“Miércoles de Mercurio. Ten cuidado con la franqueza excesiva, podrías herir sin darte cuenta o estar a la defensiva cuando alguien intenta más bien ayudarte”, postea Mia Astral a sus casi 3 millones de seguidores en Instagram. Es solo una de muchas cuentas que hablan de astrología, dan consejos y leen la carta astral, y han tenido un claro crecimiento en los últimos años.
Según la Encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina, en 2008 alrededor de un cuarto de los argentinos creía en la astrología. En 2019 cuando se repitió el estudio, había crecido hasta un tercio, el 33%. Y desde entonces parece seguir. Las búsquedas en Google de “signo zodiacal” pegaron un salto a principios de 2019 y desde entonces se mantiene el interés, según los datos de Google Trends y un informe de Facebook, publicado en 2020, sobre los principales temas de conversación en la plataforma señaló como tema principal para la Argentina la “intuición astrológica”.
¿Por qué crece? Una razón posible es la crisis y el aumento de la incertidumbre de los últimos años. No sería algo nuevo. Un estudio que se hizo sobre un momento mucho más extremo, los años ‘30 en Alemania, encontró que había una correlación bastante clara entre el crecimiento de la inestabilidad y la publicación de horóscopos en los diarios. Analizaron por un lado indicadores del mercado laboral, como salarios y desempleo, y por otro la publicación de artículos sobre temas supersticiosos, como la astrología. Lo que encontraron fue que cuando había mayores amenazas, los indicadores empeoraban, subía la superstición, la creencia en algo que pudiese aportar algún tipo de respuestas.
El estrés parece ser uno de los factores que nos puede acercar a la astrología. Esa fue la conclusión de un pequeño estudio en el que evaluaron la situación de personas que consultaban a astrólogos en los años ‘80 en los Estados Unidos. Algo similar encontró una revisión reciente de diferentes estudios: el estrés es uno de los factores que puede llevarnos a creer en la astrología.
Estas investigaciones apuntan a una relación entre la incertidumbre -y el estrés que muchas veces resulta de ella- y una mayor creencia en la astrología. Pero los especialistas señalan que no es un proceso rápido ni automático y un factor clave es la caída de las instituciones religiosas tradicionales, un proceso que lleva décadas.
Consumir astrología en las redes sociales no implica necesariamente creer en ella, y también se puede creer a diferentes niveles, desde usarla como una especie de test de personalidad para jugar, hasta tomar decisiones clave
“Todo lo relacionado con las creencias de las personas son procesos lentos, puede haber elementos que estaban presentes antes y se aceleran en un momento de crisis, pero no aparecen automáticamente por una crisis”, explica Verónica Gimenez Beliveau, una de las investigadoras del CONICET detrás de la encuesta de religiones. Y agregó “Aunque la incertidumbre puede hacer que crezcan las creencias como la astrología, también puede empujar a las personas en otras direcciones, como un cierto nihilismo en el que no importe nada o a buscar otras opciones más colectivas”.
“Lo que hemos visto es una caída de las religiones, pero no de la espiritualidad, y por eso emergen las creencias alternativas” explicó Augusto Reina director de Pulsar, un observatorio de opinión pública de la Universidad de Buenos Aires (UBA), “y es posible que en momentos de crisis aumenten estas creencias, como vimos durante la pandemia”. No se trata de fenómenos que ocurran solo en la Argentina, de hecho lo que se ve en el Reino Unido y en los Estados Unidos, por ejemplo, es que hay un crecimiento sobre todo entre los más jóvenes.
La difusión de la astrología en las redes sociales también puede explicar este crecimiento. “Antes uno podía consultar el horóscopo en los diarios, pero ahora hay un consumo mucho más amigable en redes sociales, donde también se mezcla con memes y está más a mano”, explicó Reina.
Consumir astrología en las redes sociales no implica necesariamente creer en ella, y también se puede creer a diferentes niveles, desde usarla como una especie de test de personalidad para jugar, hasta tomar decisiones clave de nuestra vida basados en la carta astral. Pero los usos intensos parecen bastante extendidos. Una muestra fue la decisión hace unos años de la aplicación de citas Bumble en 2019 de incluir un filtro por signo zodiacal para definir con quién salir.
En tiempos de crisis y de incertidumbre, muchos buscan respuestas en donde puedan encontrarlas, y aunque la astrología no tiene ninguna evidencia detrás ni poder de predicción, puede resultar confortante. Aunque no fue un proceso que empezó ahora, sino que lleva años gestándose, donde se mezcla la caída de las religiones tradicionales, la irrupción del consumo en redes sociales y otros factores, es posible que esta crisis le de aún más vuelo y haya más personas definiendo su vida a través de filtros zodiacales. No sos vos, es la conjunción de la Luna con Júpiter.
OS/MF