En un intento por frenar la inflación, que en marzo superó los peores pronósticos oficiales y de consultoras privadas, el Gobierno negocia con las grandes empresas alimenticias una nueva canasta de productos con precios congelados por seis meses, que se sumaría a los programas ya existentes y tendría características propias. Entre ellas, un plazo de vigencia más largo, una distribución que apunta especialmente a llegar a los pequeños comercios de barrio y la instrucción de imprimir el precio del producto en el paquete.
Según pudo reconstruir elDiarioAR, los funcionarios de la Secretaría de Comercio Interior, que conduce Paula Español, le solicitaron a cada una de las empresas con las que se reunieron esta semana que propongan entre dos y tres productos que puedan sumar a la canasta. Estos deben ser representativos del consumo de los hogares argentinos y las firmas deben ser capaces de producirlos en gran volumen, por lo que se les pidió que evalúen con anticipación si existe algún eslabón (como podría ser la provisión de insumos) que pueda entorpecer la producción y distribución.
Entre todas las empresas se conformaría una canasta de entre 100 y 120 productos, que conviviría con el programa de Precios Cuidados. A diferencia de este último programa, que se concentra en productos de primera marca que funcionen como referencia para todo el segmento, para la conformación de esta canasta no se hizo la misma exigencia, pero sí que los productos puedan conservar sus precios estables por al menos 180 días a partir de mayo. El plazo también se diferencia del que rige para Precios Cuidados, que se ajusta de manera trimestral.
La canasta que se impulsa ahora tiene más similitudes con los Precios Esenciales impulsados por el gobierno anterior, que congeló el precio de 64 productos entre abril y octubre de 2019. Del mismo modo que ahora, el plazo inicial terminaba justo antes de las elecciones.
La intención del Gobierno es que esta canasta llegue a todo el país y que, a diferencia de lo que ocurre con Precios Cuidados y Precios Máximos, no esté concentrada sólo en las grandes cadenas de supermercados sino que tenga “capilaridad” y presencia fundamentalmente en todos los pequeños comercios de barrio, donde se registra una inflación por encima del índice general. Será un desafío que esto pueda cumplirse, dado estos comercios barriales no suelen proveerse directamente de las grandes empresas productoras de alimentos como los supermercados, sino que compran a mayoristas, sumando otro eslabón a la cadena.
Una herramienta que propuso el Gobierno para garantizar que los alimentos lleguen con el mismo precio a todas las góndolas es que se le imprima el precio de venta acordado en el paquete.
La negociación se da en un clima tenso entre el Gobierno y las empresas, que desde hace meses centran su principal reclamo en la derogación del programa de Precios Máximos, que desde marzo de 2019 mantiene los precios de alimentos, productos de higiene y cuidado con ajustes muy por debajo de la inflación. De acuerdo a la última prórroga, vence el 15 de mayo próximo. Según señalaron diversas fuentes empresarias, la promesa oficial es darlo finalmente de baja a partir de la consolidación de esta nueva canasta, aunque la expectativa de que eso se cumpla es baja. “Pienso que a esta altura no se dará de baja nada, nunca”, dijo un ejecutivo de una gran empresa alimenticia local.
El Gobierno, por otra parte, piensa desenlistar productos de ese programa solo en tanto se garantice que al salir no se disparará el precio del producto, como se pudo observar en algunos productos ya liberados. “En este marco, donde las avivadas están a la orden del día no es el mejor”, señalan fuentes internas de la discusión.
En las últimas 48 horas el Gobierno se reunió con Molinos, Mastellone, Arcor, Unilever, Las Marías, Bimbo, Aceitera General Deheza, Procter & Gamble, Molino Cañuelas, Mondelez, y Danone, entre otras. Quedó en comunicarse luego de manera telefónica para conocer, una vez avanzadas las discusiones internas de cada firma, las opciones de productos propuestas por cada firma para integrar la canasta.
DT