Los brasileños reaccionaron con horror a la noticia de que un juego de celular en el que era posible comprar y vender personas esclavizadas se podía descargar hasta hace poco en Google Play.
Bautizado como “Simulador de Esclavitud” (Simulador de Escravidão), el inquietante juego también permitía a los jugadores infligir diferentes formas de tortura a personajes afrodescendientes.
El juego, que no tenía clasificación por edades, estuvo disponible desde el 20 de abril de este año y se descargó más de mil veces. Los usuarios valoraron positivamente el juego, y uno de ellos lo describió como “excelente para pasar el rato, pero le faltan más opciones de tortura”.
El juego fue retirado de la tienda Google Play el miércoles, pero siguió estando disponible para quienes ya lo habían descargado, informó el diario Folha de São Paulo.
La existencia de un juego que ridiculiza la esclavitud fue recibida con indignación y repudio por los brasileños, que lo denunciaron como racista y pidieron que se hiciera responsable a Magnus Games, la empresa que lo desarrolló, y a Google.
“¡Racismo flagrante! (...) La imagen que ilustra el juego muestra a un hombre blanco rodeado de hombres negros. Es absurdamente violenta. Google y el desarrollador deben responder por este crimen de odio y racismo”, tuiteó Renata Souza, activista negra y política de Río de Janeiro.
“¡El racismo no es un entretenimiento, es un crimen!”, denunció Quilombo Periférico, un colectivo de concejalas negras de São Paulo.
El racismo es un problema persistente en Brasil, que aún está asimilando el legado de la esclavitud. El país importó el mayor número de africanos esclavizados de todo el continente americano –se estima una cifra de cuatro millones– y fue también el último de la región en abolir la esclavitud, en 1888.
“En cualquier momento su hijo negro puede encontrarse con un juego en el que se le reduzca a la esclavitud, y si su hijo es blanco, se le enseñará a través del racismo recreativo a convertirse en un esclavizador en la vida real”, afirmó Bruno Cândido, abogado negro que enseña derecho antidiscriminatorio.
El Ministerio de Igualdad Racial de Brasil dijo que se había puesto en contacto con el desarrollador y con Google para trabajar con ellos en medidas para frenar el contenido racista en línea. Los responsables del producto serán considerados legalmente responsables, según el Ministerio.
Las empresas tecnológicas de Brasil, incluida Google, fueron objeto de críticas recientemente por no moderar los contenidos que incitan al racismo y otros tipos de violencia. El Congreso brasileño está estudiando una ley que obligaría a las empresas de redes sociales y plataformas tecnológicas a identificar y eliminar contenidos delictivos y peligrosos.
“El Ministerio de Igualdad Racial reitera su compromiso irreversible con la eliminación de las desigualdades raciales y la promoción de políticas que frenen la difusión de contenidos racistas en Internet, en los estadios de fútbol y en la sociedad en su conjunto”, afirmó el gobierno en un comunicado en línea, en referencia a los recientes ataques racistas sufridos por el futbolista brasileño Vinícius Júnior en España.
Traducción de Santiago Armando.