El frente de izquierda Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social) superó por poco a la coalición electoral Ensemble ! (Juntos !) del presidente liberal Emmanuel Macron en la primera vuelta de las legislativas francesas de este domingo, según las primeras proyecciones de voto.
Nupes logró entre el 25 % y el 26,2 %, y Ensemble entre el 25 % y el 25,8 %, según indicaron cuatro institutos demoscópicos al cierre de los colegios electorales.
La derechista y ultranacionalista Agrupación Nacional (RN) quedó en tercer lugar, al recibir entre el 18,9 y el 19,7 por ciento de la votación. Marine Le Pen, líderesa del antiguo Frente Nacional, y rival derrotada de Macron en el balotaje presidencial, fue consagrada diputada de su circunscripción, en el empobrecido y desindustrializado noroeste del país, con el 55% de los votos. La derecha tradicional, gaullista, del partido Los Republicanos (LR) tendría del 11,3 % al 12,5 por ciento. La nueva derecha impulsada por Éric Zemmour vendría después.
La abstención rondaría un récord para una primera vuelta, al situarse en torno al 52,5 por ciento. El actual récord es de 2017, cuando la abstención fue del 51,3 por ciento. Pero no significa una caída drástica, sino que, al contrario, se inscribe como un avance moderado, en un largo proceso de caída de la participación en las legislativas iniciado en 1998.
Las proyecciones apuntan también a que la alianza de Macron no tiene garantizado renovar su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, que está en 289 escaños sobre un total de 577.
El fin del estilo personal de gobernar
Conviene recordar que en la V República francesa los períodos más productivos de la Asamblea Nacional en su trabajo propiamente legislativo nunca fueron aquellos en que el partido de gobierno comandó una mayoría absoluta en la Legislatura. Antes bien, fueron fértiles aquellos otros en que el oficialismo, al frente de una mayoría relativa, forjó acuerdos con sectores de la oposición. Como los años en que el socialista François Mitterrand presidió sin mayoría propia en la Asamblea, y negoció sus apoyos primero con comunistas y después con centristas. Esas legislaturas dieron forma y sancionaron el marco legal hoy vigente, que articuló a Francia en armonía con el desarrollo creciente de las instituciones supranaicionales en el marco del proyecto de la Unión Europea (UE). Administrador por vocación y profesión, ex socialista, ex ministro de su predecesor François Hollande,
Macron fue elegido presidente por primera vez en 2017 sin haber postulado antes a ningún cargo ejecutivo regional o local. Ni legislativo. Durante los cinco años de su primer período presidencial, el progreso del liberalismo económico fue de la mano del regreso del absolutismo político. La holgada mayoría en la Asamblea le permitía al Presidente legiferar sin el engorro de consensuar con el pueblo a través de sus representantes; sólo retrocedía ante las demandas populares directas, como la movilizadión de los 'chalecos amarillos'.
Ballottage para el gabinete ministerial de Macron
Tampoco había ganado nunca antes una elección Élisabeth Borne. Y todavía no ganó ninguna. La ingeniera que Macron designó como primera ministra después de que en la elección presidencial hubiera recibido el mandato para un nuevo período de cinco años en el Eliseo. Esta tecnocrática funcionaria enfrentó el domingo en las legislativas su primer desafío político competitivo. Hasta ahora, había debido la movilidad burocrática ascendente de su carrera al despliegue sin desfallecimientos de sus habilidades administrativas. En Calvados, sobre la costa de ese océano Atlántico Norte que presta su nombre a la OTAN, la candidata oficialista de más alto perfil pasó con holgura a segunda vuelta.
No fue un logro reñido, ni muy disputado, el de Borne. En la región de Normandia, este departamento que destila calvados, aguardentoso licor de sidra DOC (Denominación de Origen Contralado), es sólido feudo macronista.
Del gabinete de Macron, quince titulares de carteras se presentaron a las legislativas. Con el objetivo de procurarle al oficialismo una banca más en la Asamblea. Y con el simultáneo y legítimo propósito de procurarse una legitimación política popular para promociones y responsabilidades crecientes que en sus carreras les han ido adjudicando en los pasillos del poder administrativo en mérito a su eficacia administrativo.
Todas las candidaturas de integrantes del gabinete de ministros pasaron a la segunda vuelta del próximo domingo. Lo que equivale a decir que tampoco nadie del gabinete de Macron ganó en primera vuelta aquella banca de la Asamblea para la que se había candidateado.
La derrota de una candidatura del gabinete en la segunda vuelta de las legislativas significa ineluctable dimisión inmediata y alejamiento del cargo y funciones ministeriales. En conformidad a una regla no escrita, pero inflexible, aplicada por Macron desde 2017.
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