El Gobierno modificó los aranceles de importación de cuatro clases de computadoras portátiles, para elevarlos de cero al 8% y al 16%, según el modelo. La decisión, que impactará en los precios de esos equipos en el mercado interno, se tomó para “fortalecer al sector industrial” argentino y se formalizó a través del Decreto 136/2023, publicado este martes en el Boletín Oficial.
A través de esa norma se modificó otro decreto, de 2021, por el que se incorporaron decisiones del Consejo del Mercado Común del Mercosur que autorizaban a la Argentina a establecer una alícuota distinta al Arancel Externo Común (AEC) para bienes de capital, bienes de informática y telecomunicaciones “incluso del 0%”.
Ahora, el Poder Ejecutivo dispuso elevar al 8% la alícuota para computadoras de peso inferior a 3,5 kilos, con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área superior a 140 centímetros cuadraros e inferior a 560 cm2“.
En la misma línea, modificó la alícuota aplicable en concepto de Derecho de Importación Extrazona (DIE) para llevarla al 16% en el caso de computadoras “de peso inferior a 350 gramos con teclado alfanumérico de por lo menos 70 teclas y con una pantalla de área inferior a 140 cm2” (tablets).
El decreto no incluye al resto de las computadoras que se ofrecen en el país, como las PC de escritorio, All in One, servidores y componentes para ensamblar notebooks, que continuarán ingresando con arancel cero.
El Gobierno justificó esta medida al señalar que “por su impacto económico y social, el desarrollo y promoción de una industria nacional productora de equipamientos informáticos portátiles resulta una prioridad en las políticas desarrolladas por el Gobierno Nacional”.
“El aumento de los niveles de producción de tales equipos redundará en un aumento de la oferta disponible de los mismos en el mercado interno a precios más competitivos y accesibles, permitiendo, a su vez, aumentar los niveles de las exportaciones de los bienes fabricados localmente, de alto valor agregado”, añadió.
Por ese motivo, consideró conveniente “fortalecer al sector industrial en cuestión, generando los incentivos necesarios para la radicación y aumento de los volúmenes de producción de tales equipos”.
La decisión oficial fue cuestionada por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta: a través de su cuenta en twitter, aseguró que a partir de este decreto “las notebooks van a ser más caras”.
“Como el Gobierno de Mauricio bajó los aranceles de importación en 2017, ellos los suben. ¿Los perjudicados? Los argentinos que necesitan una computadora. Trabajar, estudiar, vivir se vuelve más caro”, se quejó el también precandidato presidencial de Juntos por el Cambio.
Satisfacción empresarial por la medida
La decisión “permitirá que coexistan ambos mercados de notebooks, las importadas, por un lado, y las nacionales de fabricación y ensamble nacional por el otro, permitiendo incorporar nuevos empleados a las fábricas”, señaló Federico Freitag, presidente de Solution Box.
El gerente de la Cámara Argentina de Multimedia, Ofimática, Comunicaciones y Afines (Camoca), Carlos Scimone, aseguró que la medida “es un adelanto importante, que veníamos pidiendo”, y pronosticó que “en el segundo semestre se va a sentir en los precios, que van a mejorar bastante”.
“Es la primera vez que, subiendo los aranceles, van a bajar los precios”, sostuvo, al entender que se va a pasar de una situación en que “tres empresas (HP, Dell y Lenovo) manejan el mercado y ahora van a aparecer cinco o seis más, así que la competencia va a ser importante”.
En el mismo sentido se expresó Guillermo Freund, presidente del sector electrónico de Cadieel (Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas), quien confió a esta agencia que el arancel cero de 2017 “generó una situación muy mala para el sector”.
“Se cerraron plantas, se despidió mucha gente y sobre todo se cortó con un proceso virtuoso de desarrollo de tecnologías y capacidades para producción de informática que también deriva en otras categorías, porque partiendo de trabajar con productos masivos como una notebook, se puede pensar en desarrollar y producir otras cosas, como ha pasado en varias empresas”, describió Freund.
Por su parte, el director ejecutivo de Positivo BGH, Juan Ponelli, indicó a Télam que “el decreto refleja un pedido que venía realizando la Industria desde hace mucho tiempo”, debido a que el hecho de que los productos informáticos importados vuelvan al arancel externo común del Mercosur “permite a los fabricantes nacionales volver a un modelo de negocio mucho más sustentable”.
“Un arancel del 16% para este tipo de productos permite salir de la excepción que representaba el 0% que tenía hasta ahora, y de la excepción del 35% que tuvimos en el pasado, es una medida madura, un punto de equilibrio muy saludable para todos los players de la industria”, manifestó Ponelli.
Al respecto, Freund remarcó que el decreto lo que logra es “ponernos en igualdad de condiciones con la industria brasileña”, y aseveró que desconocía “cuáles son las razones por las que la industria informática argentina no puede tener las mismas condiciones que la brasileña, más allá del lobby de algunos sectores”.
En los considerandos del decreto se indicó que “por su impacto económico y social, el desarrollo y promoción de una industria nacional productora de equipamientos informáticos portátiles resulta una prioridad en las políticas desarrolladas por el Gobierno Nacional”.
Con información de agencias