El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, anunció este jueves que el Gobierno regional decidió dejar de vacunar a los “sanitarios que están en la primera línea” de la lucha contra el Covid-19. Escudero aludió a la falta de dosis culpando al Ministerio de Sanidad por el cambio de criterio en la distribución de las mismas.
La realidad que relatan los sanitarios es muy diferente: durante los últimos diez días se ha vacunado a todo tipo de personas en los hospitales, como reflejan los propios planes de vacunación de la Consejería. Según reconocen a elDiario.es fuentes del departamento que dirige Escudero, hasta ahora, “se ha vacunado al personal de primera línea y a todo el personal, a todos aquellos que presten servicio en un hospital”.
La falta de planificación y el descontrol en el suministro de la vacuna contra el Covid-19 por parte de la Comunidad de Madrid provocaba ya este jueves que los sanitarios de 80 centros de Atención Primaria se hayan quedado sin su dosis.
Sonia –nombre ficticio– tenía cita para ese día en el centro de salud en el que trabaja como enfermera para inyectarse la primera dosis, pero finalmente, no será posible: “Hoy nos ha enviado un mensaje la coordinadora para comunicarnos que se cancelaba por desabastecimiento”, relata a elDiario.es. La Consejería de Sanidad confirmaba después que esta situación se extendía a todos los ambulatorios que tenían previsto iniciar la vacunación esta semana. Como consecuencia, el Gobierno regional retrasó para la semana que viene el comienzo de la vacunación en los centros de salud “en función de la remesa de viales que se reciban”.
El consejero de Sanidad iba este jueves un paso más adelante y confirmaba que tampoco habrá vacuna para los sanitarios de los hospitales que “trabajan en la primera línea”. “Madrid se ha quedado ya sin vacunas para nuevos vacunados. Siento mucho tener que decir esto, pero Madrid no tiene dosis para vacunar a más profesionales sanitarios de primera línea. Por eso nos hemos visto obligados a suspender las previsiones de vacunación de los hospitales”, aseguró durante un Pleno monográfico extraordinario este jueves en la Asamblea de Madrid.
El Gobierno regional inició la vacunación en los hospitales el fin de semana del 9 de enero, en el que Madrid quedó paralizado por las fuertes nevadas provocadas por la borrasca Filomena. Ese día, la autonomía se situaba a la cola de las comunidades que menos dosis habían inyectado desde que se vacunase al primero el 27 de diciembre: 14.000 dosis, un 14,3% de las que había recibido. Pero pese al temporal adverso, que provocó problemas en los accesos de los hospitales, Madrid logró en los últimos diez días remontar el ritmo de vacunación y ya inyectó el 73,2% de las vacunas, por delante de Andalucía, La Rioja, Baleares, País Vasco y Navarra.
Sin criterios de prioridad
El motivo de la remontada, relatan numerosos testimonios de sanitarios de varios hospitales de la región recogidos por este periódico, es que en estos centros se vacunó a todo tipo de profesionales sin seguir los criterios fijados por el Ministerio de Sanidad, a diferencia de lo que ha defendido este jueves el consejero de Sanidad. Escudero aseguró que se fijó un orden de priorización: primero, internos y personal sanitario y sociosanitario en residencias de personas mayores y con discapacidad; segundo, el personal sanitario de primera línea; tercero, otro personal sanitario y sociosanitario, y cuarto, personas con discapacidad que requieren intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida (grandes dependientes no institucionalizados).
Ese orden nunca se cumplió, en primer lugar porque a día de hoy las personas de las residencias siguen sin estar vacunadas. Pero además, las vacunaciones en los hospitales se produjeron sin ningún tipo de planificación. “En mi hospital yo he vacunado hasta al obrero de una subcontratada”, relata una enfermera del hospital de la Paz, que cuenta que inyectó dosis sin que se hayan designado horarios o prioridades. “Bastaba con tener la tarjeta identificativa del hospital que la tiene cualquier persona que esté trabajando en el centro en esos momentos, y ahí también entran personas en excedencia que fueron llamadas para ser vacunadas sobre todo durante los peores días del temporal que sobraban vacunas”.
La misma situación la describen sanitarios de otros hospitales de Madrid: falta de planificación y una vacunación generalizada a todo el personal del hospital sin seguir unos criterios. Algunos de los grandes hospitales, como La Paz o el 12 de octubre, experimentaron durante varios días largas colas con sanitarios esperando recibir su dosis. “La cuestión es que el hospital colgó un cartel de 'mañana se vacuna a las doce' y al día siguiente a esa hora había decenas y decenas de personas en la puerta”, relata un médico del 12 de octubre. “No es que hubiera una intención de colarse, pero acabó pasando porque si no lo planificas la gente no sabe muy bien lo que tiene que hacer”, añade.
Sanitarios de otros hospitales como el de Aranjuez, el Gregorio Marañón o el de Getafe relatan episodios similares. Desde la Consejería de Sanidad reconocen a elDiario.es que se está vacunando a todo tipo de personal de los hospitales sin seguir las pautas marcadas por el Ministerio, que establecían que primero hay que vacunar a los más vulnerables por su exposición con el coronavirus.
Situaciones más cuestionables se sucedieron en otros centros, como es el caso del hospital Clínico San Carlos, donde se han llegado a vacunar a cientos de jubilados, según informó la Cadena Ser esta semana. Este centro, situado en el distrito de Moncloa-Aravaca de la ciudad de Madrid, alegó que sobraban dosis y que debían ponerlas antes de tener que desecharlas (una vez descongeladas solo hay unas pocas horas para administrar la inyección).
Un caso parecido al que desveló elDiario.es en la residencia de mayores Valdesur del grupo Casablanca, donde los trabajadores colaron a varios familiares y sacerdotes durante los primeros días de vacunación. La Comunidad de Madrid limitó finalmente a dos casos las personas vacunadas de forma irregular en esta residencia situada en Valdemoro, en su investigación interna. El Gobierno regional llega a esta conclusión, a pesar de que desde la dirección del grupo que gestiona la residencia reconocieron que habían suministrado dosis a curas, voluntarios y allegados de profesionales del centro, después de que esta redacción develase la irregularidad.
“¿Cuántas personas han vacunado que no eran del Grupo 1 ni del Grupo 2?”, se preguntó Mónica García, de Más Madrid, sobre ese posible uso indebido de dosis.
Ahora, la Comunidad de Madrid informa que priorizará a las personas de los geriátricos y finalizará a lo largo de esta semana el operativo para completar la primera dosis de vacunación frente al Covid-19 en todos los centros socio-sanitarios de la región.