El presidente Javier Milei mandó al secretario de Ambiente, Turismo y Deportes, Daniel Scioli, a defender su presupuesto de ajuste para 2025. Se conocen desde hace años: cuando Scioli era gobernador kirchnerista de la provincia de Buenos Aires, el Grupo Banco Provincia (Bapro) contrababa al actual mandatario como asesor, en operaciones que le valieron a Milei una investigación de la ahora disuelta Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Allá, por 2015, cuando Scioli fue candidato presidencial, el economista libertario ya lo asesoraba. Ahora trabajan en tándem de vuelta.
Scioli llegó en silencio este martes a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, donde ni lo saludaron quienes hasta 2023 eran sus colegas, los diputados de Unión por la Patria (UP). En un discurso soporífero, como los que lo caracterizan, anunció que se basaría en filminas de un power point. Habló de “campañas digitales de influencers” para fomentar al turismo. “Buscamos ser sede de eventos deportivos de la mano de inversores privados, aspiramos a que pueda volver la Fórmula 1”, dijo, sumándose a la moda Franco Colapinto. “Se llamará a licitacion de servicios en Chapadmalal y Embalse”, dijo también para desementir el cierre de ambos centros vacacionales. “La vuelta del crédito hace accesible los paquetes turisticos”, celebró Scioli.
“Me gustaría hacer mención, porque he escuchado mucha preocupación sobre la eliminación del fondo de la Ley de Bosques: nunca se financió mas del 20% de lo que corresponde, incluso llegando al 2%”, se defendió el secretario. “Se cierra el fondo pero el dinero se girará igual, de acuerdo con lo que han solicitado las provincias”, añadió.
También señaló que en 2023 se deforestaron 200.000 hectáreas, un 75% de ellas de manera ilegal. Más tarde, en la ronda de preguntas de los diputados, Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, le advirtió que “sólo” estará gastando el “2,5% de piso mínimo legal” en bosques: “Sería el presupuesto más bajo desde que se sancionó la ley (en 2007), $170 por cada hectárea de bosque nativo”. Su colega del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Christian Castillo, calculó que hay $541.000 millones de exenciones mineras, “54 veces lo que representa el fondo de bosques”. En vez de responder, Scioli le cedió la palabra a su subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas, que reconoció el ajuste en cuanto a la ley de manejo del fuego y la de protección de bosques: “Como bien lo manifiestan aquí, el Ministerio de Economía puso techos y no podemos superar esos techos”.
Ferraro advirtió que “es muy bajo presupuesto de medio ambiente”, un 45% de ajuste si se cumplen los pronósticos de los economistas relevados por el Banco Central. En Parques Nacionales la poda llegará al 21%. “Más que impacto climatico, hay que hablar de cambio climático”, retó el diputado a Scioli. Después Castillo le preguntó si adhiere al negacionismo de la crisis climática provocada por el ser humano que esgrime Milei. El secretario no contestó. Fue la subsecretaria Lamas quien respondió: “Son creencias del Presidente, nosotros estamos cumpliendo lo que tenemos que cumplir, con la Convencion de Cambio Climático, una cosa es independiente de la otra, estamos cumpiendo con toda la legislación”. Ferraro también se preguntó por la continuidad de las obras de saneamiento del Riachuelo, que deberían dar cloacas a un millón de personas. “El Banco Mundial ya giró los fondos, pero hace meses hay retrasos en los pagos (a las constructoras)”, alertó el diputado. La radical Natalia Sarapura también manifestó su preocupación por el gasto en ambiente y turismo.
Son creencias del Presidente, nosotros estamos cumpliendo lo que tenemos que cumplir, con la Convencion de Cambio Climático, una cosa es independiente de la otra, estamos cumpiendo con toda la legislación
Magalí Mastaler, de UP, le recordó que en 2018, cuando Scioli era diputado de Unidad Ciudadana, se opuso a la privatización de clubes. A ella sí le contestó: “Es verdad, en 2018 tenía esa visión, pero hoy viendo la realidad del fútbol se exige modernizar los clubes”. “¡Era peronista!”, gritó un diputado. Scioli explicó su cambio: “No se impone que ningún club se privatice, sino como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia se dé una alternativa sociedtaria, con dos tercios de los votos de los socios, para incorporar capitales prvados para las necesidades que como ustedes saben tienen muchos clubes”. El secretario chicaneó al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, porque en 2019 estaba a favor de un campeonato de 20 equipos y ahora “por cuestiones políticas” lo amplió a 30.
Cuando arrancó sus preguntas, Castillo, del FIT, recordó: “La ultima vez que compartimos espacio parlamentario fue en 2015, cuando usted era gobernador del Frente para la Victoria y yo diputado (provincial). No le voy a decir (como Mauricio Macri en el debate presidencial de aquel año) '¿en qué te convertiste, Daniel?' Por eso no lo votamos”, lo chicaneó. “¡Hicieron bien”, grito la kirchnerista María Florencia Carignano. “Usted está a la derecha de Macri”, le apuntó Castillo, que vaticinó una mala temporada de turismo en verano, le advirtió por el ajuste en energías renovables en un gobierno que fomenta los combustibles fósiles y pidió tarifa especial de luz y gas para los clubes de barrio.
Cuando terminó la sesión de preguntas y le tocó contestar, Scioli calificó el interrogatorio como “muy interesante”. Surgió entonces la risotada de diputados y periodistas presentes. “Sinceramente lo digo”, insitió el monótono político que empezó en políitica en el menemismo, fue K y ahora volvió a sus orígenes.
Casi al final de la sesión, el presidente de la Comisión de Presupuesto de Diputados, José Luis Espert, le cortó el micrófono Viviana Biasi, del FIT, por supuestamente extenderse en las preguntas. Después el diputado Carlos Castagneto, de UP, casi se va a las manos con Espert porque el libertario lo apuntaba con el dedo. A su turno, Carignano le enumeró a Scioli varias de sus contradicciones en su giro del kirchnerismo a La Libertad Avanza, le recordó que el año pasado se oponía a la privatización de Aerolíneas y le preguntó si en caso de que se venda, iba a “renunciar al cargo o a las convicciones”.
Sobre el final de la reunión de la comisión, Scioli se defendió de las acusaciones de saltimbanquismo de sus excolegas, por haber aceptado continuar como embajador en Brasil con Milei y después sumarse al gabinete somo secretario de Estado, apelando a una máxima peronista: “Primero la Patria, después fue el movimiento y después los hombres, ¿no? Si yo veo que el país necesita en este momento... y hay un presidente que se ha puesto un nuevo eje concreto, en los cuales yo creo, en este nuevo tiempo, de la Argentina en el mundo, ¿por qué no voy a ayudar?”.
“No le da al país para tener una aerolínea que pierda lo que perdía”
Respecto de la privatización de Aerolíneas Argentinas, Scioli se jactó de haber intervenido para evitar el paro y que la empresa pública funcione y preste sus servicios aéreos sin inconvenientes. “No le da al país para tener una aerolínea que pierda lo que perdía, como no le da a la Argentina para tener un Previaje en que se gastaron $900.000 millones, y yo estoy de acuerdo en que se puede haber utilizado en una etapa de la pandemia muy crítica, pero después esto ya es distorsión. Y como tengo en mi vida un pragmatismo, un sentido común, y esto es aplicable a una familia, es aplicable a una empresa, a un país, a una administración, cuando no da, no da”, dijo el funcionario mileísta y exreferente del kirchnerismo“. No abogó por la privatización sino por una ”Aerolíneas equilibrada“.
Finalmente, se jactó de haber “rendido todas las materias en el peronismo”, estando “siempre ahí para ayudar”. Y se preguntó, ya entre algunos pocos aplausos de apoyo de los diputados de La Libertad Avanza: “¿Está mal querer ayudar?”.
AR/JJD