Cuando el Gobierno anunció este martes el nuevo pacto por la carne vacuna, informó que se ampliaba “el acuerdo por cortes a precios bajos” y que estos eran “hasta 45% más bajos que los valores actuales”. Pero eso no significa que haya rebajas en los valores de los 12 cortes populares que se vienen ofreciendo en los supermercados. En realidad, los precios de esa canasta se mantienen iguales que los anunciados en mayo y serán revisados a fines de julio. El 45% es la diferencia de precios entre los cortes incluidos en el acuerdo y los que se ofrecen en el mercado en general, según el relevamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Lo que sí ocurrió es que el nuevo convenio amplía en forma significativa la cantidad de días en que rigen las ofertas: antes eran sólo tres por semana y ahora serán los siete. Esta rebaja permanente implica muchas más toneladas de carne a un valor inferior y puede llegar a provocar un efecto en la competencia de los súper, un impacto que hasta ahora no había tenido. En las cadenas sólo se comercializa entre el 15% y el 33% de la carne vacuna, según cifras del sector. Es decir, entre el 66% y el 85% se vende en las carnicerías, incluidas las de locales chinos. Por eso, entre los matarifes advierten de que el nuevo acuerdo aún sigue siendo acotado y no llega a los barrios más humildes, donde no están radicados los supermercados.
El asado de tira es el que está más rebajado en las cadenas respecto del precio del mercado en general: la diferencia es del 45%, entre $ 359 y 664 por kilo. La carne picada entre las góndolas cuesta $ 265, un 35% más barata que en el promedio, donde alcanza los 407. La paleta acordada está 23% más accesible, a 485, frente a los 629 relevados por el Indec.
Esta diferencia de precios ha llevado a los supermercados a limitar las ventas, por ejemplo, a 20 kilos por cliente. Sucede que algunos competidores chinos y de otros orígenes terminaban abasteciéndose en las grandes cadenas.
AR