Lo sorprendente de la guerra de Ucrania no es lo que se sabe sino cuánto se desconoce de un conflicto donde la información lo es todo. En un intento de predecir la trayectoria de la contienda, los analistas están repasando y analizando todo cuanto se conoce sobre las operaciones en el país de los militares rusos pero lo que no se sabe podría ser aún más relevante.
En la semana y media que llevamos de combates, el ritmo de las bajas y pérdidas materiales del bando ruso ha sido uno de los temas en el centro de atención. En este período, se han hecho habituales las imágenes de soldados rusos muertos o capturados, así como de equipos destruidos o abandonados. Ha quedado claro que las fuerzas rusas han perdido de todo, desde aviones y tanques hasta convoyes enteros.
Pero el desgaste no afecta solo a un bando y lo que está mucho menos claro es el nivel de pérdidas sufrido por las fuerzas ucranianas. En las redes sociales de Rusia no hay una avalancha equivalente de imágenes y Ucrania, como es natural, no quiere dar publicidad a los reveses sufridos.
Sí que han aparecido algunas imágenes de equipos militares ucranianos perdidos, como la del buque insignia de la marina hundido, según los ucranianos, por orden de su propio ministro de Defensa en el puerto de Mykolaiv este fin de semana, pero los analistas están tratando de adivinar lo que puede haber ocurrido por lo que no se ve y por lo que no está ocurriendo.
Duramente golpeadas durante los primeros días del conflicto, la fuerza aérea y las defensas aéreas de Ucrania son un ejemplo de lo anterior. Rusia ha comunicado que neutralizó las defensas aéreas del país. Aunque está claro que siguen teniendo alguna capacidad, no se sabe cuánta.
Los cálculos rusos
Esto es importante porque el desgaste no es simétrico, ya que es más difícil atacar una posición que defenderla. Dejando de lado otras ventajas, como la tecnológica, los estrategas militares suelen pensar en una proporción de tres atacantes por cada defensor.
En términos prácticos, lo que eso significa es que los estrategas rusos que diseñaron la invasión a Ucrania habían incluido en sus planes la pérdida de soldados o de equipamiento. Lo que no sabemos es si lo sucedido hasta ahora estaba dentro de esos cálculos, o si los ha superado.
Otra cuestión a la que se ha prestado especial atención es al avance de Rusia en su calendario de ofensiva, un tema del que se ha hablado mucho durante las reuniones informativas de inteligencia y defensa en las capitales occidentales. Se daba por hecho que el Kremlin pensaba en una victoria fácil contra Ucrania durante los primeros días de la invasión, pero la verdad es que no sabemos cuáles eran o siguen siendo las hipótesis militares de Moscú. Ni siquiera sabemos si esos planes han cambiado.
Cuando las fuerzas rusas parecen no avanzar, ¿significa eso que se están “estancando” por algún problema? ¿O es un descanso operativo? ¿O una combinación de las dos cosas? El sábado se planteó la posibilidad del descanso en la última actualización de Frederick Kagan y sus compañeros del centro de estudios Instituto para el Estudio de la Guerra. Sugirieron que las fuerzas rusas en Ucrania podían “haber entrado el 5 de marzo en un descanso operativo, posiblemente breve, mientras se preparan para reanudar las operaciones contra Kiev, Járkov, Mykolaiv y posiblemente Odesa, en las siguientes 24-48 horas”.
Error de inteligencia occidental
Los servicios de espionaje occidentales se equivocaron al suponer, antes de la invasión, que Moscú se contentaría con una campaña limitada en Crimea y el Donbás. Rusia ha atacado de forma mucho más significativa en su intento de tomar la capital, Kiev, y de derrocar al gobierno de Volodímir Zelenski.
Además, queda la cuestión de entender cómo es el control que Rusia ejerce sobre las zonas que dice haber tomado. Los mapas publicados en medios de comunicación y otros lugares muestran grandes áreas ahora bajo control militar ruso, pero lo cierto es que en muchos de ellos se han limitado a colorear las áreas entre carreteras controladas por fuerzas rusas. Pero controlar las carreteras no implica necesariamente controlar el territorio que las rodea.
Luego está la mayor incógnita de todas. Uno de los conceptos clave para entender los conflictos y sus posibles resultados es saber cómo se posicionan los países en la línea que va desde la fragilidad hasta la resiliencia, una cuestión en la que influyen factores como la cohesión social durante el conflicto o la capacidad de mantener un esfuerzo de guerra prolongado, donde cuenta especialmente la movilización de la nación para ese esfuerzo bélico.
Traducido por Francisco de Zárate.