El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este lunes el primer deceso por el sismo de magnitud 7,4 en Colima, estado del occidente del país, donde una persona murió por la caída de un muro.
El mandatario publicó en sus redes sociales que el secretario de la Marina, José Rafael Ojeda, reportó que la persona falleció en un centro comercial en Manzanillo, Colima, cerca del epicentro del terremoto, ocurrido a 63 kilómetros al sur de Coalcoman, en el vecino estado de Michoacán.
“En Manzanillo, sí, una persona perdió la vida porque se cayó una barda de la tienda Coppel, sí. Bueno, hay que seguir, almirante, recabando toda la información y el auxilio. Estar pendientes”, expresó López Obrador en una conversación telefónica con el secretario grabada en video.
Este es el primer deceso que se confirma tras el fenómeno, que ocurrió a las 13.05 hora local (18.05 GMT), menos de una hora después del simulacro nacional que se realiza cada 19 de septiembre para conmemorar los terremotos de 1985 y de 2017, ocurridos en esta misma fecha y considerados los más destructivos de la historia reciente.
Minutos antes de hablar con el secretario de la Marina, el mandatario había señalado que “es bueno el reporte porque no hay pérdida de vidas humanas” en una conversación con la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien también descartó afectaciones graves.
“Deben de haber daños solo materiales y en el caso de la ciudad yo no creo que muchos”, manifestó López Obrador en la conversación grabada en video.
Aún así, ciudadanos reportaron que algunos edificios antiguos del centro histórico tuvieron que ser acordonados ante riesgos de afectaciones.
El presidente también habló con el gobernador Alfredo Bedolla, de Michoacán, donde se registró el epicentro.
“Me dice que también daños materiales, afortunadamente, sí, ya tenemos la actualización, fue de 7,4 (la magnitud del sismo), fue bastante fuerte, pero afortunadamente no con muchos daños”, comentó el mandatario.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) primero había reportado una magnitud de 6,8, que después ajustó a 7,4, una cifra que aún podría revisarse.
El sismo también fue perceptible en otras entidades del sur y Pacífico de México, como Colima, Jalisco y Oaxaca, así como en estados del centro y oriente del país, como Morelos, San Luis Potosí y Veracruz, en el Golfo de México.
Apenas horas antes, el presidente López Obrador encabezó una ceremonia para recordar a las víctimas de los temblores del 19 de septiembre de 1985 y 2017.
Según el SSN, el movimiento se registró alrededor de las 13.05 hora local (18.05 GMT) con epicentro a 63 kilómetros al sur de Coalcomán, Michoacán.
Desde entonces, se registraron más de 70 réplicas hasta las 14.00 horas (19.00 GMT), con la mayor de magnitud de 7,1, reportó la CNPC.
En el centro de la Ciudad de México algunos inmuebles fueron desalojados por riesgo de colapso, mientras que en Coalcomán, el hospital Integral Comunitario de Maruata quedó con daños estructurales.
En tanto, en el multifamiliar de Tlalpan de Ciudad de México, uno de los inmuebles que resultaron más afectados, reportaron fugas de gas.
Además, hubo más de 40 reportes por crisis nerviosa en el número de emergencia 911 en la capital.
SIMULACRO HECHO REALIDAD
De acuerdo con las autoridades capitalinas, en el simulacro alrededor de 14.000 altavoces sonaron para dar aviso del supuesto movimiento telúrico que apenas minutos más tarde se hizo realidad.
A las 12.19 horas (17.19 GMT) de este lunes, el Gobierno mexicano encabezó el simulacro nacional que se realiza cada año desde el terremoto de 1985.
Millones de civiles, además de más de 16.000 policías y centenas de vehículos oficiales participaron en el ejercicio y evacuaron edificios, hogares, escuelas y lugares de trabajo para generar conciencia en este tipo de desastres naturales.
Sin embargo, los capitalinos no escondieron su nerviosismo y pánico, pues aunque sabían que se trataba de una simulación, estos ejercicios avivaron los recuerdos de los dos grandes terremotos que ha vivido el centro de México: el de 1985 hace 37 años y el de hace cinco años en 2017.
“Nos remueve todo, porque ahorita es planeado todo, pero (en 2017) fue horrible porque acabábamos de pasar el simulacro y al ratito fue que se nos presentó otro temblor”, rememoró Susana Campos, una de las ciudadanas que participó en el simulacro en el Centro histórico capitalino.
Para Ingrid Valdéz, otra de las participantes en el simulacro, este tipo de actos son una mejora en los protocolos que se deben seguir alrededor de un sismo y un memorial para las personas que perdieron la vida.
“Participar en ellos implica tener respeto y fijarnos en cuáles son nuestras carencias y áreas de oportunidad para desalojar en caso, esperemos que no, de algún evento desafortunado”, apuntó apenas minutos antes de que se volviese realidad.
Y señaló que el sentimiento de temor es compartido pues se recuerdan los sismos de 2017 y sus réplicas.
“Es una buena manera de hacernos conscientes de que en cualquier momento pueden pasar este tipo de cosas y hay que tomarlo muy en serio”, consideró.
REPORTES CONTINÚAN
El sismo también fue perceptible en otras entidades del sur y Pacífico de México, como Colima, Jalisco y Oaxaca, así como en estados del centro y oriente del país, como Morelos, San Luis Potosí y Veracruz, en el Golfo de México.
Apenas horas antes, el presidente López Obrador encabezó una ceremonia para recordar a las víctimas de los temblores del 19 de septiembre de 1985 y 2017.
“Tenemos que seguir hacia adelante, preparándonos, es fundamental la educación para enfrentar estos fenómenos naturales, lo preventivo, porque ya sabemos que contamos con la solidaridad de nuestro pueblo, que es como una bendición”, declaró en su rueda de prensa matutina.
Con información de EFE.
IG