Las autoridades rusas detuvieron este sábado a 3.296 personas durante las protestas que se celebraron en 122 ciudades en apoyo al líder opositor Alexéis Navalny, según el portal OVD-info. En Moscú, donde se registraron los enfrentamientos más duros entre los manifestantes y la policía, hubo 1.294 detenidos y en San Petersburgo, 489.
Las protestas fueron convocadas por el equipo de Navalny, para exigir su libertad y reclamar la dimisión del presidente ruso Vladímir Putin. El líder opositor se encuentra en estos momentos encarcelado a la espera de juicio, por haber violado, presuntamente, las condiciones de una pena suspendida en 2014, que podría acarrearle ahora tres años y medio de cárcel.
A diferencia de protestas anteriores, que apenas trascendían de las dos principales ciudades rusas, las manifestaciones de este fin de semana se registraron por todo el país, siendo las más activas Novosibirsk, Voronezh, Nizhni Nóvgorod, Kazan y Jabárovsk. El equipo de Navalny las calificó como las “mayores de la historia rusa contemporánea”. “Fue una protesta a escala de todo el país. Le mostramos a Putin nuestra fuerza”, afirmaron los seguidores del opositor, que han convocado nuevas manifestaciones para el próximo fin de semana.
El equipo de Navalny llamó a sus seguidores a no dejarse amedrentar por “los propagandistas” del Estado y prometió reembolsar las multas impuestas por las autoridades. Según los opositores, la jornada del sábado significó “una victoria del valor y el espíritu sobre el terrorismo de estado”.
En las anteriores protestas anticorrupción convocadas por Navalny el 12 de junio de 2017 fueron arrestadas 1.769 personas en más de 150 ciudades rusas, recordó el portal Meduza.