Aunque deberíamos estar en medio del pleno invierno sudamericano, varios países del continente experimentaron en las últimas semanas una extraordinaria ola de calor fuera de temporada que, según los científicos, ofrece un inquietante atisbo de un futuro de clima extremo.
La capital argentina, Buenos Aires, registró el 1º de agosto más caluroso de los últimos 117 años. Cindy Fernández, portavoz del Servicio Meterológico, declaró que su país se enfrenta a “un año de calor extremo”. “Las temperaturas invernales se salen de la escala, no sólo en la región central, donde se encuentra Buenos Aires, sino también en las regiones septentrionales fronterizas con Bolivia y Paraguay, donde esta semana se alcanzaron temperaturas de entre 37º C y 39º C”.
Cientos de kilómetros al oeste, en Chile, las temperaturas subieron aún más, hacia los 40º C. “Julio fue el mes más caluroso del planeta desde que hay registros y los Andes viven ahora su propio calvario térmico”, anunció el diario La Tercera, de Santiago. “Aunque estamos en invierno, Chile vive un pequeño infierno propio”.
Raúl Cordero, experto en clima de la Universidad de Santiago, declaró al diario que, en lo que se refiere a temperaturas y precipitaciones, “el invierno chileno está desapareciendo. No es de extrañar que se estén batiendo récords de temperatura en todo el mundo. El cambio climático hace que estos récords se superen cada vez con más frecuencia”, afirmó Cordero.
Partes de Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil también se han estado cocinando, en lo que el meteorólogo Maximiliano Herrera llamó temperaturas “brutales” de casi 39º C. “Durante al menos cinco días más no habrá alivio y no podemos descartar algunos de 40º C”, predijo Herrera en Twitter, donde afirmó que el inusual calor invernal estaba “reescribiendo todos los manuales sobre el clima”.
“Estamos acostumbrados al calor en Paraguay, pero ahora hace tanto calor que no salimos de casa”, dijo Ariel Mendoza, un vendedor de coches de 32 años en la capital de Paraguay, Asunción, mientras el termómetro marcaba 33ºC el jueves. Hace cinco años, el invierno en Paraguay provocaba días fríos, señaló Mendoza. “Pero ahora hace entre 30º C y 35º C en invierno debido al cambio climático”.
En el sombreado campus de la Universidad Católica, a orillas del río Paraguay, Oscar López Grutter, director administrativo de la institución, coincidió en que los últimos inviernos en Paraguay han cambiado a medida que el mundo se ha vuelto más caluroso. “Este invierno es menos frío y mucho más corto”, dijo. “Hay menos naturaleza: hay desorden climático, más coches, más industria, más contaminación. Deforestación, menos árboles y, por desgracia, menos lluvias periódicas”.
La ola de calor en Buenos Aires terminó, pero las temperaturas récord del invierno continuaron sin disminuir en provincias del norte como Formosa y Corrientes. “Este ya es el año más caluroso del que se tiene registro”, dijo Fernández. “Para que se den una idea, tuvimos 10 olas de calor durante este verano de 2023, cuando la cantidad de olas de calor incluso en los veranos más calurosos anteriores a éste nunca superó las cinco”.
También se están registrando máximos históricos en la región meridional argentina de la Patagonia, que se extiende casi hasta el océano Antártico. “Los veranos en la Patagonia son 1,5 grados más cálidos que hace 60 años”, dijo Fernández.