Justo cuando la guerra de castigo de Israel en Gaza tras el atentado terrorista de Hamas de octubre de 2023 supera los 45.000 muertos, el Congreso de EEUU quiere prohibir a su Departamento de Defensa, el Pentágono, citar en público la cifra oficial de fallecidos proporcionada por el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Entre las 1.813 páginas de la National Defense Authorization Act, que establece el presupuesto y las prioridades anuales del Pentágono, una breve frase que pasa inadvertida introduce la cláusula vestida de lucha antiterrorista:
“Al evaluar el número de bajas y víctimas mortales durante las hostilidades, el Departamento de Defensa no podrá citar como fidedignas en comunicaciones públicas cifras de víctimas mortales obtenidas por organizaciones terroristas designadas por Estados Unidos, entidades gubernamentales controladas por organizaciones terroristas designadas por Estados Unidos o fuentes que se basen en cifras facilitadas por organizaciones terroristas designadas por Estados Unidos”, sostiene el texto.
La ley fue aprobada la semana pasada en la Cámara de Representantes —con 281 votos a favor y 140 en contra (81 demócratas apoyaron el texto)— y este lunes el Senado ha aprobado por abrumadora mayoría llevar la votación definitiva sobre la ley en los próximos días. Se espera que la legislación se apruebe con facilidad. Una vez votado, el texto debe ser firmado y ratificado por el presidente Joe Biden.
El veto al recuento oficial de fallecidos ha pasado más desapercibido por la polémica que ha generado la cláusula que pretende excluir determinados tratamientos de reafirmación de género a los hijos transexuales de miembros del Ejército.
En junio de este año, la Cámara de Representantes ya aprobó una enmienda (269 votos a favor y 144 en contra —62 demócratas apoyaron la propuesta—) a la ley presupuestaria del Departamento de Estado en la que también le prohibía citar las cifras proporcionadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza.
“Hay tanto racismo antipalestino en esta Cámara que mis colegas ni siquiera quieren reconocer que los palestinos existen, no lo hacen cuando están vivos y ahora tampoco cuando están muertos. Es repugnante. Es la negación del genocidio”, dijo entonces la congresista Rashida Tlaib, palestinoestadounidenase.
Sobre la fiabilidad de las cifras
La ONU, medios de comunicación y ONG han utilizado las cifras de muertos proporcionadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza pese a las dudas que han planteado en ocasiones autoridades israelíes y estadounidenses, incluido el presidente Joe Biden.
Diferentes análisis y estudios han considerado que la cifra de 45.000 fallecidos proporcionada por las autoridades en Gaza es fiable. Un artículo publicado en diciembre de 2023 en la revista Lancet concluía que “no hay pruebas de un recuento inflado de fallecidos por parte del Ministerio de Sanidad de Gaza”. “El escepticismo público del recuento actual del Ministerio de Sanidad puede debilitar los esfuerzos para reducir el daño civil y proporcionar asistencia para salvar vidas”, sostiene el autor.
El artículo compara la cifra de trabajadores de UNRWA muertos en la Franja con la cifra total de fallecidos del Ministerio de Sanidad y extrae de ambos datos la tasa de mortalidad por cada 1000 habitantes. “Si las cifras de mortalidad del Ministerio de Sanidad estuviesen muy infladas, se esperaría que la tasa fuese más elevada que el ratio de mortalidad para UNRWA. Sin embargo, la tasa de mortalidad del Ministerio de Sanidad es menor que en el caso de UNRWA”, señala el investigador, que explica y justifica con cifras la validez de su estudio comparativo.
“Históricamente, los cálculos del Ministerio de Sanidad de Gaza han sido correctos, con una discrepancia con análisis independientes de la ONU de entre 1,5% y 3,8% en conflictos anteriores”, recuerda el artículo.
Otro artículo publicado en la misma revista científica argumenta que la cifra real de fallecidos es probablemente mucho más elevada. Incluso la ONU ha dado por buena la cifra de 10.000 desaparecidos facilitada por la Defensa Civil Palestina.
El análisis de The Lancet estudia las “muertes indirectas” que ocurren en todos los conflictos armados a causa de la falta de atención médica, expansión de enfermedades, falta de comida, saneamiento... “Esas muertes indirectas multiplican entre tres y quince veces la cifra directa de fallecidos. Aplicando un cálculo conservador de cuatro muertes indirectas por cada muerte directa a la cifra de 37.396, es plausible calcular que hasta 186.000 personas o más han muerto a causa del conflicto en Gaza”. Aplicando el mismo criterio a los 45.000 muertos de hoy, la cifra se elevaría a 225.000.
El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo a Le Monde que las cifras del Ministerio de Sanidad son fiables. “Hemos estado trabajando con el Ministerio de Sanidad palestino durante muchos años, especialmente en conflictos anteriores. Nuestras evaluaciones son muy similares a las suyas y, en algunos casos, nosotros incluso teníamos cifras más altas”.
“En los últimos cinco o seis ciclos de conflicto en la Franja de Gaza estos datos se consideraron creíbles y nunca nadie los cuestionó”, dijo Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, en el primer mes de ofensiva israelí, cuando se lanzaron las primeras dudas sobre la cifra de fallecidos.
Otras organizaciones también están llevando a cabo ese trabajo de verificación de muertes. La Universidad de Uppsala verificó a través de su base de datos de conflictos armados 30.000 muertos entre octubre de 2023 y mayo de 2024, lo que también se acerca al recuento oficial.
Algunas informaciones de medios israelíes sostienen que incluso la inteligencia israelí da por buenas las cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza.
El futuro de la Franja
Mientras esto ocurre, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha dejado claro en un mensaje en la red social X que su Gobierno “controlará Gaza de forma segura y con total libertad de acción” después dela guerra, equiparando este territorio a la Cisjordania ocupada, donde las fuerzas israelíes controlan todos los movimientos de los ciudadanos palestinos, excepto en algunas urbes bajo dominio de la Autoridad Nacional Palestina. La Corte Internacional de Justicia ya ha declarado ilegal la ocupación israelí en los territorios palestinos.
Estas declaraciones del titular de Defensa coinciden con informaciones sobre supuestos avances en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, en el marco de las que tanto Israel como Hamas se muestran “optimistas”. “Es importante señalar que, según fuentes familiarizadas con el asunto, todavía hay lagunas. Sin embargo, tenemos optimismo”, ha dicho a EFE bajo anonimato una fuente próxima a las negociaciones.
Desde hace meses, esas conversaciones –auspiciadas por Qatar, Egipto y EEUU– no han dado frutos porque para Hamas es una condición irrenunciable la retirada de las tropas israelíes de la Franja; mientras que Israel quiere mantener presencia en las fronteras y en algunos corredores en el interior del enclave, donde el Ejército ya ha levantado infraestructuras para permanecer a largo plazo.
Por su parte, el activista y negociador israelí Gershon Baskin ha dicho en X que, si bien hay “señales positivas de que se está gestando un acuerdo”, hay que esperar a que finalmente ocurra. “Es importante recordar que no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo. Desde julio, Hamas ha estado dispuesto a un acuerdo por etapas, según la demanda israelí. Pero Hamas enfatizó que sin un compromiso israelí de terminar la guerra en la segunda etapa, incluida una retirada total de Gaza -con garantías internacionales-, Hamas no aceptará un acuerdo”, ha advertido Baskin.
“Hamas no va a acordar la liberación de todos los rehenes si el Ejército israelí permanece en Gaza; incluso si hubiera un alto el fuego temporal, no durará si Israel tiene la intención de evitar el libre movimiento de un millón de gazatíes que quieren volver a sus hogares”, principalmente en el norte de Gaza.