El niño gurú de las criptomonedas en el banquillo: claves del juicio que marcará el futuro de los activos digitales

Carlos del Castillo

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“No me sorprendería que alguno de ustedes haya oído algo sobre el caso”, ironizó el juez al dirigirse a los miembros del jurado que decidirá el futuro de Sam Bankman-Fried. En una sociedad ansiosa de historias de auge y declive, caída y redención, es casi imposible no conocer algún detalle de la historia de este joven, que acumuló más de €25.000 millones en criptomonedas antes de cumplir los 30 años, para luego provocar una quiebra en su empresa que arrastró a buena parte de la industria y se llevó por delante decenas de miles de millones en inversiones de sus clientes.

El juicio contra Bankman-Fried comenzó esta semana en Nueva York, casi a punto de cumplirse un año de la caída de su compañía. FTX era una de las grandes del sector de las criptomonedas y su fundador, el niño gurú del movimiento. A medida que el valor de estos artefactos digitales crecía, la opinión sobre si eran el futuro del dinero o solo una gigantesca burbuja dividió a la población. El caos que provocó Bankman-Fried pareció dar la razón a los segundos.

“Olviden todo lo que han visto en películas o la televisión”, pidió el juez al jurado en la primera sesión del juicio. No les será fácil aislarse de sus ideas preconcebidas. Uno de sus miembros es, de hecho, uno de los afectados que perdió dinero con la bancarrota de FTX, pese a lo cual el juez no le concedió la dispensa. “Ustedes no pueden publicar nada sobre el caso, tampoco leer. Ninguna investigación, nada”, insistía el magistrado. Solo deben valorar lo que escuchen en la sala: un macrojuicio al que no solo se presenta Bankman-Fried sino todo el sector cripto.

¿Qué era FTX?

FTX era una plataforma de intercambio de criptomonedas fundada en 2019 por Bankman-Fried y su entonces socio Gary Wang, con sede en Bahamas. La plataforma permitía a los usuarios comprar, vender y negociar una amplia variedad de criptomonedas y sus derivados, como contratos de futuros y tokens (incluido el suyo propio, llamado FTT). Cerró 2021 moviendo una media de unos 12.500 millones de euros al día, que le reportaron unos beneficios netos de 380 millones.

A principios de noviembre de 2022, en medio de un descalabro general de todo el sector de las criptomonedas que ya había provocado quiebras y corralitos, FTX se declaró en bancarrota. En ese momento tenía unos cinco millones de usuarios y estaba valorada en 32.000 millones de euros. Su colapso arrastró consigo a más de 100 empresas afiliadas.

¿Quién es Sam Bankman-Fried?

Ambos progenitores de Bankman-Fried son profesores de derecho en Stanford, la prestigiosa universidad ubicada cerca de Silicon Valley. El fundador de FTX tuvo una infancia acomodada en el valle, donde desarrolló una personalidad peculiar. Era conocido por usar siempre el mismo tipo de ropa en todos los eventos, como hacen otros gurús tecnológicos: en su caso, bermudas, camiseta y sudadera. Unido a su cabellera rizada e indomable, le daba un aspecto descuidado que encajaba con un carácter reservado y un tanto distraído.

Bankman-Fried fue el CEO de FTX desde su fundación hasta su bancarrota. Antes había sido bróker y gestor de inversiones en el ámbito financiero, donde destacó por su don para las matemáticas. Su especialidad era el trading cuantitativo, que utiliza avanzados modelos matemáticos, algoritmos y estadística compleja para detectar oportunidades de inversión. En 2017, con 25 años, dejó la firma de trading en la que trabajaba para fundar Alameda Research, germen de FTX.

Su juventud, ser uno de los pioneros en la inversión a gran escala en criptomonedas y su éxito inicial le llevaron a las portadas de Forbes, Fortune y buena parte de las principales publicaciones económicas. Se convirtió en el “niño gurú de las criptomonedas” no solo por amasar la mayor fortuna del sector, sino por su defensa de que había que “reinvertir” las ganancias. Realizó numerosas donaciones tanto a organizaciones activistas como a políticos, algo que terminó convirtiéndose en parte de sus problemas.

¿De qué está acusado?

La Fiscalía de Nueva York acusa a Bankman-Fried de robar miles de millones de dólares en depósitos de clientes de FTX y utilizarlos para otros fines sin que estos lo supieran. El principal destino fue sufragar otras inversiones del entramado de empresas de Alameda Research, que incluía fondos de cobertura y de capital riesgo. Buena parte de esos desvíos estaban destinados a incrementar su propio patrimonio, pero otra salió en dirección a las campañas de políticos tanto demócratas como republicanos.

Bankman-Fried fue el segundo mayor donante personal de la campaña de Joe Biden en 2020. Sin embargo, en 2021 y 2022 donó a varios senadores republicanos, incluyendo a Mitt Romney. En el inicio del proceso los fiscales lo acusaron de realizar donaciones ilegales en un intento de comprar influencia, aunque finalmente esos cargos fueron retirados.

El ex niño gurú de las criptomonedas enfrenta finalmente siete cargos, que incluyen fraude electrónico, fraude bursátil, fraude de materias primas y lavado de dinero. También se le acusa de fraude bancario y soborno a un gobierno extranjero (Bahamas), aunque esos cargos se han deparado del proceso principal y serán juzgados en un segundo juicio programado para marzo.

¿A qué penas se enfrenta?

Si es hallado culpable de los siete cargos que se le imputan, se enfrentaría a una pena de cárcel máxima de entre 100 y 115 años.

¿En qué basará su defensa?

No está del todo claro. En el mes que pasó en libertad antes de ser detenido por la bancarrota de FTX, Bankman-Fried actuó como si FTX, el entramado de empresas de Alameda y los miles de millones de su fortuna y de los clientes se hubieran vuelto algo demasiado difícil de gestionar, llevándolo a cometer “errores”. Esto encajaría con la valoración que hizo el liquidador que gestionó la quiebra tras su destitución: “Nunca en mi carrera he visto un fallo tan completo de los controles corporativos y una ausencia tan completa de información financiera fiable como ha ocurrido aquí”.

Si sigue este camino, su defensa alegará que el colapso de FTX se debió a errores contables, fallos de sus colaboradores en Alameda y de los bufetes de abogados que supervisaron sus movimientos. Bankman-Fried ha fichado como abogado a Mark Cohen, un exfiscal federal muy conocido por haber procesado al narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Los testigos clave

El gran problema del niño gurú de las criptomonedas es que la gran mayoría de sus colaboradores en FTX y Alameda Research han pactado reducciones de pena con la Fiscalía a cambio de declarar contra él en el juicio.

La principal testigo en el caso, según han adelantado las autoridades, será Caroline Ellison, cofundadora de Alameda Research. La acusación también llamará al estrado a Gary Wang, cofundador de FTX, acusado de diseñar el código que permitió el traspaso de dinero entre ambas entidades; y Nishad Singh, ex líder de programación en FTX y Alameda. Todos ellos se han declarado culpables de varios delitos de fraude.

¿Cuánto durará el juicio?

Está previsto que dure aproximadamente un mes y medio.

¿Cómo podría influir el juicio en el sector cripto?

El colapso de una de las mayores plataformas del sector se dejó sentir en todo el movimiento cripto. “Hubo un antes y un después de la caída de FTX. Esto fue en noviembre, pero en mayo ya había caído el ecosistema de Luna, arrastrando a un montón de compañías que aún no se han recuperado”, explica Covadonga Fernández, directora del Observatorio Blockchain. “La gente es ahora mucho más cauta y pone mayor atención en las plataformas centralizadas. Muchas personas decidieron auto-custodiar sus criptomonedas”.

Sin embargo, un aspecto que también saldrá a la luz en el juicio será las relaciones de FTX con el resto del sector. Justo antes de caer, la plataforma de Bankman-Fried se había dedicado a salvar otras empresas de criptomonedas más pequeñas que están sucumbiendo al “criptoinvierno” que comenzó a principios de 2022. Las conclusiones del comportamiento de este mercado podrían derivar en nuevas regulaciones que cambien la inversión en estos activos digitales para siempre.

“Servirá para endurecer la regulación, de por sí restrictiva en EEUU”, expone Fernández, que no obstante opina que la tecnología detrás de las criptomonedas está aquí para quedarse. “Tanto el mercado de las criptomonedas, desde el punto de vista de su comercialización, como la industria blockchain ya lo han descontado. En este momento se está construyendo más que nunca en torno a la Web3”, afirma: “Es un poco como la burbuja de las puntocom, que cayeron pero la tecnología siguió adelante”.