Políticos estadounidenses pidieron la extradición del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que actualmente está en Florida, EEUU, después de que miles de sus partidarios asaltaran el Congreso, el Tribunal Supremo y la sede del ejecutivo brasileño este domingo.
Bolsonaro voló a Florida dos días antes de que acabase su mandato el 1 de enero y, desde allí, rechazó de forma tibia el intento de golpe de Estado y negó su responsabilidad en lo sucedido.
“Casi dos años después de que el Capitolio de Estados Unidos fuera atacado por fascistas, vemos como movimientos fascistas en el extranjero intentan hacer lo mismo en Brasil”, escribió la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. “Debemos solidarizarnos con el gobierno democráticamente elegido de Lula. EEUU debe dejar de conceder refugio a Bolsonaro en Florida”.
“Bolsonaro no debería estar en Florida”, dijo el congresista demócrata Joaquín Castro en la cadena CNN. “Estados Unidos no debería ser un refugio para este dirigente autoritario que ha inspirado el terrorismo interior en Brasil. Debería ser enviado de vuelta a Brasil”. Según Castro, Bolsonaro “utilizó el manual de Trump para inspirar a los terroristas nacionales”.
Los congresistas demócratas Ilhan Omar y Mark Takano también pidieron su expulsión: “Bolsonaro no debe tener refugio en Florida”, escribieron ambos en sus redes sociales. “Hace dos años nuestro Capitolio fue atacado por fanáticos, ahora vemos cómo ocurre en Brasil”, dijo Omar. “Las democracias de todo el mundo deben unirse para condenar este ataque a la democracia”.
“La violencia antidemocrática que se vive hoy en Brasil es un recordatorio aleccionador de los peligrosos movimientos fascistas que crecen en todo el mundo”, escribió Takano.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó este domingo “el asalto a la democracia y a la transferencia de poder pacífica en Brasil”. “Las instituciones democráticas de Brasil cuentan con todo nuestro apoyo y no debe menoscabarse la voluntad del pueblo brasileño. Espero seguir trabajando con Lula”, escribió el mandatario en Twitter.
Visado presidencial
Un funcionario consular estadounidense, que prefiere mantener el anonimato, dijo a la agencia Reuters que, casi con total seguridad, Bolsonaro había entrado a Estados Unidos con una visa A-1, reservada para jefes de Estado. Un exdiplomático estadounidense de alto rango consultado por la agencia de noticias también dijo que era casi seguro que Bolsonaro había entrado con una visado A-1.
Este tipo de visado se cancela después de que el beneficiario deje el cargo, pero como Bolsonaro salió de Brasil y entró en Estados Unidos antes de que terminara su mandato, el funcionario con el que contactó Reuters sospecha que el visado de Bolsonaro sigue activo. Según el funcionario, que tiene experiencia con la cancelación de visados para ex jefes de Estado, no hay un límite de tiempo establecido sobre cuánto tiempo alguien puede permanecer en Estados Unidos con el visado A-1.
“Estamos en territorio desconocido”, dijo. “¿Quién sabe cuánto tiempo se va a quedar?”.
John Feely, embajador de EEUU en Panamá entre 2016 y 2018, cuando la nación centroamericana solicitó la extradición de su expresidente Ricardo Martinelli, dijo que Estados Unidos podría expulsar a Bolsonaro sin justificación legal.
“Estados Unidos puede expulsar a un extranjero, incluso a uno que entró legalmente con visado, por cualquier razón”, dijo Feeley a Reuters. “Es una decisión puramente soberana para la que no se requiere ninguna justificación legal”.
¿Refugio en Italia?
Según el semanario brasileño Istoé, Bolsonaro podría estar sopesando pedir a la embajada de Italia en Brasilia que acelerase la emisión de la ciudadanía para él, su esposa y su hija.
Bolsonaro tiene raíces italianas: su bisabuelo emigró en 1888 desde Véneto, una región en el norte de Italia. Dos de los hijos del exmandatario, Flávio y Eduardo, solicitaron en 2019 al Gobierno italiano el reconocimiento de la doble ciudadanía. Según ha informado el diario brasileño Metrópoles, los dos hijos acudieron a la embajada italiana en Brasilia para avanzar en el proceso de obtención de la ciudadanía nueve días después de perder las elecciones en octubre. Flávio, que ocupa el cargo de senador, afirmó que querían la ciudadanía italiana, pero negó que fuera a abandonar Brasil.
El tratado de extradición de Italia con Brasil recoge que Italia puede denegar la extradición si la persona es ciudadana italiana en el momento de la solicitud de extradición.
Bolsonaro ya estaba siendo investigado en cuatro causas penales del Tribunal Supremo antes de las elecciones, pero podría enfrentarse a más problemas legales por las investigaciones del Supremo sobre las protestas tras los resultados de los comicios presidenciales.