La activista Greta Thunberg declaró este miércoles que “la protección del clima no es un delito”, un día después de ser desalojada de un campamento de protesta contra la extensión de una mina de carbón en el oeste de Alemania.
La ecologista sueca, que está desde el sábado en ese país, fue detenida ayer por participar en una manifestación contra la extensión de la mina de carbón a cielo abierto más grande de Europa, ubicada en el pueblo abandonado de Lützerath.
“Ayer formaba parte de un grupo que protestaba pacíficamente contra la expansión de una mina de carbón en Alemania. Fuimos cercados por la Policía y detenidos, pero nos dejaron marchar esa tarde”, tuiteó la joven activista.
La detención de la ambientalista de 20 años se produjo mientras protestaba con otros manifestantes en el yacimiento de carbón a cielo abierto Garzweiler 2, a unos nueve kilómetros de la mencionada localidad. Fue cuando unos 70 manifestantes, entre ellos Thunberg, se sentaron al borde de la mina de carbón.
Según la Policía alemana, la protesta reunió a más de 15.000 personas el sábado pasado, según los organizadores, unas 35.000. Ese día, la manifestación derivó en enfrentamientos que dejaron decenas de heridos, y los activistas acusaron a las autoridades de haber ejercido “violencia pura”.
Lützerath, el pueblo ubicado al oeste de Colonia que fue abandonado hace un tiempo por sus habitantes y que ahora es propiedad de la empresa energética RWE, llevaba días acordonado y rodeado por una doble valla. Actualmente, se están demoliendo los pocos edificios que quedan para que la empresa pueda excavar el lignito que hay debajo.
El Ejecutivo considera necesaria la extensión de la mina para garantizar la seguridad energética del país, dada la interrupción del suministro de gas ruso. Los detractores del plan rechazan este argumento, alegando que las reservas actuales de lignito son suficientes.
Ese sábado, Thunberg había calificado la ampliación de la mina como una “traición a las generaciones presentes y futuras”, al dirigirse a los manifestantes. “Alemania es uno de los mayores contaminadores del mundo y tiene que rendir cuentas”, afirmó.
LC con información de agencias