, podrá recuperarse la cadena de abastecimiento de la materia prima, dijeron las dos personas.
Es que aún cuando el grupo no tiene la cantidad de créditos suficientes como para imponer su plan al resto de los acreedores, tienen el suficiente poder de acumulación de granos que le permitiría a la Nueva Vicentin -que ellos quieren constituir- recuperar el suministro de la materia prima que precisa la cerealera para retomar sus actividades. La centenaria empresa tiene una capacidad de molienda de soja estimada en 8 millones de toneladas métricas. Actualmente, la planta está casi inoperativa por falta de materia prima.
Con la llegada de los nuevos 20 acreedores, el grupo ahora sumaría unos 90 acreedores. Todos ellos reconocidos acopiadores de la zona que le permitirían a la Nueva Vicentin recuperar la confianza de los productores para que vuelva a recibir granos para su molienda y exportación. Estafados por Vicentin, que defaulteo de la noche a la mañana sin dar explicaciones, los productores de granos se muestran reacios a volver a confiar en la empresa concursada porque detrás están los viejos accionistas.
Ahora que se suma el apoyo formal de las tres instituciones basadas en Rosario, podrían incorporarse más acreedores granarios. Con el apoyo formal de esas instituciones, muy probablemente se pueda obtener el apoyo de la totalidad de los acreedores de esa categoría, que suman un total de US$ 500 millones, un tercio del total de la deuda defaulteada en diciembre de 2015, dijeron ambos consultados.
La oficina de prensa de la Bolsa de Comercio de Rosario no devolvió inmediatamente llamados telefónicos solicitando comentarios.
Privados piden al Estado
Con ese apoyo, el grupo de acreedores privados, los primeros en requerir la intervención del Estado Nacional y provincial como la mejor manera de que Vicentin pueda ser rescatada- también irían a buscar el apoyo formal y explícito del Banco de la Nación, el acreedor más importante de la empresa luego de que la conducción de Javier González Fraga le diera un crédito a sola firma de US$ 300 millones al filo de la salida de Mauricio Macri del poder y a días de que se declarara en default.
El Banco Nación, el más grande de la Argentina, apoya la propuesta que envió la semana pasada a los accionistas de Vicentin el grupo de acreedores original.
“Vemos con buenos ojos las sugerencias que realizaron los acreedores comerciales que buscan sacar a la empresa de la parálisis en la que se encuentra,” dijo Eduardo Hecker, presidente del Nación a elDiarioAR el 25 de febrero.
El banco, presidido por Hecker, lidera además al grupo de bancos estatales (Provincia, BICE, Banco de Santa Fe), que en total cuentan con US$ 500 millones en créditos otorgados. El resto de la deuda está en manos de bancos extranjeros que compraron parte de un préstamo sindicado que estructuro el IFC, el brazo financiero del Banco Mundial.
El plan presentado por este grupo de acreedores consiste, principalmente, en capitalizar las acreencias a través de la pérdida de participación de los accionistas actuales. Otra condición que requiere el grupo de acreedores es la salida del nuevo directorio, elegido en octubre de 2020 y conformado por primera vez por miembros externos a la familia fundadora. Según el plan para una “Nueva Vicentin”, el 1° de febrero de 2025 sería la fecha en la que se procedería a la determinación del precio de venta de la participación de los accionistas.
Diego Guelar, ex embajador en China durante la presidencia de Macri y actual asesor del directorio de Vicentin, declinó comentarios. También prefirió no hacerlo un vocero externo de la empresa que fue consultado.
PRG
Esta nota fue actualizada a las 21 para incluir que la Bolsa de Comercio de Rosario apoyó el plan de salvataje.