CRÓNICA

“Están matando a nuestros hijos”: el costo humano de la violencia entre Israel y Gaza

Hazem Balousha / Oliver Holmes

Gaza / Jerusalén, Israel —

0

En el hospital principal de Gaza, el paciente -que había estado tendido en una cama inconsciente durante la mayor parte de la noche- no estaba seguro de que los miembros de su familia seguían con vida.

Muhammad al-Masri, de 22 años, se encontraba frente a su casa el lunes por la noche, justo antes de romper el ayuno de Ramadán. “Escuché el sonido de un bombardeo que venía hacia nosotros desde la frontera”, dijo.

Empezó a correr, pero ya era demasiado tarde. Una explosión golpeó su cuerpo, fracturando su brazo derecho. “Hay esquirlas de granada de metralla en mi ojo derecho”, agregó, “no puedo ver nada con este ojo”.

Al-Masri, quien durante las últimas 24 horas las pasó dormido o en cirugía en el hospital de Shifa, cuenta que solo sabe que al menos un hermano, una hermana y un primo también resultaron heridos. Ellos fueron trasladados al hospital en el mismo automóvil. En el momento de la entrevista, no sabía con certeza el estado de salud en que se encontraban ellos.

Al-Masri es habitante de la ciudad de Beit Hanoun, cerca de la frontera israelí. Siete miembros de la misma familia, incluidos tres niños, murieron allí durante la noche, informaron los residentes.

Tras semanas de intensa violencia en Jerusalén, Hamas -el grupo islamista que tiene el poder y gobierna dentro de Gaza- lanzó una andanada de cohetes hacia Jerusalén el lunes por la noche. Desde entonces, ha disparado más de cien misiles contra ciudades israelíes cercanas. Por su parte, Israel ha realizado decenas de ataques aéreos, también contra edificios residenciales.

En total, 28 palestinos, incluidos 10 niños, han muerto, según el Ministerio de Salud del enclave. Tres mujeres, dos israelíes y una ciudadana india, murieron y decenas de personas resultaron heridas dentro de Israel, donde el sonido de las sirenas que avisaban los ataques aéreos se escuchaba casi continuamente en las ciudades cercanas.

En la ciudad de Ashkelon, en el sur de Tel Aviv y al sudoeste de Jerusalén, bombardearon una escuela vacía. Los medios locales comunicaron que cuatro miembros de la misma familia, incluidos un niño de 8 años y otro de 11, resultaron heridos por las esquirlas de granada. La ciudad de Holon, al sur de Tel Aviv, también fue alcanzada: un autobús y varios automóviles fueron incendiados y al menos tres personas sufrieron heridas.

Un médico de United Hatzalah, una agencia de servicios médicos de emergencia con base en voluntarios que se encuentra en Jerusalén, dio a conocer que trató a una mujer de unos 70 años después de que su casa en Ashkelon fuera atacada. “La mujer estaba en estado crítico”, notificó.

Al otro lado de la Franja de Gaza, las familias pasaron toda la noche y todo el día temblando de miedo.

Souad, de 30 años, contó que era aterrador. “No pudimos dormir”, afirmó Souad, quien solo dio su nombre de pila. “Los niños no saben lo que está pasando”.

Abdel-Hamid Hamad dijo que su sobrino Hussein, de 11 años, murió el lunes víctima de un ataque aéreo israelí, según informaron los residentes.  El niño estaba recogiendo leña cuando fue alcanzado por los impactos de las bombas, aclaró Hamad a la agencia de noticia británica, Reuters.

“Gaza ha tenido suficiente y ahora nada marca la diferencia. Nuestros hijos están siendo asesinados. ¿Qué debemos hacer?”, preguntó a Reuters.

En el hospital de Barzilai de Ashkelon, una mujer israelí tratada por heridas después de que su apartamento fuera alcanzado por un cohete palestino recordó momentos de pánico.

Un aparato de aire acondicionado cayó sobre ella y uno de sus hijos durante la noche y una puerta del baño, sobre la cabeza de su esposo, declaró la mujer -que mantuvo el anonimato- a Canal 13.

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio