La presencia del presidente Alberto Fernández en el cierre de la Conferencia Industrial Argentina este jueves en Parque Norte revivió la grieta que existe entre los integrantes de la entidad organizadora del evento. En la Unión Industrial Argentina (UIA) se dividen entre los oficialistas y los que estos califican de “liberales”, un universo en el que incluyen a empresarios beneficiados por el proteccionismo. Fue una pelea que se libró ya en mayo pasado cuando Miguel Ángel Rodríguez, dueño de la fabricante de pinturas Sinteplast, perdió la negociación por la presidencia de la UIA ante el abogado laboralista Daniel Funes de Rioja, que contó con el apoyo del grupo Techint y las alimentarias Arcor y Ledesma, entre otras grandes empresas.
“El Presidente estuvo muy bien, les recordó el salvataje que les hizo el año pasado en la pandemia y cómo se están recuperando ahora, y estos tipos apenas lo aplauden”, lamentó uno de los hombres de negocios que lo respaldan. “Son liberales por condición social, hasta algunos textiles”, agregó el empresario, que no dejó de señalar cómo el vicepresidente de la UIA y directivo de Techint, Luis Betnaza, arremetió en el foro contra la competencia de China, rival de sus productos siderúrgicos, y reclamó una alianza con Occidente. Este tipo de dilemas geoestratégicos cobra fuerza en el medio de la negociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“(El Presidente) estuvo bien, dejó varias puertas abiertas para trabajar juntos”, destacó Rodríguez, que se quedó con la secretaría de la UIA tras perder la batalla contra Funes de Rioja, también presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). Otro vicepresidente de la Unión, el santafecino Guillermo Moretti, también elogió a Fernández: “Fue un discurso muy bueno. Habla para nuestros oídos. Dice que la recuperación de la Argentina se basa sobre la producción y el valor agregado. Después plantea los problemas de los precios y de los insumos”, admitió también las tensiones. Moretti era uno de los pocos que explícitamente criticaba al gobierno de Mauricio Macri, que como presidente casi no mencionaba a la industria en sus discursos, más bien resaltaba el papel del campo, la minería, los hidrocarburos y los servicios de tecnología.
“Estuve bien, me gustó que viniera”, opinó escueto el cafetero Martín Cabrales. En cambio, varios popes industriales se ausentaron: estaban el miércoles en la Conferencia Industrial, en Parque Norte, pero justo el día en que iba el jefe de Estado se fueron al interior, como Betnaza en Neuquén, o Cristiano Rattazzi, ex ejecutivo de Fiat, que se marchó a un programa de televisión. Otro empresario fue contundente en off the record contra Fernández: “Se terminó el tiempo de los discursos. Necesitamos acción y que empiece a gobernar. Menos discurso y más plan económico para cerrar en el menor tiempo posible el acuerdo con el FMI”.
AR