El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invitó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a visitar la Casa Blanca el próximo 4 de febrero. Será la primera reunión entre los dos mandatarios desde que Trump asumió la presidencia hace poco más de una semana para su segundo mandato al frente del Gobierno estadounidense.
La Oficina de Netanyahu informó de que el primer ministro recibió la invitación y destacó que es el primer líder extranjero que es invitado a la Casa Blanca desde que Trump dio comienzo a su segundo mandato.
Sin embargo, los dos ya han mostrado una gran sintonía en las cuestiones relativas al conflicto en Palestina, en concreto, en la Franja de Gaza. El reelegido presidente de EEUU propuso el pasado fin de semana desplazar a los palestinos que viven en el enclave costero a Egipto y Jordania, para “simplemente limpiar todo esto”, en referencia a la gran destrucción de la Franja causada por más de 15 meses de ofensiva israelí. “Algo hay que hacer. Es literalmente un sitio de demolición, todo está destruido y la gente se está muriendo”, dijo Trump.
Desde el Gobierno israelí, los miembros más radicales dieron la bienvenida a la idea de Trump. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, dijo que trabajará junto al primer ministro para implementar la sugerencia de Trump y vaciar Gaza “lo antes posible”. También Itamar Ben-Gvir, el hasta hace una semana ministro de Seguridad Nacional de Israel —dimitió por estar en contra del alto el fuego alcanzado entre el Gobierno y Hamás en Gaza— apoyó el plan del estadounidense en redes sociales: “¡Hay que promover ya la emigración!”.
Trump también ha dado órdenes de descongelar el envío a Israel de 1.800 bombas MK-84, que pesan alrededor de una tonelada y que causan una gran destrucción. El expresidente Joe Biden había suspendido el envío de estas armas a Israel por el daño que podrían causar a la población civil gazatí. El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, dio las gracias al mandatario a través de la red social X: “Gracias, presidente Trump, por una muestra más de liderazgo al descongelar el envío de defensa clave para Israel. La región es más segura cuando Israel tiene lo que necesita para defenderse”.