El acuerdo Mercosur-Unión Europea

Borrell: “La Argentina plantea preocupaciones legítimas sobre decisiones que están en marcha en Europa”

“La Argentina plantea preocupaciones legítimas sobre decisiones que están en marcha en Europa”. Lo dijo a elDiarioAR el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español catalán Josep Borrell, en los hechos el “canciller” de la Unión Europea.

Este medio habló con Borrell al término de la reunión que mantuvo como representante del bloque con el presidente Alberto Fernández y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez sobre las dificultades que presentan para la Argentina las modificaciones en marcha al acuerdo de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y la UE, una negociación que se remonta a décadas, ha tenido idas y vueltas y está una vez más estancada. Con su declaración, Borrell reconoció y dio entidad al reclamo argentino. La UE no se había expresado hasta el momento públicamente sobre el asunto.

“Hay un diálogo entre Parlamento y Consejo Europeo y son decisiones que todavía no están tomadas. Hay todavía muchos pasos que dar”, dijo Borrell. El Consejo Europeo está integrado por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países que integran la UE y es presidido por el belga Charles Michel, a quien vale la pena mencionar: estuvo en la reciente reunión de la Celac, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños y felicitó a los anfitriones por el campeonato del mundo. La UE y la Celac se reunirán en junio en Bruselas y se descuenta que el tema del TLC con el Mercosur seguirá siendo motivo de negociaciones en un aparte de la cumbre.

Borrell, un catalán que además de la española tiene nacionalidad argentina, mostró cercanía con la posición del Presidente y con la de la Argentina. Pero fue prudente. “El presidente Fernández es un gran amigo de Europa y nosotros lo somos de Argentina y tomaremos muy en cuenta como es lógico esas preocupaciones para ver cómo podemos adaptarnos”, aseguró.

La vigésimo octava Cumbre Iberoamericana termina hoy. Es un encuentro que interesa a España más que a nadie: expresa su ascendencia sobre el subcontinente a los ojos de sus socios europeos. Si las cumbres de las Américas despiertan (no siempre) el interés de los estadounidenses y las de la Celac, el de los gobiernos populistas de la región, éstas son las cumbres de España. Es por eso que nunca falta un rey.

Fernández y su comitiva se reunieron con Borrell y Sánchez en el Hotel Embajador de Santo Domingo, que aloja a las delegaciones destacadas en la cumbre. Participaron también los cancilleres Santiago Cafiero y José Manuel Albares. La Argentina ocupa la presidencia pro témpore del Mercosur y España presidirá la UE a partir de julio. (hoy la presidencia la tiene Suecia).

El acuerdo de asociación al que llegaron los dos bloques en junio de 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri en la Argentina, suma resistencias en Europa. La Comisión Europea quiere relanzar las conversaciones para poder ratificarlo, pero Francia es un polvorín por la reforma previsional que sacó por decreto Emmanuel Macron y váyanle con el acuerdo ahora los parlamentarios franceses. El gobierno de Austria reiteró días atrás su oposición y recordó que el Parlamento ya lo rechazó en 2019. En la región es Lula quien más lo empuja. En el Gobierno no ocultan su desconcierto.

Fernández defendió ante Sánchez y Borrell la idea de revisar el acuerdo negociado entre los dos bloques tras las modificaciones impuestas por el llamado Pacto Verde Europeo que implican un perjuicio para el bloque sudamericano. Es a lo que hacía referencia Borrell: más restricciones con la imposición de nuevas barreras paraarancelarias, que el acuerdo original no contemplaba, frente a las nuevas exigencias en materia medio ambiental que se impusieron los europeos por el peso de los “verdes” en varios gobiernos clave del continente. Unilateralmente, desde luego.

Un comunicado distribuido por Presidencia consignó esta cuestión, de manera escueta: “El presidente Fernández planteó las nuevas dificultades para las exportaciones de los países que conforman el bloque hacia la Unión Europea y ambas partes se manifestaron a favor de continuar trabajando para encontrar una solución conjunta”.

La Argentina presentará a Brasil en ese mismo mes en Puerto Iguazú cuatro documentos que plantean una revisión del TLC con la Unión Europea. Será en ocasión del encuentro entre los presidentes Fernández y Lula en recuerdo de la Declaración de Foz de Iguazú entre Alfonsín y Sarney, de 1985, que dio vida al bloque regional. Es eso lo que necesita precisamente hoy el Mercosur: revivir.

Fernández anticipó a Borrell y a Sánchez parte del contenido de esos documentos, aún desconocidos. Lo hará también a la titular de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, quien se supo aquí visitará la Argentina, también en abril. Incluyen, además de los reparos a las modificaciones en materia ambiental, cuestiones vinculadas a la formación de cadenas de valor productivas y al tema de los productos con “denominación de origen” que imponen los europeos.

Fernández se aprestaba después del mediodía a dar su mensaje ante la Cumbre. Los temas del Presidente: integración; desintegración; cambio climático, sequía y su duro impacto fiscal en la Argentina, cuestión que mencionará a Joe Biden en el encuentro previsto para el miércoles próximo en la Casa Blanca; y construcción de una nueva arquitectura financiera internacional en el contexto de la emergencia ambiental y la guerra en Ucrania.

En la charla con este enviado, Borrell prefirió esquivar una definición sobre lo que aquí es un secreto a voces: el documento final de la Cumbre Iberoamericana no menciona la guerra . “Vamos a ver, todavía no está cerrado”, dijo. El documento sale por consenso y eso no es fácil en esta región donde Putin conserva amistades como las del cubano Díaz Canel, el nicaragüense Daniel Ortega y el venezolano Nicolás Maduro. Hay que ver la reacción que espera al socialista Sánchez en España por esta estúpida omisión.

WC