Con el antecedente de lo que sucedió en el plano educativo, donde un fallo de la justicia porteña revirtió la decisión del presidente Alberto Fernández y restituyó las clases presenciales, esta semana se multiplicaron las presentaciones judiciales de locales y cámaras sectoriales que quieren continuar con su actividad a pesar de las restricciones dispuestas el viernes pasado. En acciones colectivas e individuales, gastronómicos, shoppings y gimnasios solicitaron que se suspenda el decreto 241/2021, alegando una situación económica crítica que se agravará con el nuevo parate.
La última presentación fue hecha ayer por la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC) y quedó asentada en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N°6. Se trata de una acción de amparo contra el Estado Nacional y se solicita una cautelar que suspenda la obligación de cerrar hasta tanto se defina la cuestión de fondo. De acuerdo con el expediente, la medida “provocará daños irreversibles” para los empleos en los shoppings y llega en un momento en que el sector recién iniciaba su lenta recuperación“.
“Decidimos avanzar con este remedio jurídico porque el año pasado estuvimos más de siete meses cerrados, lo que provocó un daño enorme a la industria”, dijo a elDiarioAR Mario Nirenberg, gerente general de la cámara. “Advertimos que hay una discriminación en contra de nuestra actividad, en el sentido que hay galerías abiertas, el comercio en general está abierto y los shoppings centers, que hemos hecho de los protocolos un estandarte, estamos cerrados. Esto provocaría, de continuarse en el tiempo, un grave problema no solo para nosotros sino para los locatarios y las cadenas de producción de las mercaderías”, añadió.
La Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc) ya había presentado el martes un amparo, que formalizó la actitud exhibida por muchos de los locales gastronómicos apenas se conocieron las nuevas restricciones a la actividad. El movimiento de gastronómicos “Sillas al revés” publicó un comunicado anticipando que no acatarían el decreto del Gobierno, que consideraron “un nuevo atropello contra el sector”. A partir de la entrada en vigencia del decreto, restaurantes y bares sólo pueden atender al aire libre y hasta las 19, horario a partir del cual solo queda habilitado el servicio de delivery.
“A mí la rebelión, no. En el estado de derecho las leyes se cumplen. El que esté en desacuerdo que vaya a la Justicia y consiga a algún juez que diga que lo que yo hice está mal”, dijo el Presidente al ser consultado por esta postura de los gastronómicos y otros sectores en una conferencia de prensa, el viernes pasado. Así lo hicieron.
El rubro gastronómico es uno de los más afectados por la pandemia de coronavirus y, según fuentes del sector, desde inicios de 2020 se cerraron más de 10.000 locales y se perdieron 150.000 puestos de trabajo. Los gastronómicos advierten que este nuevo cierre profundizará la crisis, más allá de que el gobierno nacional oficializó la creación del Programa de Asistencia de Emergencia al Sector Gastronómico Independiente, con el que asistirá a los trabajadores con $18.000.
En la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya) también evaluaron seriamente la posibilidad de avanzar la estrategia judicial, pero decidieron no avanzar por el momento. Según dijo a este medio Gabriel Famá, dueño de la heladería Cadore y presidente de la asociación, la idea quedó en suspenso y podría concretarse si las restricciones se prorrogan más allá de los 15 días iniciales. “No lo descartamos para nada”, resumieron.
Otro de los sectores afectados por las nuevas medidas es el de gimnasios, que sólo pueden funcionar si tienen espacios al aire libre o si se realizan las actividades en espacios públicos y en grupos de no más de 20 personas. Esta semana hizo una presentación Saturn Gym Fitness, del barrio porteño de San Cristóbal, y luego replicó la estrategia el gimnasio Target Gym, de Nuñez. En este último caso, solicitó que se lo habilite a funcionar con un aforo del 30%, es decir que las restricciones se retrotraigan a lo dispuesto en la primera serie de medidas tomadas a principios de abril, cristalizadas en el decreto 235/21.
Según fuentes judiciales, las presentaciones de damnificados particulares se multiplicaron en la última semana. Sin embargo, todavía no hay ninguna cautelar dictada y dependerá de los tiempos de la Justicia y de la duración efectiva de las restricciones si alguno de los demandantes logra cumplir el objetivo de rebelarse al decreto presidencial y retomar su actividad.
DT