El viernes por la tarde, mientras Cristina Fernández de Kirchner se quejaba en el festejo por los 100 años de YPF de que el grupo Techint importará de Brasil la chapa para el gasoducto que lleva el nombre de su fallecido marido, la empresa estatal Enarsa, que preside el cristinista Agustín Gerez, publicaba los pliegos de la demorada licitación para definir qué constructoras instalarán los caños. Allí se deja en claro que el gasoducto Néstor Kirchner, obra clave para el país porque aumentará el suministro de Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires, se hará en cuatro tramos y las compañías individuales podrán hacer sólo uno y las uniones transitorias de empresas (UTE) podrán hasta dos, con lo cual podrá resultar dos a cuatro ganadores en la contienda. La licitación deja claro que el ducto será de 36 pulgadas y que sólo podrán participar empresas nacionales con experiencia en colocar caños de al menos 30 pulgadas.
Este tecnicismo dejó afuera del negocio a CPC, la constructora de Cristóbal López, pese a su buena relación con Alberto Fernández y la vicepresidenta. Sólo cuentan con los antecedentes necesarios unas pocas constructoras como Techint, de Paolo Rocca, que ya ganó como único oferente la subasta para la provisión de los caños; Sacde, de Marcelo Mindlin; BTU, de Carlos Mundin; Contreras Hermanos, que preside Juan Manuel Touceda, y Víctor Contreras SA, que encabeza Carlos Folatti. Las firmas sin experiencia previa en 30 pulgadas tampoco podrán asociarse a estas que la tienen para conformar una UTE, lo que despertó quejas de otras grandes firmas de la construcción. “Deberían permitir que empresas nacionales con antecedentes en caños de menor diámetro puedan hacer experiencia y que aquellas con trayectoria específica puedan complementarse con constructoras importantes que pueden aportar muchísimo, como excavadoras para el zanjeo, campamentos, personal, camiones, etc., que hoy no hay en el mercado. Además puedan aportar capacidad financiera, cosa imprescindible en este tipo de obra. Porque hay firmas con experiencia, pero con un patrimonio neto de 250 millones de pesos, absolutamente poco para este tipo de desafíos”, advierten en una grande que se quedó afuera.
El gasoducto es estratégico porque permitirá ampliar en un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural y ayudará a desarrollar la producción creciente en Vaca Muerta. El ducto tendrá una extensión de 563 kilómetros entre la localidad neuquina de Tratayén y la bonaerense de Salliqueló, atravesando Río Negro y La Pampa. El proyecto también incluye obras complementarias como el gasoducto Mercedes-Cardales, de 30 pulgadas, que quedará a cargo del ganador del cuarto tramo de la licitación.
“Seguimos adelante con el proyecto de transformación que marcará el rumbo de nuestro país para los próximos 25 años”, celebró Gerez en un comunicado difundido el viernes, antes de que el sábado se desatara el escándalo por las acusaciones contra él de parte de fuentes ligadas al posteriormente despedido ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. “El proceso licitatorio prevé su culminación durante agosto de 2022, cumpliendo así con los cronogramas originalmente establecidos”, prometió el presidente de Enarsa. La obra debería estar lista para el invierno de 2023, de modo de reducir en un tercio las importaciones de gas, encarecidas por la guerra de Ucrania.
Al día siguiente de ese parte de prensa, la empresa estatal emitió otro pero para responderle a Kulfas. Recordemos que primero había hablado Cristina Kirchner quejándose de que se permitiera a Techint importar la chapa de Brasil, en lugar de elaborarla en la Argentina, y reclamándole al Presidente que usara la “lapicera con los que tienen que darle cosas al país”. Con ese laminado, el grupo de Rocca elaborará los tubos en Valentín Alsina. Después fuentes vinculadas al ex ministro le respondieron que la compra de los caños había sido responsabilidad de Gerez y que además el presidente de Enarsa había elegido importar las válvulas a pesar de que había un oferente local al mismo precio que el extranjero, con lo que habría incumplido la ley de compre nacional.
Enarsa respondió así: “El off distribuido a periodistas por el Ministerio de la Producción expresa: 'Es IEASA [N. de la R.: antiguo nombre de la rebautizada Enarsa], con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de IEASA. Ellos armaron un pliego de licitación a la medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 mm de espesor. Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31 mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados Industriales SA)'. Respuesta: la nota carece de conocimiento técnico y más precisamente del proceso licitatorio llevado adelante”. La empresa que preside Gerez recordó que los pliegos establecían caños de 36 pulgadas y espesores de 12,7, 19,1 y 10 milímetros. “En tal sentido, previo a iniciar el proceso licitatorio, Enarsa procedió a solicitar a la Cámara Argentina de Fabricantes de Caños y Tubos de Acero que indicara qué empresas podían cumplir con dichos requisitos técnicos. La respuesta fue que solo SIAT S.A. cumplía [N. de la R.: Siat es la fabricante local de tubos con costura de Techint]. Pese a esto, se realizó un proceso licitatorio internacional para convocar a empresas extranjeras. Hubo consultas realizadas por seis empresas [N. de la R.: eran de China], pero luego solo SIAT S.A. presentó oferta. Se desconoce en el rubro a la empresa Laminados Industriales”. Con posterioridad al escándalo, esta firma italiana con planta en Villa Constitución, Santa Fe, aclaró este domingo que no producía la chapa necesaria para el gasoducto.
En el comunicado de Enarsa también se refirió a la compra de válvulas: “El mismo off distribuido a periodistas por el Ministerio de la Producción expresa: 'Adjudicaron la provisión de válvulas a una empresa importadora en lugar de a un fabricante argentino que ofrecía precios y condiciones similares, incumpliendo el compre nacional. En definitiva, los que están usando incorrectamente la lapicera son los funcionarios de Cristina'. Respuesta: este punto no merece mayores aclaraciones, ya que el proceso licitatorio para la adquisición de válvulas aún se encuentra abierto y el mismo será declarado fracasado por parte de Enarsa debido a que ninguna de las ofertas recibidas cumplen con los plazos de entrega solicitados. No sólo es grave, sino muy penoso y sobre todas las cosas, incomprensible, que una obra de la magnitud e importancia para la Argentina y para el propio gobierno, como lo es el gasoducto Néstor Kirchner, sea objeto de este tipo de acciones”. Es decir, la cuestión de las válvulas puede retrasar aún más la obra.
Por lo pronto, los diputados opositores Graciela Ocaña y Waldo Wolff, de Juntos por el Cambio, presentarán hoy una denuncia penal contra Gerez por los supuestos delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública. Pedirá la citación como testigos de Kulfas, Cristina Kirchner y Antonio Pronsato, que renunció hace una semana a la unidad ejecutora del gasoducto en Enarsa por internas con el presidente de la empresa. También solicitaron el allanamiento de la firma. Ocaña opinó ante elDiarioAR que la judicialización de esta obra clave no implicará necesariamente una mayor demora en su construcción. Pero en el sector privado temen que el escándalo político desatado entre las acusaciones de la vicepresidenta y las de las huestes del ex ministro terminen postergando un proyecto fundamental para el país: “Es una pelea interna del Gobierno y la Argentina se va a quedar sin gasoducto y volverá a gastar muchos miles de millones de dólares en importar gas, que tenemos bajo tierra”.
AR