En su informe de perspectivas económicas globales publicado este martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene en el 3,2% su previsión de crecimiento de la economía global para este año, pero la bajó al 2,7% para el 2023, cuando espera que buena parte del mundo se acerque o caiga en recesión. En este contexto de desaceleración mundial, mantuvo las proyecciones económicas para la Argentina y estimó que crecerá 4% en 2022 y 2% en 2023.
Los datos fueron dados a conocer hoy martes, durante la presentación oficial del World Economic Outlook (WEO) en el marco de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial, donde advierten que los riesgos que ya frenaron la evolución económica mundial van a persistir. Según el Fondo, al menos un tercio de las economías mundiales entrarán en recesión técnica el próximo año, donde tendrán al menos dos trimestres consecutivos de contracción de su producto bruto interno (PBI).
“La economía global está experimentando una serie de desafíos turbulentos. Una inflación más alta que la vista en varias décadas, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistente pandemia de Covid-19 pesan mucho en las perspectivas”, resume el informe presentado hoy por Pierre-Olivier Gourinchas, el Consejero Económico y Director del Departamento de Investigación del FMI.
Se prevé que la inflación mundial aumente del 4,7% en 2021 al 8,8% en 2022, pero disminuya al 6,5% en 2023 y al 4,1% en 2024. En este contexto, calculan un 25% de probabilidades de que la situación empeore y el crecimiento global del 2023 no llegue al 2%, cosa que no se daba desde 2001, exceptuando el primer año de pandemia de Coronavirus. Por eso, el FMI anima a los bancos centrales a seguir endureciendo sus políticas monetarias, aunque lleve a una inevitable ralentización económica.
El pronóstico para la Argentina
El FMI prevé una inflación del 95% para 2022 y de 60% para 2023, en línea con las proyecciones del Gobierno en el proyecto de Presupuesto 2023, y en el marco del acuerdo que la Argentina mantiene con el Fondo. En cuanto al crecimiento de la economía nacional, espera que crezca un 4% en 2022 y 2% en 2023, en línea con la situación global.
Estos datos se dan a conocer un día antes que el ministro de Economía Sergio Massa visite Washington para participar de la Asamblea Anual, y tras la reciente aprobación de la segunda revisión del acuerdo, el cual gatilló US$ 3.800 millones que pasaron a las reservas del país.
“Lo peor está por llegar”
“En resumen, lo peor está por llegar, y para mucha gente 2023 se sentirá como una recesión”, dijo Gourinchas en la introducción de este informe, marcado por sus previsiones poco prometedoras. Para el Fondo, los factores que frenan la evolución económica mundial y seguirán haciéndolo son la invasión rusa de Ucrania, que sigue “desestabilizando poderosamente” la economía mundial y ha llevado a Europa a una “crisis energética severa”, así como la espiral inflacionaria en todo el mundo y la ralentización de la economía de China.
En cuanto a las economías avanzadas, el Fondo empeora las previsiones de crecimiento para Estados Unidos (bajó al 1,6% cuando en julio fue del 2,3%), pero mantiene las de 2023 (+1%). En el caso de la zona Euro, cerrará este año con un crecimiento del 3,1%, medio punto más que en la anterior previsión. Es gracias a varios factores, como el mantenimiento de los fondos de recuperación, una política monetaria menos restrictiva y el empuje de España e Italia con sus buenos números en el sector turístico.
Sin embargo, menciona que las principales economías del Euro se verán especialmente resentidas el año que viene, recalcando las “significativas” diferencias entre los países, augurando un freno mucho mayor para los más dependientes del gas ruso. Por eso, en 2023 la zona Euro sólo avanzará el 0,5 %, siete décimas menos que lo que el Fondo calculaba.
Si China frena, el mundo también
El gigante asiático crecerá el 3,2% este año y el 4,4% el que viene según el Fondo, lo que significa una disminución del 1% y 0,2% de lo que calculaba el informe anterior, respectivamente. Apuntan a la política china de Covid cero y sus continuos cierres como los factores que han pasado factura al conjunto de su economía, a lo que añade que sectores clave como el inmobiliario se han “debilitado rápidamente”.
El freno de China es uno de los factores que más afecta el rumbo económico mundial, sobre todo por los graves problemas que está produciendo en las cadenas de suministro. El Fondo Monetario Internacional estima que la situación seguirá “pesando fuertemente sobre el comercio y la actividad globales”.
LC con información de agencias