ASUNCIÓN PRESIDENCIAL

Venezuela afronta la investidura de Maduro en medio de la confusión en torno a María Corina Machado y Edmundo González

Carmen Quintela

10 de enero de 2025 11:00 h

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Más de cinco meses después de las últimas elecciones de Venezuela, y con la inminente toma de posesión de Nicolás Maduro este viernes, la tensión e incertidumbre tras los comicios, lejos de disiparse, se ha incrementado. Este jueves, María Corina Machado ha reaparecido en Caracas. Y lo ha hecho con mucha confusión. Su partido, Vente Venezuela, denunció que la líder opositora fue “violentamente interceptada” tras su salida de la protesta que convocó este jueves para reivindicar la victoria de Edmundo González Urrutia en las presidenciales. “Efectivos del régimen dispararon contra las motos que la trasladaban”, indicó Vente Venezuela en la publicación.

Un par de horas después, sin embargo, el equipo de la líder opositora reconocía que se encontraba en libertad: “Saliendo de la concentración en Chacao, Caracas, María Corina Machado fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada. En las próximas horas ella se dirigirá al país para explicar los hechos”.

Telesur y el Gobierno venezolano difundieron un vídeo en el que Machado afirmaba encontrarse en libertad.

Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, ha respondido: “Ella está loca por que nosotros la capturemos, y ese era el plan de ella: decir que fue capturada, para ver qué puede levantar. No generó nada, y al ver que no generó nada, grabó con el rabo entre las piernas un video diciendo que está bien, que se le perdió su cartera azul. ¡Un invento, una mentira! ¡Ya basta de mentiras contra el país y nuestro pueblo!”.

Más tarde, la propia Machado afirmó en X que en el incidente se produjo un herido y que se encontraba en “lugar seguro”, si bien emplazó a este viernes para dar más detalles del suceso: “Mi corazón está con el venezolano que fue herido de bala cuando las fuerzas represivas del régimen me detuvieron. Yo estoy ahora en un lugar seguro y con más determinación que nunca antes de seguir junto a ustedes hasta el final. Mañana voy a comunicarles lo ocurrido hoy y lo que viene”.

Panorama complejo

El panorama pinta complejo. Nicolás Maduro sigue en la misma posición desde el 28 de julio: preparado para tomar posesión y defendiendo su victoria en las elecciones presidenciales, refrendada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a pesar de no haber hecho públicas las actas que lo confirmarían. 

Mientras, el opositor Edmundo González Urrutia dice no estar dispuesto a ceder la presidencia, para lo que cuenta con el respaldo de países como EEUU y Argentina, que le han reconocido “presidente electo” –mientras que la UE se ha quedado en no reconocer el triunfo de Maduro–, de copias parciales de documentos electorales —hoy custodiados en Panamá— que, asegura la oposición, certifican su victoria, y de los informes de los observadores de la ONU y el Centro Carter que cuestionan el resultado electoral proclamado por el CNE.

González Urrutia, que salió de Venezuela en septiembre para asilarse en España, y que inició hace unos días una gira por América para reunirse con mandatarios aliados, asegura que este viernes llegará a Venezuela para asumir como presidente electo. El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, le advirtió este lunes de que “apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido”.

Mientras, Maduro tiene todo planeado para revalidar su mandato en un acto que contará con las ausencias de varios dirigentes, como Pedro Sánchez o Gustavo Petro, que ya han confirmado que no asistirán a la toma de posesión.

Tanto la oposición como organizaciones han denunciado represión y una ola de detenciones en las últimas semanas. Este martes, la policía detuvo al yerno de González Urrutia y la líder opositora María Corina Machado afirmó en sus redes sociales que fuerzas oficiales habían cercado la casa de su madre.

La organización Espacio Público alertó que desde el martes se desconoce el paradero de su director, el defensor de la libertad de prensa Carlos Correa. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó este martes al gobierno de Maduro de llevar a cabo una dura represión en los últimos meses, con “al menos 25 asesinatos, decenas de desapariciones forzadas breves, unas 2.000 detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes”.

Maduro ha asegurado esta semana que en los últimos meses han detenido a más de 150 personas extranjeras, que calificó como “mercenarios” por estar implicadas en conspirar para derrocar a su Gobierno.

“En estos meses desde la elección tenemos un oficialismo mucho más cercado y una oposición más reprimida”, explica a elDiario.es Carmen Beatriz Fernández, experta venezolana en comunicación política y profesora en la Universidad de Navarra. “La tensión ha ido creciendo conforme se acerca el 10 de enero”, añade.

La “misión imposible” de la oposición

Dentro de la incertidumbre que se palpa en el país, analistas y periodistas consultados por este medio ven una certeza a partir de este viernes: nada impedirá que Maduro tome posesión del cargo. 

“Todo el aparato burocrático e institucional del Estado está participando de la juramentación de Nicolás Maduro”, asegura Víctor Amaya, director del medio venezolano TalCual. Sobre la promesa de González Urrutia de llegar a Venezuela este viernes, Amaya se muestra escéptico: “Es muy poco probable. Lo que se presume es que esté en un país cercano para que, en el caso de que se den ciertos eventos, poder llegar a Caracas”.

Estos “eventos” pasarían por algo que la oposición lleva buscando desde las elecciones: que las fuerzas armadas y policiales desobedezcan las órdenes de la cúpula chavista y de esta forma Maduro no pueda tomar posesión, algo que el mismo González Urrutia ha pedido esta semana.

El respaldo popular también es clave para la oposición. La manifestación de Caracas fue replicada en varios países, como España o Italia. En Madrid, en la Puerta del Sol, Isabel Díaz Ayuso llamaba a las fuerzas armadas de Venezuela a “dar un paso adelante” y “precipitar la caída del régimen criminal de Maduro” en una protesta a la que se han sumado Feijóo, Abascal y Aznar.

La posibilidad de una negociación

Para Carmen Benítez, aún hay una posibilidad de que Nicolás Maduro no tome posesión. Pasaría por una posible negociación in extremis para favorecer una retirada del mandatario. Esto es algo que está sobre la mesa desde los comicios del 28 de julio de 2024, y que han buscado gobiernos como el de Colombia, Brasil y México sin éxito hasta ahora.

Sea ahora o más adelante, otros analistas comparten el análisis de la experta venezolana. “Lo que Venezuela necesita para salir de esta crisis profunda es una negociación cara a cara donde, con realismo, ambas partes determinen una transición pactada”, dijo a EFE el diplomático y catedrático chileno Fernando Reyes Matta.

¿Edmundo González como Guaidó?

Para algunos analistas es inevitable pensar que la situación de Edmundo González derive en algo similar a lo que ocurrió con Juan Guaidó en 2019: un líder opositor que en su momento tuvo el respaldo popular e internacional y que el gobierno de Nicolás Maduro logró apagar.

En enero de 2019, meses después de unas presidenciales en las que Maduro revalidó su mandato, a pesar de las denuncias de fraude por parte de la oposición, Juan Guaidó, recién nombrado presidente de la Asamblea Nacional, se autoproclamó presidente interino de Venezuela. Al inicio, Guaidó tuvo el apoyo de varios gobiernos de América y de Europa pero, a pesar de este respaldo, después de que el Gobierno venezolano le retirara su inmunidad y fuera inhabilitado, el político fue perdiendo fuerza. 

La Unión Europea y la propia oposición dejaron de llamarlo “presidente” y a finales de 2022, una mayoría de partidos opositores decidió eliminar el “Gobierno interino”. Guaidó abandonó el país en abril de 2023, rumbo a Miami, donde vive con su familia. La Fiscalía emitió poco después de su marcha una orden de arresto en su contra.

Aunque algunos analistas se mantienen cautos a la hora de comparar a ambos opositores, otros no ven lejana la posibilidad de que suceda con González Urrutia lo mismo que ocurrió con Guaidó. “Yo creo que Edmundo González se va a convertir en un nuevo (Juan) Guaidó”, aseguró a EFE Patricio Navia, politólogo y profesor universitario. 

“No es el mismo escenario”, advierte a este medio Víctor Amaya. La diferencia para el periodista radica en que el proceso para que González Urrutia llegara a proclamarse presidente está basado en una elección popular.

“Hay una evidencia de que hubo un fraude electoral, de que el resultado fue cambiado y está respaldada por documentos oficiales del Consejo Nacional Electoral, con unos sistemas de seguridad, como han certificado instituciones como el Centro Carter”, concluye Amaya.