La petrolera Exxon conocía con precisión desde finales de los años 70 el cambio climático que provoca la acumulación de gases de efecto invernadero. Tenía los estudios científicos propios que corroboraban el calentamiento del planeta causado por el uso de combustibles fósiles mientras montaba su campaña mundial de desinformación sobre la crisis climática.
Gracias al trabajo de sus propios científicos, la petrolera “previó antes y con exactitud la amenaza del calentamiento global causado por los humanos y al mismo tiempo orquestó una campaña de propaganda para retrasar la acción climática”, según una investigación de la Universidad de Harvard publicada este jueves en Science.
Con esos informes en la mano, Exxon supo cuándo sería evidente el origen humano del cambio climático y calculó de manera razonable la cantidad de carbono que podría emitirse a la atmósfera para contener el calentamiento extra del planeta por debajo de los 2ºC. “En cada uno de estos puntos, sin embargo, los comunicados públicos de la compañía contradijeron sus propios datos científicos”, afirman los investigadores Geoffrey Supran, Naomi Oreskes y Stefan Rahmstorf .
En cada uno de estos puntos, sin embargo, los comunicados públicos de la compañía contradijeron sus propios datos científicos
Esta evidencia se une a la que estos mismos investigadores hicieron pública en 2017, que mostró cómo esta compañía mentía en público sobre la realidad del cambio climático y sus implicaciones. Exxon desplegó luego una campaña de desprestigio contra los científicos de Harvard.
Lo que prueba este trabajo –que revisa los propios documentos internos de la petrolera– es que, de manera general, las proyecciones sobre el incremento de temperaturas globales de los técnicos de Exxon se correspondieron con la realidad de lo que le ocurrió al planeta.
Así, los científicos internos de Exxon remitieron, desde 1977, al menos 16 proyecciones del incremento de temperatura asociado al aumento de CO2 en la atmósfera. Algunas eran totalmente propias, otras de trabajos de terceros revisados. “Excepto la más temprana de 1977, el resto estuvieron cerca de las observaciones reales”, dice el trabajo. Proyecciones realizadas en 1980, 1982, 1985, 1994, 1997, 2001 y 2003.
“Era consciente de la ciencia y previó la subida”
Todo ese conocimiento científico llegó a los gestores de la empresa. Por ejemplo, la proyección totalmente propia producida en 1981 y llamada Estimación media del incremento de la temperatura global en el escenario de crecimiento alto de Exxon en el siglo XXI se adjuntó al informe Efecto invernadero preparado por el departamento de ingeniería e investigación, que fue “distribuido ampliamente a los gestores”, escriben los investigadores de Harvard.
Aquel informe se etiquetó como “información del propietario solo utilizable con autorización de la compañía”. Luego volvió a utilizarse el mismo gráfico en una presentación interna de Exxon en 1984 llamada CO2, efecto invernadero y asuntos climáticos, han descubierto los autores.
En resumen, “las proyecciones de Exxon eran precisas a la hora de predecir el calentamiento global”. Es decir, que la petrolera “era consciente de la ciencia climática de su tiempo, contribuyó a esa ciencia y previó correctamente la subida de las temperaturas”.
Diseminar incertidumbre como política de empresa
Pero la política oficial de Exxon –establecida por escrito, al menos, en memorándums desde 1988– fue “enfatizar las incertidumbres de las conclusiones científicas en cuanto al potencial de los gases de efecto invernadero”.
Sin embargo, los propios científicos internos “no enfatizaban la incertidumbre de manera especial en sus informes”, revisaron los investigadores. De hecho, “excluían la posibilidad de un calentamiento global sin origen humano. En ningún momento sugirieron que ese calentamiento pudiera no ocurrir y tampoco que las incertidumbres fueran lo suficientemente grandes como para no poder distinguir entre las causas humanas y naturales del calentamiento de la Tierra”.
“Decidió mentir, difundir la incertidumbre como estrategia de mercado y esto tiene que tener consecuencias legales”, opina la oceanógrafa y consultora de la Universidad de Pensilvania, Anna Cabré, que subraya que “la empresa ya sabía en los años 70 que las emisiones de dióxido de carbono de su negocio provocaban el calentamiento global y el cambio climático” en declaraciones al Science Media Centre.
Exxon decidió mentir, difundir la incertidumbre como estrategia de mercado y esto tiene que tener consecuencias legales
Exxon, además, se esforzó en sembrar dudas sobre los modelos que se utilizaron para proyectar la subida de temperaturas a medida que los gases producidos por la quema de petróleo, gas y carbón se acumulaban. “Son poco fiables”, fue su frase.
En 1999 el que era CEO de la compañía, Lee Raymond, llegó a declarar públicamente: “Las proyecciones están basadas en modelos climáticos sin comprobar o sobre meras especulaciones”. Y su sucesor, Rex Tillerson –que luego sería secretario de Estado de Donald Trump–, añadió ya en 2015 (el año del Acuerdo de París): “No sabemos en realidad cuáles son los efectos sobre el clima de [una concentración de CO2 de] 600 partes por millón (ppm) frente a otra de 450 ppm porque los modelos, simplemente, no son así de buenos”.
Su propio informe de 1982 –el que no podía salir de la empresa– lo decía claramente: la diferencia está en 1,3ºC extra entre ambos niveles.
“Este estudio confirma lo que hemos sabido siempre, que a quienes afecta la transición a energías limpias —las grandes compañías de combustibles fósiles— harán todo lo posible para confundir al público y enlentecer el proceso de descarbonización”, reflexiona el director de Global Carbon Project, Pep Canadell.
El origen humano del problema
Diez informes científicos internos de Exxon apuntaban a que alrededor del año 2000, con un margen de más o menos cinco años, ya sería discernible la mano humana en el calentamiento global. El IPCC declaró en 1995 que “se detectó el efecto humano sobre el aumento de las temperaturas”. En 2000, el panel repitió esa aseveración “con mayor certeza”.
Lo que concluyen estos investigadores es que, la petrolera Exxon no solo tuvo la capacidad para proyectar con precisión el calentamiento del planeta sino que, también, “previó cuándo podría asegurarse su origen humano”. Sin embargo, insistió púbicamente en que la ciencia era incapaz de saber si la subida de temperaturas era causada por actividades humanas o, incluso, medirlo.
Así, en 2004 la corporación hizo esta declaración pública: “Las incertidumbres limitan la posibilidad de hacer determinaciones objetivas y cuantitativas sobre el papel de los humanos en el reciente cambio climático”.
Exxon sabía tanto sobre el cambio climático, su causa humana y los gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera que produjo, entre 1982 y 2005, al menos cinco estudios sobre la cantidad de carbono que todavía puede añadirse para contener la temperatura extra del planeta por debajo de 2ºC, de acuerdo con los recuentos de este equipo de Harvard.
Su presupuesto de carbono en ese momento estaba entre 251 y 756 gigatoneladas de CO2 lanzadas entre 2015 y 2100 para estabilizar la concentración de gas en 550 ppm al final del siglo XXI. Eso supone limitar el uso de combustibles fósiles (como el petróleo) para acotar las emisiones de CO2 y ajustarse a ese presupuesto. “Por lo que sabemos” –dicen los científicos– Exxon no alertó sobre esto a los inversores, consumidores o al público en general“.
RR