“Ok, lo voy a hacer. Voy a borrar oficialmente a mi ex de mis redes sociales”, dice una joven mientras mira la pantalla de su teléfono con convicción. Se inclina y susurra: “Paso página”.
Las imágenes aparecen en un video del Gobierno neozelandés que parte de la premisa universal de que “las rupturas son una mierda”. Este contenido forma parte de una nueva e inusual campaña de apoyo a los jóvenes que sufrieron una ruptura, que lanza propuestas para gestionar de forma sana los sentimientos.
La campaña Love Better (Ama mejor), difundida a través de los medios de comunicación y las redes sociales más populares entre la generación Z “es una comunidad de jóvenes que acaban de romper y ayudan a otros que están pasando por la misma experiencia, para evitar que un poco de dolor se convierta en mucho dolor”, explica la voz en off del video.
El programa utiliza imágenes reales de jóvenes hablando de cómo afrontan las rupturas, en lugar de utilizar actores que leen un guion. Incluirá videos, artículos, podcasts y otros contenidos en redes sociales como TikTok e Instagram.
Historias reales
“Ningún otro gobierno del mundo probó una estrategia similar”, dice a The Guardian la ministra adjunta de Desarrollo Social, Priyanca Radhakrishnan. “La fuerza de esta campaña radica en la estrategia, partimos de historias reales y crudas, y a través de plataformas que llegan a los jóvenes”.
Según un estudio que encargó el Gobierno en 2022, casi el 80% de los jóvenes neozelandeses de entre 16 y 24 años tuvieron una relación y el 87% de ellos experimentaron un sufrimiento que va más allá del dolor normal de una ruptura. Según el estudio, el 55% de los jóvenes no cree o solo cree “un poco” que podría terminar una relación sin sufrir.
Aunque en gran parte el sufrimiento fue emocional, uno de cada seis jóvenes tuvo que hacer frente a discusiones físicas en el transcurso de su relación.
En 2021, el Gobierno laborista puso en marcha la primera estrategia de Nueva Zelanda para erradicar la violencia en el hogar, un problema que desconcertó a los sucesivos gobiernos y que, aunque es difícil de cuantificar con exactitud, se considera uno de los peores males sociales del país.
“Tenemos unos índices muy altos de violencia familiar y sexual en Nueva Zelanda”, dice Radhakrishnan, que dirigía una organización de acogida antes de entrar en el Parlamento. “Hemos estado trabajando para revertir la situación y sabemos que necesitamos una mirada innovadora para hacerlo”.
El Gobierno explicó que la campaña Love Better costará 6,4 millones de dólares neozelandeses (unos cuatro millones de euros) a lo largo de tres años, asignados a través de convocatorias de financiación previas.
“Es normal tener una mezcla de sentimientos”
Youthline, un servicio de apoyo a los jóvenes, recibió parte de los fondos para un servicio de mensajes de texto y correo electrónico dedicado a atender a los jóvenes que deseen más ayuda cuando se topen con la campaña en Internet.
“Normalmente parece que la única opción tras una ruptura, aparte de odiar a la persona o cortar con ella, es no sentir nada por ella”, dice Jo Madsen, responsable del consultorio de Youthline. “Así que está muy bien mostrar que es normal tener una mezcla de sentimientos encontrados tras una ruptura y que hay formas de afrontarlos de forma saludable”.
Madsen indica que el auge de Internet y las redes sociales introdujo dinámicas singulares y complicadas en las rupturas. O como dijo una persona joven que se grabó a sí misma recostada en la cama durante el primer video de la campaña y se preparó para bloquear a su ex en las redes sociales: “Esto se está volviendo ridículo. Esto se me está yendo de las manos. Necesito dormir por la noche. Necesito... superar esto. El primer paso es borrar su perfil”.
Traducción de Emma Reverter
CGM