La crisis en la frontera entre Rusia y Ucrania vive desde hace tres meses un nuevo pico de tensión que ha hecho temer el estallido de un conflicto armado en el continente. Tras una semana de múltiples visitas, reuniones y negociaciones desde todos los flancos (OTAN, Ucrania, Rusia, EEUU y UE), Estados Unidos se comprometió a responder por escrito a las propuestas de Rusia para desescalar el conflicto. Sin embargo, esas propuestas, llamadas por Moscú “garantías de seguridad” y entre las que se incluye un veto absoluto al acceso de Ucrania a la OTAN, parecen irreconciliables. Mira Milosevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano especializada en Rusia, analiza en esta entrevista las claves del conflicto.
¿Cuál es su previsión? ¿Podemos esperar un conflicto armado?
Desde el principio he defendido que no hay que tomar a la ligera el despliegue de las tropas rusas en la frontera con Ucrania. Sobre todo, porque Rusia ha demostrado que puede, que quiere y que ha usado la fuerza militar para cumplir sus objetivos estratégicos. Sin embargo, la intención de Rusia no es invadir Ucrania, sino influir en Ucrania y bloquear la expansión de la OTAN.
Estados Unidos y la OTAN han dicho que no tienen interés en un conflicto armado con Rusia, por lo que la guerra está, por el momento, aparcada. La reunión de este viernes entre Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, y Serguei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, ha demostrado que ambas partes están apostando por el diálogo. Por lo tanto, creo que hoy el conflicto armado está un poquito más lejos que ayer.
Ahora Estados Unidos tiene que responder a las peticiones de Rusia, pero ya ha dicho que rechaza por completo un veto sobre el acceso de Ucrania a la OTAN. ¿Qué espacio hay para una solución diplomática?
Han dicho lo del veto, pero también el presidente Biden dijo el jueves que la OTAN no tiene previsto aceptar a Ucrania a corto plazo. Esto ya es un cambio respecto a las declaraciones del 10 de enero en la primera reunión entre ambos países. Todavía es muy temprano para entrar en matices. Lo que es importante es que en las primeras reuniones del 10 al 13 de enero, ambas partes han constatado que las diferencias son absolutamente irreconciliables. Moscú quiere mantener su zona de influencia en los países ubicados entre la OTAN y Rusia y Estados Unidos insiste en el derecho de estos países y quiere garantizar la soberanía de Ucrania.
Estados Unidos ahora no va a responder algo que Rusia ya no sepa. Por lo tanto, creo que es una manera de ganar tiempo y desescalar la situación. Tanto la reunión del viernes como futuras reuniones no van a traer una solución inmediata porque esto es imposible. No se trata solo de un ataque de Ucrania, sino que se trata de la ambición de Rusia de cambiar el orden de seguridad y defensa europeos.
¿Por qué cree que Ucrania no ha entrado en la OTAN pese a la promesa de 2008 en la cumbre de Bucarest?
No ha entrado por tres razones principales. Cuando se propone la entrada de Ucrania y Georgia en abril de 2008, Estados Unidos no consigue que se cumpla su propuesta, que es aceptar el plan de adhesión de un nuevo Estado miembro. Para todos los Estados que han sido candidatos a entrar en la OTAN, una vez que se les ha dado el estatuto del candidato, se ha trazado un plan de plazos para esta membresía. Eso no se ha hecho con Ucrania y Georgia, sino que se les prometió que algún día entrarían en la OTAN. Esta ambigüedad es lo que realmente ha mantenido a Ucrania y Georgia absolutamente en el limbo. Por un lado, aumentó la amenaza de Rusia hacia ellos por esta promesa y, por otro, obviamente no gozan de la protección de la OTAN.
La segunda razón es la absoluta oposición de Francia y Alemania. Consideran que la OTAN difícilmente puede defender a Ucrania. Rusia es una potencia nuclear y esa defensa es una tarea titánica. La tercera razón es que Ucrania no cumple los requisitos. Desde la promesa de 2008, por ejemplo, Georgia ha avanzado muchísimo y ha cumplido casi todos los criterios para entrar en la OTAN, pero Ucrania no lo ha hecho. La petición de Ucrania sería más fácil de conseguir si cumpliera los requisitos.
¿Cree que esa promesa incumplida que no termina de contentar ni a Ucrania ni a Rusia ha agravado la situación?
Es uno de los principales agravantes de la situación, porque en 2008 nadie quedó satisfecho. Ucrania y Georgia porque no se les dio un plan de plazos de entrada; Estados Unidos tampoco porque no se ha cumplido su idea de aceptar su membresía como se había aceptado en otros casos; y Rusia porque vio que la OTAN iba a seguir ampliándose hacia sus fronteras. La promesa ha empeorado mucho la situación entre Ucrania y Rusia.
¿Existe un interés especial por parte de Estados Unidos y de la OTAN en extenderse hacia el Este o esa promesa responde más al interés de Ucrania y Georgia?
Hasta ahora la OTAN ha insistido en el Artículo 10 de las puertas abiertas, es decir, cualquier país tiene derecho a pedir su ingreso en la OTAN y si cumple los requisitos y otros 30 miembros lo aceptan, pueden estudiar la propuesta. Sin embargo, el país que habla abiertamente de que quiere ser miembro de la OTAN es Ucrania y, en menor medida, Georgia. Los líderes ucranianos hablan más porque se sienten amenazados y creen que la solución sería entrar. Es verdad que si Ucrania fuera miembro de la OTAN, Rusia se comportaría de otra manera porque no entraría en una guerra con la OTAN. Pero Ucrania no es parte y eso explica por qué Rusia actúa de esa manera. Rusia no va a esperar a que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN.
Si el ingreso de Ucrania en la OTAN no es viable en un futuro cercano, ¿por qué el movimiento y la petición ahora de Rusia?
Hay dos o tres razones. La primera es que Rusia está perdiendo influencia en Ucrania. Si nos acordamos de la guerra de 2014 y de los acuerdos de Minsk de febrero de 2015, Rusia pudo invadir toda Ucrania en 2015, pero paró esta invasión porque llegó a un acuerdo en el formato del cuarteto de Normandía con Francia, Alemania, Ucrania y Rusia de que los acuerdos de Minsk suponen un cambio de Constitución ucraniana y una gran autonomía para la población rusa en la región del Dombás. Lo que quiere Rusia es que se cumplan los acuerdos de Minsk y lo que le preocupa es el aumento del apoyo occidental. Me refiero concretamente al armamento defensivo que está recibiendo Ucrania por parte de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Esto se habló en los últimos días, pero Ucrania está recibiendo este material defensivo hace tiempo y es lo que preocupa a Rusia.
La segunda razón es que Rusia ha estado en contra de la ampliación de la OTAN desde los años 90, pero ha pasado de un descontento pasivo (simplemente mostraba su malestar) a un revisionismo activo. Quiere bloquear la ampliación de la OTAN y al exigir la retirada de las tropas de la OTAN y de armamento ofensivo desplegado a partir de 1997, está exigiendo un cambio en el orden de seguridad europeo creado después del final de la Guerra Fría.
A raíz del anuncio de Margarita Robles del despliegue de fuerzas en el Mar Negro ha empezado a circular el lema 'no a la guerra'.
Es absurdo.
Tanto Estados Unidos como la OTAN han insistido en que Ucrania no es un Estado miembro y han evitado mencionar una posible respuesta militar. ¿Cómo reaccionarían Estados Unidos y la OTAN si se diese esa invasión rusa?
Reaccionarían como lo han dicho, que no van a entrar en conflicto armado con Rusia y que van a responder con durísimas sanciones económicas. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos y la OTAN han dicho claramente que no entrarían en una guerra con Rusia por Ucrania porque no es un país miembro, pero sí que garantizarían la estabilidad de los países vecinos.
Si hay una guerra en Ucrania, los países bálticos están en primera línea, al igual que Rumanía y Turquía, por ejemplo. Lo que haría la OTAN es proteger a sus miembros, pero no ayudaría a Ucrania, ni siquiera con armamento defensivo, ya que eso se reserva a los países a nivel bilateral.
El “no a la guerra” es una estupidez. Primero, porque no estamos en guerra. Segundo, porque el envío del buque español al Mar Negro es un acto simbólico de un buen aliado. Estamos en un momento de reacciones simbólicas precisamente porque no estamos en guerra.
¿Cuál es el argumento de Rusia para ver a la OTAN como una amenaza a su seguridad?
En este contexto Rusia es claramente el país agresor por la anexión de Crimea y por el apoyo a una guerra en el territorio de otro país. Esto es claro a primerísima vista. Pero para comprender la actitud de Rusia frente a la OTAN, que es irracional y hasta cierto punto paranoica, es que el pensamiento estratégico ruso y el concepto de seguridad nacional dice que entre Rusia y el enemigo potencial, que en este caso es la OTAN, debe existir una zona neutral y esto es así desde los últimos siete siglos.
Rusia no cree que un país de la OTAN le vaya a atacar, sino que simplemente quiere reafirmar su posición. Mientras que en los años 90 le importaba mucho ser aceptado y cooperar con Occidente, en estos momentos está en el punto de decir “Hasta aquí hemos llegado. Nuestro interés es este, puede que sea irracional, paranoico o lo que sea, pero pensamos así y no queremos compartir frontera con un país que es miembro de la OTAN'.
Desde ese punto de vista estratégico, ¿cómo ve Rusia a Ucrania?
El mismo Vladimir Putin ha publicado un artículo este verano diciendo que no existe realmente un pueblo ucraniano, sino que es un producto artificial de la época comunista y la Unión Soviética. Dice que los rusos y ucranianos son el mismo pueblo. La élite rusa desprecia absolutamente a la élite política ucraniana y el Kremlin cree que Ucrania tiene que ser un territorio neutral entre Rusia y un enemigo potencial.