El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, inició este lunes una segunda una ronda de consultas con médicos, presionado por sus aliados de centroderecha del Congreso ante la crítica situación por el coronavirus, para cambiar el comando del Ministerio de Salud, que desde mayo está a cargo del general en actividad Eduardo Pazuello.
El Gobierno informó en un comunicado que el presidente conversó el domingo en la residencia oficial con la cardióloga Ludhmila Hajjar, una crítica de la gestión oficial de la pandemia y favorable a las cuarentenas y medidas de restricción para frenar los contagios.
El cambio es defendido públicamente por el principal socio del Gobierno, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, del conservador Partido Progresista y líder del sector de la derecha conocido como “Centrao”.
El general Pazuello negó su renuncia el domingo y dijo que permanecerá en el cargo hasta que lo decida el presidente, en un mensaje que su oficina de prensa envió a CNN Brasil.
De todos modos, el operativo salida de Pazuello necesita, según analistas, no erosionar a la base militar de Bolsonaro, quien desde el inicio de la pandemia perdió a dos ministros de Salud -Luiz Mandetta y Nelson Teich- porque se oponían a las políticas bolsonaristas de no promover el distanciamiento social ni la máscara y apostar en una inmunidad natural.
En ese sentido, influyó en el juego de poder del Gobierno la aparición del opositor Luiz Inácio Lula da Silva en el escenario nacional luego de que se anularan -en una decisión que debe ser ratificada por el pleno de la corte suprema- las dos condenas de la Operación Lava Jato porque esas causas carecían de vínculos con desvíos de Petrobras.
El sábado, Lula recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus CoronaVac en un vacunatorio móvil instalado por la municipalidad de Sao Bernardo do Campo luego de haberse convertido en el principal posible contendiente de Bolsonaro en las elecciones generales de 22, debido a que recuperó sus derechos políticos.
El rol de Pazuello se desdibujó al ritmo del colapso sanitario e incluso el ministro está siendo investigado por la falta de oxígeno en Manaos a mediados de enero, que provocó la muerte de pacientes internados por Covid-19.
La mayor parte de los gobernadores le quitó el control del combate de la pandemia a Pazuello y le pidieron una coordinación nacional para cerrar rutas y vuelos en el feriado de Semana Santa para evitar el traslado de personas a centros de turismo.
Al menos 13 estados se encuentran con el sistema hospitalario por encima del 80% de ocupación de camas.San Pablo, estado más golpeado por la pandemia y el más poblado, inició este lunes la fase de emergencia con una cuarentena sin comercios ni oficinas, salvo actividad esencial, sin clases presenciales ni uso de parques, plazas o playas.
Los tres estados del Sur se encuentran en colapso con ocupación total, y directores de hospitales han denunciado falta de certidumbre para la adquisición de tubos de oxígeno en Foz de Iguazú, en la frontera con Argentina y Paraguay.
Otra de las opciones para Bolsonaro es nombrar a un diputado del PP -el partido de Lira- que también es médico, aunque el problema para aceptar sigue siendo que un cambio de rumbo destrozaría la narrativa del ultraderechista frente a la pandemia.