El 13 de marzo se cumplen 10 años de la elección del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco, fecha de inicio de un pontificado que impulsa una reforma de la Curia para lograr una “Iglesia pobre para los pobres” y visibiliza las crisis de refugiados y desplazados, al tiempo que se convirtió en una de las mayores voces contra el cambio climático y edificó su tarea pastoral sobre la “misericordia” y la “alegría del evangelio” para promover la fraternidad y la paz a nivel mundial.
La misma noche de su elección, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, Francisco dio la primera muestra de la cercanía con los fieles que mostraría desde entonces y, en un gesto inédito, pidió que fuera “el pueblo” allí presente quien lo bendijera.