El flamante presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi, designó como ministro del Interior al general Ahmad Vahidi, uno de los presuntos participantes del atentado a la sede de la AMIA, en la ciudad de Buenos Aires, el 18 de julio de 1994.
Vahidi fue ministro de Defensa del país asiático entre 2009 y 2013, durante la presidencia de Mahmoud Ahmadinejad, el mandatario que firmó el memorándum de entendimiento con el gobierno de Cristina Kirchner, a comienzos de 2013, y por el que la expresidenta tiene una causa en la Justicia tras ser acusada de encubrir a los sospechosos del ataque a la mutual judía, que causó la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
En septiembre de 2009, la designación de Vahidi en el gobierno iraní fue repudiada por el Parlasur. “La decisión adoptada por el presidente iraní constituye una afrenta innombrable a las víctimas de la masacre y sus familias, y por eso merece el repudio de toda la comunidad de naciones democráticas”, afirmó en aquel momento la asamblea parlamentaria del Mercosur, en un comunicado oficial.
Además, el excomandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, está incluido en una lista negra de Estados Unidos, bajo el mandato de Barack Obama, desde 2010 y la Interpol lo busca por su supuesta participación en el ataque con bomba que destruyó la mutual judía de Argentina.
“Estamos agregando a nuestra lista una serie de instituciones e individuos que están ayudando a Irán a financiar programas nucleares y de misiles y a evadir las sanciones internacionales”, dijo en aquel entonces el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.
Al año siguiente, en junio de 2011, Vahidi fue expulsado de Bolivia, durante una gira por la región, en la que compartió dos actos con el entonces presidente Evo Morales, lo que provocó una queja formal desde la Argentina. David Choquehuanca -en ese momento canciller de Bolivia y en la actualidad, vicepresidente- envió una carta de disculpas a su par Héctor Timerman, en la que calificó como un “grave incidente” la visita del funcionario acusado.
“El gobierno de Bolivia ha tomado las previsiones correspondientes a fin de que el señor Ahmad Vahidi abandone de inmediato el territorio boliviano”, dijo Choquehuanca, tras la interpelación del fallecido fiscal Alberto Nisman, quien era titular de la Unidad de Investigaciones (UFI) por el ataque a la AMIA.
En 1994, cuando ocurrió el atentado contra la AMIA, Vahidi era el jefe de una unidad de elite de la guardia revolucionaria iraní: las fuerzas Al Quds, responsables de las operaciones militares del gobierno de Teherán en el extranjero y de numerosos atentados terroristas en diferentes partes del mundo. Con rango de general, tuvo durante más de una década un rol preponderante en el ejército.
Pese a su formación como ingeniero industrial, Vahidi, nacido en 1958, desarrolló su carrera pública en el área de Defensa, desde que se sumó a la Guardia Revolucionaria Islámica en 1980, de la que fue uno de sus comandantes entre 1980 y 1988. Entre otros cargos ha sido viceministro y ministro de Defensa, durante el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad, y director del Centro de Investigación de Defensa Estratégica de 2013 a 2016.
El grupo de los acusados y reclamados por el Estado argentino ante la Justicia internacional lo completan el expresidente de Irán Alí Akbar Hahsemi Rafsanjani; los exministros Alí Fallahijan y Alí Akbar Veleyati; el ex comandante Moshen Rezai; el exjefe de Seguridad Exterior Imad Fayez Moughnieh; el exconsejero cultural de la embajada Mohsen Rabbani, y el tercer secretario de la delegación diplomática en Buenos Aires, Reza Ashgari.
Nuevo Gabinete
La mayoría de los nuevos ministros designados por Raisi pertenecen al sector intransigente del régimen, lo que da un atisbo inicial a su posible orientación en los próximos cuatro años.
Por otro lado, Raisi, clérigo conservador y extitular del poder judicial, postuló al diplomático de carrera Hossein Amirabollahian al puesto crucial de ministro de Relaciones Exteriores en momentos que Washington y Teherán tratan de revivir el acuerdo nuclear con las potencias mundiales.
La lista de ministros debe ser confirmada por el Parlamento.
Amirabollahian, de 56 años, ha prestado servicios en varios gobiernos de las últimas décadas. Fue vicecanciller para asuntos árabes y africanos bajo el presidente populista Mahmoud Ahmadinejad, conocido por negar el Holocausto y por su controvertida reelección en 2009.
En 2013, cuando asumió la presidencia el relativamente moderado Hassan Rouhani, quien logró el acuerdo de mitigación de las sanciones a cambio de aceptar límites al programa nuclear, Amirabollahian conservó su puesto antes de pasar a ser asesor de asuntos internacionales del expresidente del Parlamento.
Las partes del acuerdo nuclear se han reunido en Viena durante meses para tratar de revivirlo. La última ronda de conversaciones finalizó en junio sin fijar fecha para su reanudación. Raisi ha prometido que se enfocará en la mitigación de las sanciones que han golpeado la ya maltrecha economía iraní.
Además, Javad Owji, de 54 años, con largos años de servicios en el sector vital del petróleo y el gas, fue postulado como ministro de Petróleo. Mientras que Rostam Ghasemi, ministro de Petróleo bajo Ahmadinejad, fue postulado como ministro de Caminos y Urbanización. La lista incluye al general Mohammad Reza Ashtiani, ex subjefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, como ministro de Defensa.
Con información de agencias.
IG