El Ejército israelí anunció hoy que sus tropas se preparan para la “entrada” en Líbano, después de que la aviación haya allanado el terreno en los pasados dos días, desde que Israel lanzara el lunes su mayor ofensiva contra Líbano en 18 años, dejando más de medio millar de muertos y casi 2.000 heridos, además de unos 90.000 desplazados de sus hogares.
En un comunicado, el jefe del Estado mayor del Ejército, señaló que los incesantes bombardeos sirven “tanto para preparar el terreno para una posible entrada” en Líbano, como para seguir destruyendo las capacidades de Hezbollah. “Estamos preparando el proceso de maniobra, lo que significa que nuestras botas militares entrarán en el territorio enemigo, entrarán en los pueblos que Hezbollah preparó como grandes puestos militares, con infraestructura subterránea y lanzaderas hacia nuestro territorio”, le dijo Herzi Halevi a los militares desplegados actualmente en el frente norte.
Además, el Ejército llamó a filas a dos brigadas de soldados reservistas para realizar “misiones operativas” en el norte, afirmando que ese refuerzo “permitirá continuar con el combate contra la organización terrorista Hezbollah y la defensa del Estado de Israel, y creará las condiciones para permitir a los residentes del norte de Israel regresar a sus hogares”, que es el nuevo objetivo que se fijó el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que desde la madrugada hasta primera hora de la tarde del miércoles, la aviación atacó más de un centenar de “objetivos” en Líbano, donde fallecieron al menos 23 personas, según las autoridades locales.
Por su parte, Hezbollah lanzó a lo largo del día decenas de proyectiles hacia territorio israelí desde el otro lado de la frontera y casi todos fueron interceptados por las defensas aéreas de Israel. Sólo uno de ellos impactó en la zona de Safed, pero no provocó heridas. En la zona de Nahariya, muy cerca de la frontera con Líbano, dos personas resultaron heridas por la metralla de un impacto directo de cohete contra el kibutz Saar. Según el servicio de rescatistas voluntarios United Hatzalah, citado por la Agencia EFE, los heridos son dos trabajadores de la construcción: uno de ellos, de 35 años, se encuentra en estado grave y otro, de 52, en estado moderado.
Las sirenas que alertan de los ataques aéreos no cesaron de sonar durante la mañana del miércoles en el norte de Israel e, incluso en el centro, cuando un misil tierra-tierra lanzado por Hezbollah hizo sonar las alarmas en Tel Aviv y áreas próximas.
El portavoz de las FDI para la prensa internacional, Nadav Shoshani, afirmó que se trata del primer misil de largo alcance que la milicia chiita lanza contra Tel Aviv, en las décadas de conflicto entre Israel y Hezbollah. Por su parte, el grupo anunció en un comunicado que este miércoles sobre las 06.30 hora local disparó un misil balístico tipo 'Qader-1' contra el cuartel general de la comandancia del Mosad en los suburbios de Tel Aviv. Shoshani puso en duda que ese fuera el objetivo del ataque, que fue repelido y el misil, destruido.
La televisión libanesa Al Manar, perteneciente a Hezbollah, señaló que con este lanzamiento el grupo “introdujo los misiles balísticos en la batalla”. Los misiles de crucero tipo 'Qader' son de fabricación iraní y de medio alcance.
Al menos 23 personas perdieron la vida en los bombardeos de Israel contra diferentes puntos del sur y del este del Líbano, según el Ministerio de Sanidad del país árabe. En un comunicado citado por la Agencia EFE informó que al menos tres personas murieron y otras nueve resultaron heridas en un bombardeo contra la localidad de Al Maaysra, ubicada a unos pocos kilómetros de la turística ciudad de Byblos, al norte de la capital, Beirut, una zona que no había sido blanco de ataques hasta ahora.
Los ataques de la aviación israelí no cesaron desde el lunes, aunque con menos intensidad, sobre todo contra las áreas sureñas, desde las que Hezbollah suele lanzar los cohetes, misiles y drones hacia Israel. Tanto en el sur como en la valle de la Bekaa, en el este, unas 90.000 personas abandonaron sus casas por miedo a los bombardeos, según la ONU.
Con información de la agencia EFE