MÉXICO: DOS MESES CON Y SIN AMLO Análisis

Claudia Sheinbaum, nueve semanas y media en el poder

Ciudad de México, México —

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Desde hace ya más de 60 días, Claudia Sheinbaum Pardo ejerce como primera mandataria mexicana. Esta ingeniera y cientifica de profesión y militante política de vocación es la primera mujer en el primera magistratura de los Estados Unidos Mexicanos. Según el análisis límpido pero previsible de la oposición partidista o extraparlamentaria se ha cumplido un bimestre desde que Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) 'gobierna por control remoto' desde “La Chingada”, su quinta en Tabasco, al sureste tropical del país. Sheinbaum se planteó, desde el tiempo de la campaña electoral, la construcción del segundo piso de la cuarta transformación social programada por el oficialismo del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Declaración inequívoca de continuidad con la gestión de su predecesor y promotor. A solo nueve semanas de la inauguración del nuevo sexenio resulta más bien difícil buscar las distancias que la nueva mandataria ha tomado respecto de AMLO.

La sombra del Caudillo y los claroscuros de la Justicia

Las batallas en curso que libraba el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a la conclusión del sexenio de Lopez Obrador, previsiblemente se han prolongado hacia el último trimestre de 2024. El más sonado de estos conflictos ha sido la reforma constitucional que modifica el Poder Judicial y establece la elección directa de miles de jueces. La reforma se sostiene en la premisa de que el voto para la elección de autoridades judiciales amplía la democracia.  

Sin embargo, la reforma no fue del gusto de los trabajadores del poder judicial que recibieron a la nueva presidenta sosteniendo una huelga que llevaba varias semanas a principios de octubre y que se prolongó hasta inicios de noviembre. Un informe de Mexicanos contra la Corrupción, organización abiertamente anti-morenista, mostró que para los años 2015-2016 en promedio cada servidor titular del poder judicial tenía dos parientes consanguíneos trabajando en el mismo órgano. De modificarse los modos de elección de los jerarcas de este poder, también habrían cambios laborales para los beneficiarios de estas redes de nepotismo. 

Entre finales de octubre y principios de noviembre, la nueva presidenta de MORENA ganó más poder en México. El Congreso federal, donde el oficialismo de Claudia Sheinbaum y espacios políticos aliados son mayoría, modificó los alcances y contenidos de las facultades de la Corte Suprema para revisar las reformas constitucionales: de ahora en adelante, la Justicia sólo puede observar la legalidad de la forma ritual de los procedimientos seguidos para dar curso a una reforma constitucional, pero nada puede decir sobre la substancia de la reforma adoptada.

La iniciativa renovadora chocó contra una oposición férrea en la Corte Suprema de Justicia que alegó que la Justicia corre riesgo si en lugar de incorporar magistrados funcionarios que respondan a la ley se dotaba de un personal que respondiera al electorado. Otros comentaristas señalaron que si bien las camarillas capturan parte de los estrados judiciales, la reforma no garantiza que otras nuevas, ahora auspiciadas por MORENA, vengan a capturar estos espacios. Algo que podría catalogarse como un circulación de élites.  

La pugna fue larga e intensa. El ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Juan Luis González Alcántara Carrancá propuso inclusive una sentencia constitucional que le daba a la CSJ la atribución de interpretar si las reformas a la Constitución estaban de acuerdo al espíritu de la voluntad del pueblo que aprobó la constitución original, en 1917 (P. 45). La sentencia con toques espiritistas no prosperó. El tándem del poder Ejecutivo y el poder Legislativo, donde MORENA tiene control de ambas cámaras después de acuerdos con senadores disidentes de los partidos de oposición, terminó por ser muy pesado para oponérsele.

Entre finales de octubre y principios de noviembre el poder Legislativo blindó la reforma constitucional al limitar las revisiones de contenido que puede hacer el poder Judicial, quedando a este solamente poder hacer observaciones sobre la forma ritual de los procedimientos seguidos para aprobar las reformas adoptadas. Derrotados los opositores en el poder Judicial, anunciaron que renunciaran a sus cargos cuando los nuevos y electos jueces y magistrados entren en funciones.  

Winter is coming, o el arancel que viene del frío  

Desde otro frente se anticipó la siguiente batalla de la presidenta Sheinbaum, esta vez sabiendo con precisión la fecha con la que comenzaran las escaramuzas: 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump asuma su segundo mandato al frente de los EEUU. Desde la campaña electoral y luego como presidente electo Trump ha planteado líneas de acción que lo llevarían a estrellarse contra México. Los mexicanos en EEUU son casi cuarenta millones y se estima que 6 millones son indocumentados. Esto los convierte en el principal grupo de migrantes en ese país.

En su primer mandato fue polémica la decisión de levantar un muro que recorra toda la frontera entre México y EEUU. Más allá del fracaso en la edificación de esa obra, el clima político que establece hace recrudecer los controles fronterizos y aumentaron las agresiones de las agencias estadounidenses en la frontera. Para su segundo mandato Trump anunció deportaciones masivas desde el primer día. La intención va acompañada de la estimulación de un clima ideológico xenofobo en EEUU al hablar de cómo los migrantes latinos son criminales y violadores.  

A mediados de noviembre el embajador estadounidense en México, Ken Salazar se pronunció sobre el fracaso de la política de AMLO en temas de seguridad. Los “abrazos y no balazos” no funcionaron, indicó, así como señaló que la frontera México-Guatemala “está rota” en cuanto no ofrece seguridad para nadie. Sheinbaum replicó que Salazar cambia de opinión según las circunstancias y recordó que el mismo Salazar había destacado los avances mexicanos en temas de migración. Sheinbaum enfatizó que México no se subordina a los EEUU y que lo que hay y puede haber es coordinación.

Sheinbaum y Trump mantuvieron una llamada telefónica sobre la cual ambos informaron detallando distintos contenidos. De acuerdo al presidente electo, la mandataria mexicana habría acordado cerrar la frontera sur. Sheinbaum en cambio dijo, en cambio, que habló de tender puentes. La reacción mediática ha sido contrastante. Los medios de línea opositora sostienen que la intervención de la mexicana llevó la relación con EEUU a un nivel aun peor. Los medios proclives al gobierno en cambio han señalado que Sheinbaum puso en su lugar al republicano reelecto. 

Al tema migratorio se sumaron las amenazas de imposición de aranceles que EEUU podría poner a México, Canadá y China. Trump ha dicho que entre sus medidas comerciales podrían ser aplicados aranceles del 25% a los productos mexicanos. Casi el 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino EEUU que, a diferencia de otros países latinoamericanos, se compone mayoritariamente de manufacturas. La relación económica entre ambos países es más íntima: cada dólar exportado a EEUU incluye 50 centavos de una importación previa de EEUU a México.

Sheinbaum se pronunció al terminar noviembre señalando que EEUU deben ser cuidadosos con sus medidas de comercio internacional. Ambos países comparten una larga tradición de relaciones económicas. Varias empresas, entre ellas automotrices, son de EEUU con ensambladoras en México. Los aranceles dañarán empresas que también son de EEUU, según la presidenta mexicana.  

El Tratado de Libre Comercio de los tres países de América del Norte, que incluye también a Canadá, se ha convertido en parte del sentido pragmático mexicano. El gobierno de izquierda de México no va tan lejos como para cuestionar ese basamento de su estructura productiva actual. De cara a una renegociación de su acuerdo comercial, los indicios son claros de que el proteccionismo es el nuevo evangelio portátil del inquilino republicano que el 20 de enero regresa a la Casa Blanca. 

AGB