¿Qué haría Massa en 2024? Consenso con los K sobre cepo, déficit e inflación

Es difícil saber qué haría Sergio Massa en la economía si el 10 de diciembre pasa de su actual papel de ministro del área a presidente de la Nación. A diferencia de sus contrincantes que deben prometer políticas por emprender, el abogado tigrense reparte su tiempo entre la campaña y su jefatura del Palacio de Hacienda, más abocado a apagar incendios coyunturales como la suba del dólar blue a $ 600, que a diseñar lo que instrumentaría en 2024 en caso de permanecer en el gobierno. Está ahora más preocupado en mandar inspectores contra el lavado de dinero a las cuevas, que operan bajo la fechada legal de sociedades bursátiles y otras firmas financieras, o en adoptar las políticas que le exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) para girarle dinero en la tercera semana de agosto, llámese acelerar la depreciación del peso oficial o ajustar más las tarifas energéticas, los salarios públicos y los planes sociales. Pero en el equipo de campaña de la fórmula Massa-Agustín Rossi rescatan que al menos no se cedió ante la pretensión del Fondo de devaluar bruscamente y se excluyó del impuesto PAÍS a la importación de los alimentos básicos.

“Si hay escenario positivo este domingo, se fortalece al gobierno en negociar con FMI en este tramo”, se esperanzan. “Pero el próximo gobierno debería revisar el acuerdo dejado por Martín Guzmán”, señalan en el oficialismo, influido por la crítica K al ex ministro de Economía, a quien buscan responsabilizar de casi todo lo malo de los primeros dos años y medio del gobierno de Alberto Fernández. “La pregunta en estas elecciones es quién querés que renegocie con el FMI, sin querés renegociar con ajuste fiscal, reformas jubilatoria y laboral o no. Porque Massa dice otra cosa. Está en una situación incómoda, lo ideal sería estar sin inflación y con único tipo de cambio, pero (Mauricio) Macri nos dejó la deuda, sin financiamiento y hubo que emitir moneda”, razonan.

Si el precandidato de Unión por la Patria venciera en las presidenciales, el objetivo sería “seguir avanzando en ganar grados de libertad con el FMI”. “Si el Fondo quiere ajuste, nosotros hacemos moratoria jubilatoria, el gasoducto Nestor Kirchner, el del norte, otro a La Plata y Ensenada, el tendido de agua, electricidad y gas.”

De por sí Cristina Fernández de Kirchner le ha permitido a Massa ajustar más de lo que había hecho Guzmán y ya no se cuestiona el mandato ortodoxo de disciplina fiscal. “Massa viene haciendo ordenamiento fiscal porque en un país sin moneda, donde no tenemos reservas, tenemos la obligación de cuidar la macroeconomía, sin ponerse el país en la cabeza”, aclaran.

“Caminar hacia la unificación del tipo de cambio”, es otro de las metas que el kirchnerismo ahora admite haber adoptado de la biblioteca opositora. “Si hay escenario de recomposición de exportaciones, se puede”, explican y siguen con las concesiones. “Hay que ir reduciendo inflación y para eso hay que llegar a un acuerdo social. No vamos a hacer un plan de shock de estabilización, porque no vamos a convalidar una devaluación ni creemos que los planes Austral ni la convertibilidad hayan sido exitosos en el largo plazo, pero hay que hacer un plan”, admiten después del actual fracaso de Massa en aplacar los precios.

Pero los cambios no acaban allí. “Falta empleo genuino, el compromiso es avanzar hacia el empleo y por eso hay que hablar con todos los actores, llegar a acuerdos”, proponen en contraposición a la flexibilización laboral que propone la oposición, pero dejando margen para buscar consensos entre gobierno, empresarios y sindicalistas.

AR/MG