En el último tiempo, la aplicación de la agricultura regenerativa ha crecido exponencialmente en el país. Este enfoque se centra en restaurar y mejorar la salud del suelo, incrementar la biodiversidad y reducir las emisiones de carbono. Estas prácticas no solo buscan mantener, sino también regenerar los ecosistemas agrícolas, a través de medidas como la eficiencia en el uso del agua, la medición y reducción de las emisiones de CO2, y el uso de tecnología avanzada.
La adopción de este tipo de prácticas en la producción de ingredientes para snacks contribuye a una mayor calidad y sostenibilidad de los productos. Al mejorar la salud del suelo, se logra una producción más resiliente y eficiente que requiere menos insumos.
Al mismo tiempo, la integración de tecnología avanzada, como sensores de humedad del suelo y drones para el monitoreo de cultivos, ha permitido a los agricultores gestionar sus recursos de manera más eficiente. Esto incluye la optimización del riego y la fertilización, reduciendo el uso de agua y emisiones de gases de efecto invernadero. A la vez, la utilización de plataformas digitales proporciona información en tiempo real, lo cual ayuda a los agricultores a tomar decisiones basadas en datos que benefician tanto al medio ambiente como a la producción.
Las personas juegan un papel fundamental en esta transición hacia una agricultura más sostenible. Hoy, son ellas quienes exigen que se implementen estas prácticas al momento de producir los alimentos que consumen. Esta demanda por productos elaborados con ingredientes provenientes de prácticas regenerativas está impulsando a más empresas a adoptar métodos sostenibles, creando un ciclo positivo de mejora continua en la industria alimentaria.
Desde PepsiCo, la compañía con mayor producción de snacks en el país, Guillermo Cascardo, gerente de Agronegocios para Argentina, sostiene que la agricultura regenerativa llegó para quedarse. “Actualmente, más del 50% de nuestros productores de papa están implementando al menos dos prácticas propias de la agricultura regenerativa, como la reducción del uso de agua y la utilización de fertilizantes con baja huella de carbono”, mencionó Guillermo Cascardo, gerente de Agronegocios de PepsiCo Argentina. “Además, debido a estas implementaciones, desde 2015, la eficiencia de nuestro uso del agua ha mejorado en un 22%, y nuestras emisiones de GEI han disminuido en más del 20%”, añadió.