¿Cómo es que una persona puede estar inconsciente pero, aún así, coordinar sus extremidades para caminar? ¿Cómo sabemos cuándo estamos realmente despiertos? El sonambulismo explica todo esto. Se clasifica como una parasominia, un comportamiento anormal durante el sueño como pueden ser también los terrores nocturnos.
Los expertos definen las parasomnias como errores en el tiempo y el equilibrio en el cerebro mientras estamos entre la vigilia y el sueño, y no les dan categoría de enfermedad sino de fenómenos. Suelen aparecer sobre todo en la etapa infantil, con una incidencia máxima entre los cuatro y los ocho años, y acostumbra a desaparecer en la adolescencia. La prevalencia en la población adulta suele estar entre el 1% y el 15%.
Más allá de andar dormido
Además de la típica idea que se tiene del sonambulismo de caminar dormido, también involucra otras acciones complejas.
- Antes de caminar, es posible que la persona se siente en la cama y mire alrededor confundida.
- No hace falta que se pasee, sino que simplemente puede levantarse, poner bien las sábanas y acostarse, o sentarse en la cama y volver a acostarse.
- Puede salir corriendo para huir.
- Habla o grita mientras camina, con los ojos abiertos y un aspecto confuso y vidrioso.
- No responden a las preguntas, aunque en algunos casos pueden hacerlo de manera parcial.
- La persona realiza acciones diarias rutinarias como abrir puertas o ventanas y encender la luz.
- A menudo, estas acciones se realizan en el lugar equivocado, como orinar en la basura, mover muebles o salir por una ventana.
- En ocasiones, puede producirse un comportamiento hostil y violento.
Es difícil despertar a una persona sonámbula. Cuando lo hace por sí sola, suele estar muy confundida debido a que normalmente no se acuerda de lo que ha sucedido. Los adultos pueden recordar algún fragmento, pero no todo lo que ha ocurrido. Por otro lado, los episodios de sonambulismo pueden durar desde unos pocos segundos hasta media hora.
Es más común que ocurra durante el primer tercio de la noche, cuando el cuerpo está en la fase no-REM, en la primera mitad de la noche, en la etapa más profunda de sueño. Durante este período de tiempo es cuando solemos hacer acciones en la cama como girarnos de un lado a otro, es cuando el cerebro se calma (en la fase no-REM el cerebro no está muy activo, pero el cuerpo sí), por tanto, no estás soñando.
Los sonámbulos, en consecuencia, no están representando sus sueños. Algunos expertos se refieren al sonambulismo como un “trastorno de la excitación”, lo que significa que hay algo que provoca que el cerebro se despierte del sueño profundo, por lo que la persona se encuentra en un estado de transición entre el sueño y la vigilia.
¿Por qué ocurre?
La probabilidad de ser sonámbulo aumenta si los padres también lo han sido. En concreto, se calcula que la probabilidad de que esto suceda está en un 45% si es un progenitor el que lo ha sufrido y en un 60% si son los dos progenitores. La tendencia a tener sonambulismo, por lo tanto, puede heredarse, en concreto se calcula que el 80% de los niños con este trastorno tiene algún familiar también con el mismo problema.
Pero hay otros factores que influyen:
- La falta de sueño
- Los horarios desordenados y caóticos de sueño
- El estrés
- La falta de magnesio
- El consumo de alcohol
Son algunos de los factores que se han asociado con la probabilidad de desencadenar sonambulismo durante la noche. Pero hay otros tantos:
- En algunos casos, este fenómeno nocturno también pueden provocarlo una serie de problemas respiratorios, como padecer síndrome de apnea-hipopnea de sueño, sobre todo en niños, que consiste en pausas anormales en la respiración durante el sueño.
- Otra causa habitual es el desarrollo inmaduro del cerebro en el niño, de ahí que tenga dificultades para salir completamente del sueño muy profundo o despertarse, lo que se traduce en un despertar incompleto.
- La ingesta de ciertos medicamentos también puede aumentar las fases de sueño profunda y hacerlas aún más profunda, lo que se traduce en mayor riesgo de que aparezcan episodios de sonambulismo.
Debido a que en un 5% de los casos se mantiene un comportamiento de riesgo (accidentes con electrodomésticos, caídas por las escaleras, etc.), es recomendable fijar algunas medidas de seguridad, como cerrar puertas y ventanas. A pesar de que se mantiene un cierto nivel de alerta, el funcionamiento cognitivo y la capacidad de juicio están muy alterados. El mayor problema está no tanto en el trastorno en sí, que se considera benigno, sino en que se produzca un accidente durante la fase de sueño.
¿Se puede tratar el sonambulismo?
¿Se puede despertar a una persona sonámbula? La idea de que no se puede despertar es un mito. El problema está en que la persona, cuando se despierta, está en un estado de confusión y puede ponerse nerviosa. Lo más recomendable es guiar suavemente al sonámbulo de regreso a la cama. La mayoría de las personas solo tienen un episodio por noche, por lo que es poco probable que vuelva a levantarse.
En la mayoría de los casos, el tratamiento para el sonambulismo pasa por seguir unas adecuadas pautas de sueño, es decir, dormir las horas necesarias, seguir una rutina diaria para ir a dormir cada día, no acostarse con la vejiga llena (según los expertos, la necesidad de orinar por la noche puede ser un desencadenante de las parasomnias), evitar la exposición de contenidos violentos en la televisión antes de ir a dormir, etc.
M.Ch.