“Get Brexit Done”, decía Boris Johnson para ganar la batalla interna en la derecha británica. “Taking back control”, clamaban sus seguidores como grito soberanista ante la salida de la Unión Europea. Pero, a medida que pasan las semanas y los meses, y a falta de que Johnson deje de prolongar unilateralmente las moratorias en Irlanda del Norte y el Brexit termine de culminarse, las consecuencias de la salida de la Unión Europea se están traduciendo en problemas de convivencia en el Ulster, bloqueo en las negociaciones para un tratado de libre comercio con EEUU, y escasez y desabastecimiento de combustibles y productos frescos por la fuga de trabajadores comunitarios y extracomunitarios ante las trabas crecientes para trabajar en Reino Unido.
Reino Unido arrastra en los últimos meses una escasez de conductores de camiones que se traduce en estanterías vacías en supermercados. Pero ahora, según publica Bloomberg, la escasez también se está notando en el sector bancario. Las contrataciones internacionales, en su mayoría de la UE, representan aproximadamente una quinta parte de los 1,1 millones de personas que trabajan en los servicios financieros del Reino Unido, pero el Brexit hace que sea más difícil y costoso atraer personal extranjero.
Parada (eterna) en boxes
La escasez de conductores de camiones en el Reino Unido también está golpeando a las estaciones de servicio, incluidas algunas de propiedad de BP y Exxon Mobil, empresas de capital británico.
Según informa Reuters, la Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA, por sus siglas en inglés), que representa el 65% de las 8.380 estaciones de servicio de Gran Bretaña, dijo este viernes que el 27% de los surtidores estaban secos; el 21% tenía solo un tipo de combustible en stock, mientras el 52% tenía suficiente gasolina y diésel.
La tensión se desató en algunas estaciones de servicio en los últimos días por la falta de combustible.
Johnson intentó reaccionar movilizando al ejército y ampliando los visados de trabajo temporales a los conductores de camiones extranjeros hasta la víspera de diciembre, ante el temor de que la campaña navideña sea un fiasco.
Aun así, convencer a los conductores de camiones de Europa del Este para que regresen al Reino Unido será complicado, a pesar de que eran un pilar del sector de transporte de Gran Bretaña antes del Brexit y el Covid-19. Un portavoz de la Asociación Húngara de Transporte por Carretera dijo a Bloomberg que ahora había “mucha desconfianza” después de tantos vaivenes y ante el temor de quedarse “en la estacada” después de que expire el visado.
Downing Street argumenta que la mayoría de los problemas están relacionados con el Covid, y señalan los ciudadanos del Reino Unido, y no solo los conductores de camiones extranjeros, han abandonado la industria del transporte por carretera, lo que ha provocado una enorme escasez de personal.
No obstante, basta salir a la calle para ver que el resto de Europa no tiene escasez de gasolina y ha logrado mantener abastecidos los supermercados. “He pasado por algunas gasolineras en el centro de Bruselas esta mañana: servicio normal, sin colas, sin escasez”, tuiteó estos días Sebastian Fischer, portavoz de la representación permanente de Alemania ante la UE, con el hashtag #BenefitsOfTheSingleMarket.
Según Politico, aproximadamente 14.000 conductores de la UE abandonaron Gran Bretaña el año pasado, mientras que miles de trabajadores de la industria alimentaria también regresaron a sus países de origen. El hecho de que Londres tenga que emitir visados de emergencia a los trabajadores de la UE muestra su dependencia de los trabajadores no británicos después de que muchos partidarios del Brexit acusaran a los trabajadores europeos de quitarle puestos de trabajo a los británicos.
A consecuencia de ello, el Gobierno británico decidió a principios de este mes que, debido a los problemas de la cadena de suministro, pospondría de nuevo el papeleo y los controles sobre los productos que llegan desde la Unión Europea. Por el contrario, la UE sí ha establecido controles para los exportadores británicos desde enero, lo cual concede a los productores comunitarios una ventaja competitiva sobre los del Reino Unido, ya que no tienen que cumplir con controles aduaneros.
“Los trabajadores de la UE con los que hablamos no irán al Reino Unido para obtener un visado a corto plazo para ayudar al Reino Unido a salir de la mierda que ellos mismos crearon”, dijo Hanne Edwin Atema, de la Federación Holandesa de Sindicatos, según recoge Politico.
Cerdos en el limbo
Después de que la escasez de camioneros haya provocado el pánico en las compras en las gasolineras, ahora los ganaderos advierten de que la escasez de carniceros y trabajadores de mataderos podría forzar un sacrificio masivo de hasta 150.000 cerdos, informa Reuters.
Minette Batters, presidenta de la Unión Nacional de Agricultores, dijo que un sacrificio de hasta 150.000 cerdos podría ser inevitable “en una semana, diez días”.
La grave escasez de carniceros y mataderos en la industria de procesamiento de carne también se ha visto agravada por el Covid-19 y la política de inmigración británica posterior al Brexit, que ha restringido el flujo de trabajadores de Europa del Este.
El Gobierno anunció el domingo un plan para emitir visados temporales para 5.000 camioneros extranjeros y 5.500 trabajadores avícolas para aliviar la escasez, pero, de momento, no ha anunciado planes para otros sectores: afirma que las empresas deberían invertir en su mano de obra y mejorar los salarios y las condiciones.
Lizzie Wilson, de la Asociación Nacional del Cerdo (NPA), dijo a Reuters que la escasez de carniceros suponía que las empresas procesadoras estaban operando a un 25% menos de capacidad.
“Actualmente hay alrededor de 120.000 cerdos en la granja que ya deberían estar dentro de la cadena alimentaria a estas alturas”, dijo Wilson: “Está llegando al punto en el que le decimos al gobierno que si no recibimos ayuda pronto tendremos que considerar la posibilidad de sacrificar cerdos en la granja, porque esa es nuestra única opción”.
Y más problemas con Francia...
Las tensiones entre París y Londres han aumentado sobre el acceso a las aguas de pesca, después de que el Reino Unido rechazara tres cuartas partes de todas las solicitudes de barcos franceses para pescar en las aguas alrededor de las Islas del Canal.
“Ya no podemos aceptar que el Reino Unido no respete el acuerdo Brexit y los derechos garantizados a nuestros pescadores”, dijo en Twitter Clément Beaune, ministro de Estado de Asuntos Europeos.
El acuerdo sobre derechos de pesca era parte del acuerdo Brexit, pero ha sido un foco de fricción entre París y Londres, sobre todo en mayo, cuando los dos países enviaron patrulleras y Francia amenazó con cortar el suministro de electricidad a Jersey.
...y con Irlanda del Norte
Mientras tanto, el Reino Unido y la UE buscan enfriar las tensiones por la disputa por el Brexit relacionada con Irlanda del Norte, que mantiene abierta la guerra de las salchichas.
Fuentes del Gobierno británico esperan propuestas de Bruselas y confían en que las próximas semanas de negociaciones reduzcan la posibilidad de una acción drástica, como tratar de salirse del protocolo que mantiene una frontera abierta entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Las partes se están preparando para semanas de intensas conversaciones para resolverlo. La UE planea ofrecer propuestas el próximo mes para abordar las quejas británicas.
La rebelión escocesa
Alrededor de las tres cuartas partes de los escoceses piensan que el Brexit ha ido “mal”, según una encuesta de YouGov para el Partido Nacional Escocés. El SNP defiende que la independencia era la única forma de “mantener a Escocia a salvo del daño a largo plazo” de abandonar la UE.
La encuesta revela que menos del 20% piensa que va “bien” y más de la mitad piensa que va “mal”. La encuesta de Yougov, realizada el miércoles online, pidió a personas de todo el Reino Unido que calificaran el progreso del Brexit en una escala de “muy bien” a “muy mal”.
De las 6.456 personas que participaron, sólo el 4% opinó que iba bien y el 14% opinó que iba “bastante bien”. Por el contrario, más de una cuarta parte (el 32%) pensaba que iba “muy mal”, mientras que el 21% dijo que el Brexit había ido “bastante mal”.
La encuesta se produce después de los problemas de suministro de combustible y alimentos y también de las advertencias de la industria pesquera de que sus medios de vida estaban siendo destrozados y de los problemas fronterizos en los que se han visto retenidos los productos durante días.
En Escocia, que votó a favor de quedarse en la UE con un 62% contra un 38%, solo el 3% de la gente piensa que va “muy bien”, mientras que solo el 8% piensa que va “bastante bien”. En el extremo opuesto, el 22% piensa que va “bastante mal” mientras que el 46%, el grupo más grande de cualquier región del país, dijo que va “muy mal”.
Escasez de sonrisas
Según informaba la BBC, David Duffy, copropietario de Duffy Circus, está haciendo un llamamiento para que la gente de Irlanda del Norte se convierta en payaso. La pandemia de Covid-19 ha provocado una escasez de artistas, ya que muchos regresaron a sus países de origen cuando entró en vigor el primer bloqueo a principios de 2020, según Duffy.
Pero el confinamiento fue difícil para Duffy y su circo ha estado cerrado por más de 500 días. Pronto podrá volver a realizar una gira por Irlanda del Norte, tras los cambios en las restricciones de Covid-19. Pero los artistas han podido conseguir trabajo en otros países que se han abierto más rápidamente.
“Debido a que todos los circos en Europa e Inglaterra han estado en funcionamiento durante los últimos seis meses, ese numeroso grupo de artistas de la UE ya está de vuelta en el trabajo y hasta la semana pasada no hemos podido ni siquiera obtener visados para artistas y animadores de fuera de la UE”, dijo Duffy: “Por eso que estamos tratando de llegar a cualquiera de nuestra gente que sienta que puede intentarlo”.