Un quinto aspirante a la presidencia de Nicaragua en las elecciones de noviembre fue detenido por presuntos delitos contra la soberanía, informó la policía, con lo que ya son 17 los opositores encarcelados en una ola de arrestos lanzada este mes.
Miguel Mora, quien también es periodista, fue detenido en la noche del domingo en su casa por “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos y pedir intervenciones militares”, dijo la policía en un comunicado, según la agencia de noticias AFP.
Como los demás arrestos del mes, el de Mora se realizó en virtud de una ley de seguridad que el Gobierno del presidente Daniel Ortega aplica a opositores y que ha sido duramente criticada.
El comunicador era precandidato a la presidencia por el evangélico Partido de Renovación Democrática (PRD) al que el tribunal electoral le quitó la personalidad jurídica en mayo, dejándolo fuera de las elecciones del 7 de noviembre.
Con Mora son 17 los opositores detenidos y el quinto precandidato a la presidencia bajo arresto a cinco meses de las elecciones generales, en las que no se descarta que Ortega, de 75 años y con 14 consecutivos en el poder, busque un cuarto mandato sucesivo.
La redada policial contra opositores inició el pasado 2 de junio con el arresto domiciliar de la aspirante a la presidencia Cristiana Chamorro, 67 años, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro.
Según los sondeos, Chamorro era la más popular de los postulantes a la silla presidencial y potencial rival de Ortega en las elecciones de noviembre. La política es acusada de lavado de dinero a través de una fundación con el mismo nombre de su madre.
También están detenidos el exdiplomático Arturo Cruz, el politólogo Félix Maradiaga y el economista Juan Sebastián Chamorro, primo de Cristiana.
Mora era director del cerrado canal 100% Noticias, actualmente en formato digital. Es la segunda vez que es encarcelado, luego de un primer arresto el 21 de diciembre de 2018 bajo cargos de incitar al odio para promover “actos terroristas” durante una ola de protestas antigubernamentales que ese año sacudió el país centroamericano. Fue liberado seis meses después bajo una ley de amnistía.
El Gobierno considera que las manifestaciones de 2018, que se saldaron con 328 muertos y miles de exiliados, según organismos humanitarios, fueron un intento de golpe de Estado para apartar a Ortega del poder.
La semana pasada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció en un nuevo informe “la grave escalada de la represión” en Nicaragua en forma de detención de precandidatos a cargos públicos, defensoras de Derechos Humanos y periodistas independientes.
La CIDH manifestó su “enérgica condena” por la actuación de las autoridades “en los últimos días”, en referencia a la detención de varias figuras de la oposición.
“La CIDH urge al Estado de Nicaragua a cesar la represión y, en particular, a liberar a todas las personas privadas de la libertad arbitrariamente”, señaló el organismo internacional en un comunicado.
CB con información de agencias