Estados Unidos ha ganado este viernes el recurso ante el Tribunal de Apelación de Londres contra un fallo del pasado mes de enero que había denegado la extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a ese país por riesgo a su salud y su vida.
Los jueces de este tribunal han concluido que el Gobierno estadounidense ha ofrecido suficientes garantías de que Assange recibirá el trato adecuado para proteger su salud mental y han dictaminado que puede ser extraditado.
El juez del caso, Timothy Holroyde, ha indicado en el tribunal que Assange busca presentar un nuevo recurso a esta última decisión. “Recurriremos la decisión los antes posible”, ha señalado Stella Moris, pareja de Assange. “¿Cómo puede ser justo, correcto y posible extraditar a Julian al mismo país que conspiró para matarlo?”, ha añadido.
EEUU ha asegurado ante el tribunal que, en caso de ser extraditado, Assange no será sometido a régimen de aislamiento y no será enviado a la cárcel de máxima seguridad de Florence (Colorado). Los representantes de Washington aseguraron también que le permitirían cumplir su pena en Australia.
“No hay razón por la que este tribunal no debería aceptar las garantías. No hay fundamento para presumir que EEUU no ha dado esas garantías de buena fe”, señalan los jueces en el fallo.
La directora de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, ha criticado las garantías ofrecidas por EEUU, afirmando que “quedan desacreditadas por su admisión de que se reservan el derecho a revertir dichas garantías”. “Las informaciones de que la CIA consideró secuestrar o matar a Assange plantean todavía más dudas sobre la fiabilidad de esas promesas”, dijo. El pasado mes de septiembre se publicaron informaciones que aseguraban que la CIA estudió secuestrar o matar a Julian Assange.
Estados Unidos acusa a Assange de haber violado su Ley de Espionaje por haber filtrado y publicado secretos diplomáticos y militares en 2010 a través de Wikileaks. En concreto, está acusado de 18 cargos relacionados con la Ley de Espionaje y uno por fraude y abuso informático, lo que podría llegar a 175 años de prisión.
Su defensa alega que su función fue equivalente a la de un periodista y cualquier límite que se ponga a su acción puede tener un impacto en cualquier periodista estadounidense. “Este caso es indignante y está claramente motivado políticamente para utilizar a Assange como ejemplo. Es el futuro del periodismo y la libertad de prensa lo que está en juego”, afirmó Rebecca Vincent, directora de campañas internacionales de Reporteros Sin Fronteras.
La detención
Assange fue detenido en abril de 2019 por agentes británicos que irrumpieron en la embajada de Ecuador en Londres. Ecuador le concedió el asilo en 2012 y desde entonces Assange vivía en la embajada. Horas antes de su detención, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció por Twitter la retirada del asilo diplomático por considerarlo “insostenible”. El arresto se produjo a petición de EEUU.
En 2010, la Fiscalía de Suecia ordenó la detención de Assange, acusado de violación y abuso sexual, y Suecia emitió una orden europea de detención. Reino Unido aceptó extraditarle y Assange entonces pidió asilo en la embajada de Ecuador. Assange dijo que este proceso era una excusa para su extradición a EEUU, donde podría ser juzgado por la filtración masiva de documentos secretos en 2010 a través de Wikileaks. Finalmente Suecia archivó el caso en noviembre de 2019
El relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Meizer, aseguró en una entrevista publicada en elDiario.es que Assange no intentó en ningún momento huir de la justicia sueca. “Cuatro países democráticos unieron fuerzas [Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido] para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara”.